EXODUS [8 /10]

1.15 de la madrugada, el festival entraba en su recta final, y para cerrar
las actuaciones de la jornada en el escenario Beta, se encontraban EXODUS con
unas ganas tremendas de hacernos vibrar. Recuerdo que en el extinto Metalmanía,
el concierto que nos ofrecieron  los de San Francisco, aún jugando a su favor
con set list de encanto, resultó soso y poco contundente; y se me apuran, confieso
que la actuación del vocalista de por aquel entonces, Steve “Zetro” Souza, me
supo peor que un dolor de muelas; le faltó arrastrarse por el suelo para demostrarnos
que los años le han pasado factura…. Pero EXODUS, o mejor dicho, su líder y
guitarrista Gary Holt, siempre ha destacado por no rendirse, por no tirar la
toalla aunque la salida y entrada de miembros fuese descontrolada y la cosa
pintara francamente mal, y desde aquella reunión, se ha dedicado a parir dos
grandiosos discos que nos devuelve la esencia de una de las bandas, no más populares,
pero si muy a tener en cuenta dentro de la escena de la Bay Arena.

Así pues, ya  existían ansias de poder disfrutar de EXODUS en vivo presentando
sus dos últimos discos publicados “The Tempo Of The Damned”, y “Shovel Headed
Kill Machine”, con su correspondiente nueva formación, que destaca tanto por
su solidez en estudio, y visto lo visto, por su potencial en directo. Una hora
y media de puro y machacón thrash metal da para mucho, y los californianos aprovecharon
cada minuto para machacarnos sin piedad alguna. Desde los headbaging individuales,
hasta un pogo central que su nuevo vocalista Rob Dukes se encargó de no dejar
de animar e incitar su continuidad, el concierto fue un tornado de los que hacen
historia. Aunque el cansancio ya se hiciera notar, aunque el público que se
acercó a verlos era menor del que en principio se esperaba, EXODUS puso el recinto
patas arriba a base de temas de nueva factura, entrelazados con su acertado
arsenal de clásicos.

Tampoco en esta ocasión, el sonido les hizo un favor a la banda, algo de lo
que ya, tras muchos conciertos vistos, empezábamos a acostumbrarnos (¡pero no
por ello dejaremos de quejarnos!). Aún así, los miembros del grupo salieron
a por todas, y cada uno de ellos se dejó la piel sobre el escenario. Destacar
la labor del batería Paul Bostaph, que con su contundencia y técnica provocaba
babeos incontrolados a los allí presentes. Y es que la experiencia que acarrea
dicho señor militando en distintas bandas míticas del estilo, dígase TESTAMENT,
SLAYER o FORBIDDEN (como el que no dice nada), solo hace justificar su potencial.
Y no menos dinámico fue el nuevo vocalista, que sabe comunicarse con el público,
animarlo en todo momento, mostrarse agresivo y transmitir esos mensajes destructivos,
y, porque no decirlo, ofrecernos un verdadero recital de escupitajos al aire
(prefiero pensar que lo que me bañó estando en el foso de fotógrafos, era el
sudor de la gente de las primeras filas).

De sus últimas obras publicadas sacaron a lucir “I Am Abomination”, “Raze”,
la propia

“Shovel Headed Kill Machine”, “Black List”, “44 Magnum Opus” o “War is My Shepherd”
entre otras, pero no cabe duda, que el concierto llegó a dimensiones memorables
con las descargas de sus clásicos “Bonded By Blood”, “A Lesson In Violence”
y “Piranha” (con esta interpretación en especial, el pogo parecía que iba a
explotar) de su debut “Bonded By Blood” allá por el 1985, y una “Stricke For
The Beast” como cierre que les quedó un poco deslucida por el engorroso sonido
presente. Técnica y caña burra a partes iguales marcó desde principio a fin,
el directo que descargaron EXODUS en esta edición del Lorca Rock. Sinceramente,
tenía muchas esperanzas puestas en esta nueva formación y superaron todas las
expectativas. Hasta los guitarristas Antonio Bernardini y Carlos Escobedo, ex
SOBER, ahora en SKIZOO, se quedaron observando todo el concierto con una muy
expresiva seña de satisfacción en sus rostros. Y es que no fue para menos.

QUEENSRYCHE [9.5 /10]

Como el que no quiere la cosa, de sopetón y a última hora, a la organización
del Lorca Rock les da por confirmar la inclusión de los norteamericanos QUEENSRYCHE
en su cartel. Toma ya. Primera y esperada visita de la banda a nuestro país,
y con nuevo disco en el mercado, la segunda parte de su piedra angula “Operation:
Mindcrime”. Sin duda, un incentivo de gran peso para no perderse esta edición
del festival. Lo que no llego a comprender, es más, lo digo a plena voz, quién
fue la persona que tuvo la “excelente idea” de colocar a QUEENSRYCHE a tan altas
horas de la madrugada. Estamos hablando de las 2.45 después de más de 12 horas
de festival, y encima salieron con media de retraso, es decir, a las 3.15, por
lo que las pocas fuerzas y el cansancio de todos los asistentes era más que
patente. Por lo que el concierto se inició bajo una aureola fría, tanto por
parte de la banda como por parte del público, aunque poco a poco un impulso
de intensidad comenzó a inundarnos.

Bajo un simple, pero efectivo juego de luces y decorado, QUEENSRYCHE nos golpeaba
de lleno con “Revolution Calling”, y tal y como vaticinábamos, aquel concierto
sería casi un compendio completo de la historia de Nikki, Sister Mary, el Doctor
X y toda la posible pléyade de personajes y pensamientos que interactúan en
esta historia creada por Geoff Tate que vio la luz con acompañamiento musical
en 1988, y que en este año, ha recuperado el hilo conceptual con su reciente
entrega discográfica.  La notas de la propia “Operation : Mindcrime” comenzaron
a sonar mientras que Tate, desde el fondo del escenario acompañaba y nos presentaba
a Pamela Moore, que ejecutó unas líneas vocales, coros y  duetos con el vocalista
que hizo las delicias para todos los seguidores de la banda. Llegados a este
punto, pudimos percatarnos que el estado vocal de Geoff Tate sigue siendo elevado,
estratosférico, y permanecería bajo esta plenitud de facultades hasta el final.
El resto de la banda, se mostraron un poco distantes, pero es que sobre el escenario,
ya sabemos todos, que el metal progresivo no incita a una gran movilidad. No
da para más. Aún así, demostraron la clase y la elegancia que poseen como músicos.

Continuaron QUEENSRYCHE elevando nuestros sentimientos hasta las nubes con
“Spreading the Disease” , la magnífica “Suite Sister Mary” y sin darnos tiempo
a asumir el gran momento que estábamos viviendo, nos entregaron  con una inspiración
propia de los grandes “The Needle Lies” y “I Don’t Believe In Love”, cerrando
así la tanda de canciones que nos hacía rememorar tan gran obra maestra de metal
progresivo. El seguimiento conceptual era de esperar, y un bloque de temas de
“Operation: Mindcrime II” se inició con “I ‘m American”, a la que le continuó
“One Foot In Hell”, “Hostage”, su single y uno de los temas más destacados de
este disco  “The Hands” y, finalmente  “Murderer”, donde Tate dispara (con esa
pistola que les jugó una mala pasada en cierto aeropuerto) y asesina ficticiamente
a un personaje postrado en una silla y con los ojos vendados (juraría que era
el organizador del festival…), logrando así una escena cargada de dramatismo.

Se notaba que estos temas aún no han terminado de calar entre sus seguidores,
la publicación de este disco se puede considerar reciente, pero no por ello
QUEENSRYCHE, tripulado por un Geoff Tate, repito, pletórico, bajaron la intensidad
ni rompieron esa atmósfera tan especial que habían conseguido y que nos envolvía
a todos los  presentes. Mas si cabe, si a las interpretaciones musicales, les
acompañaba una interpretación teatral, más o menos conseguida, pero lo suficiente
para nuestros oídos y miradas se prestaran de forma hipnótica. No quedaba el
ciclo conceptual cerrado, y la magnífica “Eyes Of A Stranger”, tristemente,
nos marcaba el final de este inolvidable concierto. El bis se hizo esperar,
y aunque predecible, fuera de los dos “Operation: Mindcrime”, las no menos categóricas
“Jet City Woman” y “Empire”, de su exitoso y también transcendental “Empire”,
daban por finiquitado un concierto realmente mágico.

Los grandes triunfadores sin duda. QUEENSRYCHE en una hora y cuarto interpretó
un listado de temas de esos que no se olvidan con facilidad; cargado de emotividad,
de calidad y de todos los adjetivos de descripción positiva que podáis imaginar.
Poco más que decir, solo reacordarle a los que os perdisteis este directo, que
ya les falta tiempo para comenzar a contar los días que faltan para que vuelvan
a visitarnos.

A modo de cierre de este reportaje, muchos habréis observado que faltan algunas
crónicas de grupos también participantes en esta edición del Lorca Rock. Concretamente,
ONSLAUGHT, NIGHTRAGE y DEVILDRIVER, pero sería poco honrado y creíble realizar
las correspondientes reseñas sin haber presenciado gran parte de sus directos.
Al solaparse las actuaciones, y, como habréis comprobado, al visitar de vez
de en cuando servidor y Sergi Ramos la zona de presa para ir publicando los
adelantos que ya habréis tenido ocasión de leer, nos fue físicamente imposible
ver (y disfrutar en más de una caso) más de tres o cuatro temas de los citados
grupos. Esperamos que sepan perdonárnoslo.

Texto: Satur Romero / Fotos: Satur Romero / Sergi Ramos

Datos:Recinto Ferial Santa Quiteria
Lorca
Público: 8000 personas
Promotor: Frontline / Sufriendo & Gozando

Día:17/06/2006

Puntuación:9