Las sensaciones que se vivían el pasado 18 de octubre en los alrededores del Wizink Center era de gran concierto, con muchísima gente apurando los últimos tragos en los bares aledaños y un fuerte despliegue policial para regular el tránsito de vehículos y viandantes. La ocasión no era para menos, había muchas ganas de ver a The Black Crowes en concierto después de que este fuera aplazado hasta en dos ocasiones por causa de la covid-19.
Paradise Lost fueron de esos grupos que se atrevieron a sacar disco justo cuando empezaba la pandemia sin saber cuando podrían girar para presentarlo, así que dos años después nos encontramos al quinteto de Halifax descargando su nueva obra ‘Obsidian’, un disco de composiciones variadas y bien pulidas que vienen a presentar a varias ciudades españolas y que también nos trae el estreno de Guido Montanarini a la batería después de que el fugado Waltteri Väyrynen se haya enrolado en las filas de Opeth.
Mucho hay que echar la vista atrás para dar con la última vez que Hypocrisy encabezaron una gira en nuestro país. Concretamente fue hace casi una década, donde en 2013 acompañados de HateSphere, pisaron las principales ciudades de la península presentando su disco ‘End Of Disclosure’.
Stryper volvió a tocar en tierras ticas con su “Calling On You Tour”. Aunque el término “volvía” podría evocar alguna cercanía histórica, la realidad es que la banda regresó después de 22 años con aquella esporádica reunión de los hermanos Sweet, Oz Fox y Tim Gaines que se dio en la provincia de Cartago. Stryper vivía tiempos convulsos…¿y qué banda de rock no los tuvo?
Hay conciertos que tienen más peso emocional que otros. Estoy habituado a ver conciertos de bandas que acuden a nuestro país una vez tras otra a hacer el mismo show (véanse los casos recientes de Amon Amarth, Arch Enemy, etc) para luego volver a pasearse por festivales y vuelta a empezar. Conciertos donde, realmente, nada demasiado especial flota en el aire. Por mucho que los grupos sean profesionales, toquen bien y a sus fans les encante el concierto y consigan una púa y se compren una camiseta.
Ambos grupos tuvieron que luchar con el hándicap de actuar un lunes. La pandemia propició el aplazamiento de la fecha inicial, arrastrando la nueva a una posición difícil en el calendario laboral de cualquier asistente. Sin embargo, ambas bandas ignoraron esta cuestión y afrontaron sus respectivas actuaciones con entereza y tesón.
El término “igualdad” es algo que dentro del panorama metalero se intenta llevar por bandera, aunque la proporción en los dos géneros está claro que anda lejos de hacerse realidad. Giras como esta, en la que las cuatro bandas que conforman el cartel están comandadas por vocalistas femeninas, vienen a reivindicar la paridad y el papel de la mujer dentro del mundillo.
Tras una larga espera, la banda sueca Hypocrisy presentó en directo su nuevo trabajo en Barcelona en el marco de una extensa gira europea de gran nivel, con invitados excepcionales como SepticFlesh y The Agonist. Un show colosal que congregó a cientos de fans que no se pudieron resistir a acudir a la cita.
A pesar de que el sonido no es uno de los fuertes de la sala Bóveda, las bandas Gaerea, Saor y Gaahl’s Wyrd se dejaron la piel en el escenario ante un público completamente entregado, que disfrutó a tope de lo que fue una oda al black metal en todos los sentidos.
En Barcelona, los fans del hardcore vivieron una noche para el recuerdo con incontables saltos desde el escenario, interminables pogos y sobre todo cargada de la grandiosa energía que transmitieron Dying Wish, Get The Shot y Terror junto a la calidad y ejecución musical por parte de Lionheart.
