SOBER

No son pocos los que piensan que SOBER se separaron con muchas cosas todavía por decir. En pleno apogeo, con un apoyo de medios a todos los niveles, la banda decía adiós dejando a su masa de seguidores con la sorpresa en sus rostros. Muchos veían en SOBER la vuelta del rock de estadios que hace muchos años no se vive en nuestro país con ninguna banda estatal. La historia desde aquel momento todos la conocéis. Jorge Escobedo y Antonio Bernardini fundan SKIZOO junto a Morti y Dani Peréz. Y por otro lado, Carlos Escobedo y Alberto Madrid formaron SAVIA, en principio como proyecto, y finalmente como grupo. Ambas bandas, con más o menos fortuna, publicaron tres trabajos de estudio, y casi al mismo tiempo ponían fin a su carrera. Todo cuadraba, y aunque el fin de ambas formaciones no era el deseado por muchos, parecían que los hilos del destino comenzaban a tejer una esperada reunión. Y así fue, el 1 de Enero del presente año, anunciaban en su página web su vuelta (para quedarse), con Manu Reyes, batería de SAVIA, en el puesto del tristemente fallecido Alberto Madrid.

Poco a poco han ido confirmando más novedades tras su anuncio de reunión. Un ramillete de fechas por aquí, un recopilatorio por allá, su participación en el Rock In Rio de Madrid por acullá, fechas en Sudamérica…En fin, una resurrección con vistas a consolidarse y un nuevo capítulo en una historia cuyo final se escribió demasiado pronto. Entre esas fechas se encontraba una visita al sur del país en la sala Industrial Copera (precisamente donde dieron su concierto de fin de gira de su exitoso “Paradysso”), y allí nos presentamos para comprobar de primera mano esta vuelta de SOBER.

Era de esperar una respuesta masiva por el público, ya que SOBER también es una banda muy seguida por un público que no gusta de rock y metal en cantidades industriales. Nada más llegar a los aledaños del recinto, la larga cola horas antes para entrar en la sala, nos hacía ver que las expectativas eran superadas con creces. Pocos minutos de retraso sobre la hora estipulada, y la ovación del público era ensordecedora cuando sonaba a todo trapo el “Cum On Feel The Noize” de QUIET RIOT a modo de intro, la banda salta a escena y suenan las primeras notas de “Oxígeno”. Sin tiempo para respirar, y ante una gran puesta de escena y sonido, continuaron con “Cientos de Preguntas”, con una sala volcada en cada segundo de interpretación. Los miembros de la banda dieron las gracias al público por su respuesta y por su paciencia para esperar su vuelta, y siguieron con “La Prisión del Placer”, tema con el que abrían sus conciertos antiguamente.

A partir de ahí todo fue a pedir de boca. Se palpaba una noche mágica, uno de esos conciertos difíciles de borrar de tu memoria. El público estaba ansioso de SOBER, y ellos lo dieron todo como en su mejor época., como si estos años de descanso hubiera sido sólo unos días. Repasaron sus 4 trabajos de estudio interpretando tanto sus temas singles como los preferidos por sus fans, incluso alguna que otra sorpresa. Pocas se quedaron en el tintero. “Una Hora Más”, “Vacío”, “La Nube”, “Lejos”, su nuevo tema “Sombras”, “Mis Cenizas”, “El Hombre de Hielo”, “Diez Años”, “Cubos”, “Si”… Todas las interpretaciones eran acogidas por igual, y los asistentes no paraban de corear todas las letras y ovacionar a todos los miembros de la banda. En el ecuador de su actuación hicieron mención al fallecido Alberto Madrid, y le dedicaron “Adiós”, con Carlos sin bajo, sólo con micro, Jorge con acústica, y Antonio con guitarra de doble mástil. Y es que, sentimentalismo aparte, escuchar a una sala completa corear su nombre cuando Carlos Escobedo está presentando la canción, pone los vellos de punta. Todavía recuerdo a Alberto, en una prueba de sonido con SAVIA, con una camiseta de VENOM, minutos antes de concederme una entrevista junto al resto de la banda, para esta web. Una de sus últimas entrevistas, sino la última.

Antes de la traca final, Carlos presentó a la banda, comenzando por Manu Reyes, y acto seguido, se colocó junto al batería, con otra batería, e hicieron un solo a dúo. Después, una intro dio pie a que el público comenzará a cantar su popular “Arrepentido” conociendo éste su inicio. Siguieron con “Eternidad”, y con todo el público volcado viendo que se acercaba el final, descargaron “Paradysso” y “Loco”. Las primeras filas eran una olla en ebullición, y tras el desparrame de riffs del final del último tema, hicieron un mini medley instrumental con “South Of Heaven” de SLAYER, “Heaven And Hell” de BLACK SABBATH y “Master Of Puppets” de METALLICA, ya con los asistentes de las primeras filas subidos prácticamente en el escenario (no había valla de seguridad), ofreciéndole su mano a SOBER, cogiendo púas, baquetas, toallas… Un final de infarto.

Pocos peros se le puede poner a un concierto que se ansia durante años. La banda rindió a un gran nivel, y el público se dejó la piel en cada momento. Feliz y esperado reencuentro.