SIRENIA + NIOBETH

No guardaba muy buenos recuerdos de la primera y única vez que pude ver a SIRENIA en directo. Fue si mal no recuerdo en el Metal Female Voices de Bélgica en el 2007. En aquél entonces me topé con una banda poco compacta con una cantante, Monika Pedersen, que se encontraba en cuerpo y mente ya fuera de la formación. Así pues, era toda un incógnita descubrir con qué nos íbamos a encontrar esta vez.

Llegamos a tiempo de ver el show de los albaceteños NIOBETH, que habían logrado arrastrar a un importante sector de público propio a la sala y que me dejaron con un sabor algo agridulce con su gothic metal de tintes progresivos. A nivel de voces, su frontwoman es realmente todo un portento, logrando unas tonalidades operísticas fuera del alcance del 99% de los mortales. A nivel de composición, la propuesta es totalmente atractiva, ya que en sus temas podemos encontrar tanto pasajes lentos, como riffs sincopados o cápsulas de blast beats, dando buena cuenta de la variedad de influencias que pueden llegar a asimilar, dotando a su música de multitud de matices que casi siempre van más allá de la fórmula inamovible del estrofa-puente-estribillo que cultivan varias bandas del estilo. Sin embargo, creo que les faltan tablas para demostrar en escena todo de lo que son capaces. Más allá de que se perdieran en dos o tres ocasiones, especialmente su batería, en algunos momentos NIOBETH sonaron poco cohesionados, dando la sensación de que cada instrumento hacía la guerra por su cuenta. En otros, por el contrario, demostraban buenas aptitudes que dejaban claro que no se trataba de cuatro amiguetes que se habían juntado para tocar algo. Por supuesto, nada que objetar a la calidad instrumental de los músicos, que realmente demuestran defenderse bastante bien. Además de interpretar temas como "The Whisper of Rain", de su último disco hasta la fecha, se atrevieron con "La Flauta Mágica" de Mozart, con la que sorprendieron a propios y extraños, especialmente en el momento en el que le tocó lucirse a la cantante Itea que, dicho sea de paso, nos enseñó todo su fondo de armario cambiándose continuamente de vestimenta al más puro estilo Tarja Turunen. Toda una experiencia poder escuchar una versión de Mozart que incluye incluso tupa-tupas de batería. En definitiva, una gran promesa, con grandes ideas y con aspiraciones muy profesionales a la que todavía le falta subir unos peldaños y pulir su compenetración en directo para dar, ahora sí, el do de pecho. No los perdáis de vista.

Como muchos ya sabrán la actual cantante de SIRENIA es Ailyn, una chica española que participó en su día en uno de esos concursos de canto televisivo tan en auge en la actualidad. Por ello, la sensación de cercanía y familiaridad que ya se había sembrado con la banda precedente, gozaría de continuidad con el feeling que a priori nos iba a brindar el poder disfrutar de una descarga de una formación con cantante hispana. Ya desde un principio con "The Path To Decay" y "Sundown" la banda gozó de un buen sonido, algo que para nuestra fortuna es bastante habitual en la sala Salamandra 1. La apuesta, por lo general, estaba clara: sacar partido al feeling y el gancho que desprenden los dos últimos discos de la banda como principal valuarte. No en vano, "The 13th Floor" es un disco que ha gustado bastante, con unos SIRENIA en estado de gracia a la hora de componer estribillos redondos y con una banda que, tal y como se demostró esta noche, ya se puede considerar efectiva y operativa a todos los niveles. Si bien a un servidor le tiran más los dos primeros discos de la banda, con ese toque más a los primeros TRISTANIA, temas más largos, instrumentales y elaborados, al César lo que es del César: con su última obra se han comido con justicia a varios de los grupos más comerciales de la escena (y que no se me entienda la palabra "comercial" como algo despectivo llegados a este punto). Si bien con "Euphoria" echamos una mirada atrás, demostrando que Morten Veland y su cohorte no se cierran a nada, pronto volveríamos a orientaciones más actuales de la mano de "The Other Side". Ailyn demostró tener unas más que correctas capacidades locales, con un timbre seductor. Bien, no es un portento a nivel técnico, pero quién lo necesita cuando hay emoción. Además, sabe moverse en escena y entrar en contacto con el público. Eso sí, me sorprendió que Morten apenas la dejara hablar en un par de canciones, siendo él el que cogiera la batuta entre tema y tema para dirigirse al público, dejando bien claro quién corta el bacalao aquí. Curioso cuanto menos que para España no decidiera hacer una excepción.

Por otra parte comentar que me sorprendió ver a una nada desdeñable cantidad de público. Teniendo en cuenta que se trataba de un jueves y que SIRENIA no es una banda a la que se haya dado tanta promoción y tanta coba como a unos EPICA, por poner un ejemplo, lo cierto es que 250 personas para un show así deberían considerarse una más que buena entrada. Me esperaba que bastantes menos gargantas vibraran con cortes como "One By One", "Lost In Life" o "Downfall", que sonaron demoledoras, con una Ailyn que apenas falló un par de tonos en todo el concierto. Personalmente, disfruté como un enano del hecho de que fueran interpretadas algunas grandes piezas clásicas como "Meridian", posiblemente mi tema favorito de la banda, o la no menos grandiosa "Lithium And A Lover", siendo ambas de esas canciones tan impactantes como elaboradas marca de la casa que tan sólo Morten Veland sabe componer. Fue en estos momentos, durante la interpretación de los temas más añejos, cuando muchos nos percatamos de lo poco que realmente intervenían las voces líricas de las antiguas vocalistas teniendo en cuenta el minutaje total de las composiciones al estar plagadas éstas de muchos otros elementos, a diferencia de lo que ocurre en los dos últimos discos.

A la hora de sacar los puntos negativos al show, debemos entrar en la consabida discusión sobre los samplers y partes pregrabadas. Está claro que SIRENIA son una banda que utilizan bastante coros impactantes, sobretodo en los puentes de sus canciones, y que no pueden permitirse el lujo de llevar un coro aunque sea en versión reducida como sí hacen THERION, pero hay algunos puntos que sí nos hicieron fruncir el ceño: la banda en la actualidad no posee bajista pero… ¿no hubiera sido mucho mejor buscar un bajista de sesión para no tener que llevar el bajo pregrabado? ¿quizá también un teclista de sesión que interpretara las partes de teclado que en disco interpreta Morten? De hecho, alguna que otra pequeña introducción con guitarra acústica también estaba pregrabada, cuando creo no equivocarme si digo que el guitarrista Michael podría haberle sacado un sonido más o menos similar a su pedal de efectos que hubiera ayudado a no dotar al show de esa extraña sensación en algunos momentos. Está claro que Morten Veland es una persona perfeccionista que prefiere utilizar samplers antes de que sus composiciones no suenen tal cual lo hacen en el disco, pero sinceramente creo que la banda ganaría algunos enteros siendo más flexible en estos aspectos.

En resumen, hay que reconocer que lo que nos brindaron SIRENIA, a pesar de estos detalles, fue un conciertazo. No tan sólo por el gran sonido, la compenetración y la entrega de los músicos (el guitarrista Michael Krumins no paró en todo el bolo de chillar y moverse enloquecido) o la preciosa voz con la que nos deleitó Ailyn, sino también por lo extenso del mismo: los noruegos estuvieron por lo menos una hora y tres cuartos sobre las tablas, bastante por encima del tiempo del que habitualmente suelen estar los demás grupos en sus respectivas giras en la actualidad. Si además se hubieran marcado algún tema de TRISTANIA de los discos "Widow»s Weeds" o "Beyond the Veil"  (temas que al fin y al cabo compuso Veland) aquello hubiera sido ya apoteósico.