No corren buenos tiempos para la banda finesa. El que otrora fuera uno de los grandes intocables del power metal, a día de hoy tiene una fanbase que se ha visto dividida tanto por los insípidos directos de la banda como por unos lanzamientos que abandonan el sonido clásico y no crean nada que pueda resultar nuevo o cautivador. Con cada visita a la ciudad condal, la capacidad de las salas se ha visto menguada, pero como reza la sabiduría popular, muchas veces si no esperas nada de alguien, es cuándo se crea el espacio para se genere la sorpresa.