HELLOWEEN + GAMMA RAY + AXXIS
Es reconfortante asistir a un concierto y ver como la sala está llena hasta la bandera, y más cuando las bandas que descargan son leyenda viva del metal alemán (power metal o de corte centroeuropeo, como uno guste llamarlo). Pero si piensas que no hace mucho dichas bandas llenaban por si solas la Razz I, es que la cosa no ha mejorado precisamente para ellas. Llenar una sala de 2000 personas un martes es destacable, pero más lo es el hecho de haber tenido de recurrir a la unión de fuerzas y a segundas y terceras partes de los discos más recordados: LAND OF THE FREE II y KEEPER OF THE SEVEN KEYS III son ases que ya han gastado las bandas cuando ventas e inspiración les empezaban a dar seriamente la espalda. Y 37 € del ala hacen mucho, mucho daño en los bolsillos, especialmente cuando en otras partes de España las entradas son mucho más baratas. En fin, el caso es que el público estuvo allí y cumplió a las mil maravillas, y afortunadamente las bandas estuvieron más que a la altura.
AXXIS: Sin tiempo para nada 6,5/10
Los que hicieron caso de las entradas se perdieron a unos Axxis, esta vez sin vocalista femenina y con un teclado muy protagonista. Es la orientación de sus últimos trabajos que pese a aguantar bien el tipo palidece frente al material antiguo. A pesar de su posición en el cartel sus fans se cuentan a centenares, y los más fieles estaban abarrotando las primeras filas media hora antes de dar inicio. Sus últimos trabajos no le llegan al nivel de sus inicios ni tampoco al BACK TO THE KINGDOM (por cierto, ¡ni un solo tema del disco!) pero “Dooms of Destiny”, “Angel of Death”, “Tales from Glory Island” o “Bloodangel” funcionan perfectamente en directo. Pero cuando suenan “Little War” o “Little Look Back” la reacción de los asistentes es otra y hasta el sonido y orientación de los cortes es otra. Está bien confiar en tu nuevo disco, pero quizá un par de clásicos más hubieran dado más relevancia a la actuación. Bernhard Weiss sigue tirando del recurso de la chuleta, esta vez en catalán, con la que se dirigió al público y ejerció de simpático frontman. Sonido algo flojo de volumen pero muy nítido, y es que se notó que las tres bandas grababan sus actuaciones.
GAMMA RAY: Cumpliendo y teloneando 7,5/10
Debe haber una gran camaradería en esta gira pues las tres bandas utilizaron lamisma estructura de batería, la cual cosa agilizó los cambios. En internet circulaba un set-list muy conservador por parte de unos Rayos Gamma que parecía que daban totalmente la espalda a su notable última entrega. Afortunadamente hubo sorpresas y las huestes del divo pelirrojo sorprendieron. “Into the Storm” es candidata a quedarse in aeternum en los futuros set-lists, un status del que ya goza la inmortal happy “Heaven Can Wait”, coreada por todos. Hansen domina perfectamente sus cuerdas vocales y mantiene la melena. Voz y pelo fueron dos de las cosas que escasearon a principios del 2000, pero que ya parece que sean temas subsanados de manera definitiva. Henjo Richter lució unas gafas propias de invidente a lo John Lennon y Dan Zimmerman luce ya algo de barriguita teutona. Mr. Schlater parece que sigue manteniéndose en plena forma a base de gimnasio. Musicalmente como siempre, es decir de notable alto para arriba y motivados por grabar DVD. “New World Order” ya se puede considerar clasicazo de la banda, lastima que el interludio nazca de un fragmento del solo de “I Want Out”. Y la sorpresa llegó con un triple ataque a su último disco: “From the ashes”, “Real World” y “Empress” dejaron claro que en directo no desentonan entre tanto himno, pero también se notó de que pie cojean. Las inevitables influencias de Accept y Iron Maiden se hicieron más que evidentes. Quedaron fuera “The Silence” y “Land of the Free”, imperdonable para muchos pero interesante para ver como funcionan sus nuevas apuestas. La inmortal “Rebellion in Dreamland” puso el gran momento a la velada, masivamente coreada y tremendamente ejecutada. “Heavy Metal Universe” es pura fiesta, puño en alto, botes y letras básicas y efectivas. Kai nos nizo cantar sin hacerse pesado, pero es el momento ideal para ir a buscar cerveza o descargarla en el lavabo en forma de orina. La que personalmente no esperaba fue “Somewhere Outr in Space”, precioso y elaborado tema que no se repite más que el estribillo y que gracias a los dioses Kai no nos hizo cantar el estribillo una y otra vez. Dicho uso y abuso hizo que algunos llegáramos a aborrecer dicho corte por lo cansino del estribillo cantado. El regalo cayó en forma de “Ride the Sky” que sonó con un previo amago a “Future World”. Feroz, potente, hímnica y definitiva, un tema así siempre funciona y más si Helloween vienen luego. El bis lo puso la preciosa “Send Me a Sign”. Es curioso que un tema escrito por Richter sea el encargado de cerrar la velada, pero hasta Kai debe rendirse a la evidencia de que Gamma Ray posee a cuatro grandes compositores y “Send Me a Sign” es uno de sus mayores aciertos.
Siempre puedes confiar con los directos de los Ray, pero desde hace algún tiempo parece como si fueran a piñón fijo y saldaran sobradamente sus shows con piloto automático. No llegan a sonar mecánicos y más con alguien tan próximo como Kai de maestro de ceremonias pero sí que da la sensación de que podrían soltarse más. Puede que sea el hecho de ejercer de teloneros y que el set sea más propio de festival que de gira. Sinceramente, que raro se hace ver a Gamma Ray teloneando a alguien…
HELLOWEEN: Momento dulce 8,5/10
Si algunos creían que ambas bandas iban acompartir cabeza de cartel Helloween dejan patente enseguida que son ellos los que están arriba de todo, pues el montaje que traen esta vez es, cuanto menos, impresionante. Plataformas, de las que también disfrutó Gamma Ray, decoradas como la portada del disco, un muñeco gigante y una ruleta giratoria. La batería de Dani Löble con timbalas de esas que sólo se utilizan en los solos y un grupo vestido de gala, especialmente un Deris ataviado con una chupa preciosa y espectacular.
Un inicio con “Halloween” y “March of Time” es ya algo que debe motivar hasta los más críticos de Deris, y así fue, los presentes estaban entregados pese a las muchas horas de pie. Yo no sé si con el tiempo nos hemos acostumbrado a la voz de Deris o el chico ha ido adaptando su garganta y tesituras vocales a las canciones, pero son muchos, entre los que un servidor se incluye, que cada vez vemos menos blasfémicas sus interpretaciones en los clásicos de los KEEPERS. Entregado, líder y tremendamente divertido y comunicativo con su spanglish de corte alemán, supo lidiar una noche como pocas veces le he visto. Quizá no estuvo perfecto de voz o no a la altura de su última venida, pero convenció ámpliamente a la concurrencia. Las nuevas balas como “As Long As I Fall” y “Paint a New World” fueron fogueadas con excelentes resultados. El disco es notable y sus temas más granados bien reclaman espacio merecido en el set-list. “A Tale that Wasn't Right” es otra perla a la época dorada pese a haber sido probada ya en la última gira. En cada clásico de esos tiempos la audiencia se dejaba la garganta. Cabe destacar que a Weikath se le ve más sonriente y feliz y en ningún momento se encendió el característico cigarrillo que suele vivir entre sus labios. Sascha Gerstner está plenamente adaptado al combo, trabaja perfectamente sus partes y luce un look algo glam-sleazy. Grosskopf al bajo fue vitoreado una y otra vez, con sus habituales poses y caras y luciendo un look más setentero patillas largas inclusive.
El momento del solo de batería fue largo largo; si uno decide ir a por cervezas corre el riesgo de emorracharse pues tiempo tiene para ello. Pero la primera parte de éste es imprescindible no perdérsela. Haciendo gala de su habitual buen humor nos regalaron un momento algo Monty Python con una especie de guiñol en el que bajista, guitarra y cantante se disfrazan de enanos barbudos, con instrumentos más liliputienses y se meten con el batería. Deris habla en castellano filtrado por el efecto de voz pitufa. Las carcajadas fueron sonoras pese a que a más de uno le pudo parecer horrible y fuera de lugar. Chapeau para un servidor, el “Smoke on the Water” con voz pitufa es tan original como todo el guiñol en si. Finalmente Weikath, haciendo gala de su personalidad algo pasiva ametralla a los enanitos con una ametralladora. Tremendamente aplaudido muy a pesar de que el solo posterior de Löble aburrió de lo lindo a pesar del fogonazo final de pirotecnia y a sus buenas dotes como batera.
Otra fielmente coreada fue la extensa “King of thousand Years” muy aplaudida y demostrativa que hay bastantes seguidores nuevos que nacieron con el tercer KEEPER. Le siguió la interesante “The Bells of the Seven Hells” pero palideció algo al enfrentarse seguidamente con “Eagle Fly Free”. Si hace años me parecía que Deris cometía una carnicería con el tema hoy por hoy afirmo sin rubor alguno que el alemán la sacó adelante sin problemas, dentro de sus posibilidades, pero la mar de bien. Sí que en algún momento apunta con el micro al público pero no abusa excesivamente del recurso y la mayoría de agudos complicados los saca airosamente. “If I Could Fly” representa al oscuro THE DARK RIDE. Se agradece que los temas de la era Deris sean recibidos como si de clásicos se trataran, el peso del tiempo los ha puesto en el sitio que bien merecen. No esperaba la llegada del “Dr. Stein”, pero con ella vino el delirio, el bote generalizado y el final de la primera parte.
Aplausos merecidos y tras una corta espera el esperado meadley. El riff de “Perfect Gentleman” fue un amago pues cayó “I Can” del olvidado BETTER THAN RAW con un Deris vestido cual Alice Cooper, sombrero de copa incluido (un perfecto caballero…) “Where the Rain Grows” y esta vez si, “Perfect Gentleman”, reivindicaron esa maravilla llamada MASTER OF THE RINGS. Deris nos hizo corear una y otra vez ese estribillo y consiguió que el momento karaoke no fuera un tostón como a veces suele pasar. “Power” era obligadísima, una verdadera lástima que fuera la única referencia a THE TIME OF THE OATH. El colofón lo puso la inmortal “Keeper of the Seven Keys”, gran balada que fue cantada primero por todos y luego entró la banda. Hay que hacer notar que del RABBIT DON'T COME EASY ni rastro, a la altura de CHAMALEON y del PINK BUBBLES…
Y llegó el gran momento, ocho músicos sobre la escena y el puntazo de ver a Kai Hansen tocando con Weikath y Grosskopf entre sonrisas. Coreografías típicas con las guitarras y Deris y Hansen turnándose en las voces, pero no nos engañemos del todo, el peso lo lleva el vocalista de Helloween que es el que le marca cuando entra el pelirrojo. Obviamente “Future World” y “I Want Out” fueron las elegidas y poco queda comentar la alegría y pasión que desataron tanto la hermandad como los clásicos entre la gente. Fin de fiesta impecable y reverencias con el “oeoeoe” de fondo.
Pese a lo sangrante del precio la verdad es que la inmensa mayoría de los asistentes salieron más que convencidos del evento. Ya no sólo es el peso histórico de ver a Kai y Weikath espalda contra espalda, las tres bandas ofrecen unos grandes directos y el montaje de Helloween es espectacular. Si grabaron el concierto de ayer puede ser por dos cosas: o porque quieren aprovechar el momento dulce del que gozan o simplemente porque grabar en Barcelona sale muy barato, pues ya vienen grabando por estas tierras cada cierto tiempo. A los que dudáis de si vale la pena asistir, sólo puedo decir que es un inmejorable inicio de temporada para el 2008. ¡Conciertazos!
Texto: Zelig Fotos: Penumbra
Promotor:Go On Agency
Asistentes:1900
Día:15/01/2008
Hora:19:15
Sala:Sala Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
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