No puede decirse que el primer show de Ozzy Osbourne en España tras quince años haya sido especialmente espectacular. Los grandes escenarios del pasado han dejado paso a lo insulso de las actuaciones festivaleras, donde apenas un telón y los instrumentos son todo el equipo que la banda lleva sobre el escenario. Al menos, en el caso de Ozzy hemos tenido la oportunidad de ver una de esas fantásticas murallas de amplis que tanto se echan en falta en muchos conciertos de hoy en dia. Tampoco es que Ozzy haya estado especialmente lucido sobre el escenario. Al contrario, era una actuación casi maquinal en la que el modus operandi ha sido cantar – arengar al público para que haga palmas – gritar "I can't hear you" miles de veces.

Evidentemente, con todo eso, Ozzy ha estado en mucho mejor estado de forma de lo que muchos nos esperabamos. Ha salido al escenario corriendo y animando al público, e incluso antes de poner un pie sobre las tablas ha incitado al "oe, oe, oe" desde el lateral del escenario. Un hecho simpático. Si no fuera porque lo ha repetido unas cien veces a lo largo de la actuación.

Tras la intro de "Carmina Burana", tan habitual de sus conciertos como la manguera de agua o los escupitajos de Zakk Wylde, Ozzy ha salido a escena como alma que lleva el diablo para comenzar el show con un cortante "Bark At The Moon". Hasta ahí todo bien. "Mr. Crowley" ha quedado algo deslucida por los constantes parones de Ozzy tras la intro para pedir complicidad por parte del público aunque, en el fondo, es obvio que Ozzy necesita esos momentos para que su voz no estalle en mil pedazos a medio concierto.

Tras los dos clásicos iniciales, Ozzy se ha atrevido con uno de sus nuevos temas, titulado "Not Going Away". El público ha bajado bastante la intensidad de su apoyo al madman, pero Ozzy nos ha deleitado a todos con un fantástico playback digno de Blackie Lawless y sus coros fantasma. Mientras canturreaba el estribillo de la canción, era obvio que lo que sonaba era una grabación con la voz del disco que, como sabréis, es una voz distorsionada y mecánica. NAda malo en ello, puesto que Ozzy cantaba todo lo demás. Pero lo que no queda bien es que mientras suena la parte grabada mueva los labios y la boca haciendo ver que esas palabras salen de su garganta. Pero bueno, se le puede perdonar. Hasta que nos enseña el culo. Bueno, Ozzy, no necesitábamos ver el culo de un tipo de casi sesenta años. Aunque sea un clásico de sus shows! Tan clásico como los manguerazos que ha recibido el público con una fantástica manguera de diseño que Ozzy cogía de tanto en tanto para bañar a las primeras filas.

El show seguía tomando forma con el clásico de BLACK SABBATH "WAr Pigs" y "Believer", un bonito recuerdo al pasado y el tercero en tan solo veinte minutos. Pero es que, evidentemente, todos los que estabamos ante el escenario lo estábamos para escuchar los clásicos imprescindibles de Ozzy. Así que al son de "Road To Nowhere" y la aclamada "Suicide Solution" ha llegado el momento del solo de guitarra de Zakk Wylde. Largo y con mucho relleno, como siempre, pero tal y como he dicho antes, esta clase de intermedios son necesarios para que OZzy pueda sacar adelante los shows on garantías. Verle andar hacía la salida del escenario cuando Zakk ha comenzado su solo era extraño: uno no sabe si a cada paso que da logrará seguir en pie. Y eso que ya no bebe!

Tras el solo de Zakk, ha llegado el momento de otro clásico indiscutible de la historia del Heavy Metal: "I Don't Know", como recuerdo a aquel mítico primer disco en solitario de Ozzy Osbourne, editado en 1980. La balada de turno ha llegado en forma de "Here For You",uno de esos temas pastelosos que, por suerte, no abundan en el nuevo disco del vocalista. La cosa ha vuelto a su sitio con el energético "I Don't Want To Change The World", seguido de un emotivo "Mama I'm Coming Home" y, para acabar el show, un brutal "Paranoid" de BLACK SABBATH. Y ya está. Ni bises. Ni "Crazy Train". Ni muchos temas que la gente esperaba. Pero el público ha abandonado el recinto contento. A fín de cuentas, nadie esperaba que OZzy volviera a venir por Europa y, es más, que pasara por España. Todo el mundo esperaba que muriera antes de eso. Y no ha sido el caso. Ozzy ha reinado en Zaragoza, aunque la corona ya esté más que desgastada, los brillantes se vayan cayendo poco a poco y el oro resulte ser más y más una carcasa dorada sin más.  Pero sigue siendo una corona!

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Rock N Rock / Gamerco / Actua Musica

Asistentes:12000

Día:22/06/2007

Sala:Feria de Muestras

Ciudad:Zaragoza

Puntuación:7