Harem Scarem tira de show corto y coros pregrabados

Pero al final todo fue agridulce, especialmente por unos coros enlatados muy protagonistas y una escasa hora y 10 minutos de directo. A pesar de todo cabe recalcar que Harem Scarem son técnicamente exquisitos, que su nuevo disco “Higher” es muy bueno y que Harry Hess es un cantante espectacular.

Era un sueño hecho realidad… llegar a ver a los canadienses Harem Scarem era algo que personalmente ya había descartado. Estos gigantes del AOR han escrito álbumes legendarios y para muchos de nosotros el “Mood Swings” es una de las cumbres del estilo. Así que las ganas de llegar a la Bikini y saciar la sed de verles era enorme. No era el único puesto que la entrada fue realmente buena. Pero al final todo fue agridulce, especialmente por unos coros enlatados muy protagonistas y una escasa hora y 10 minutos de directo. A pesar de todo cabe recalcar que Harem Scarem son técnicamente exquisitos, que su nuevo disco “Higher” es muy bueno y que Harry Hess es un cantante espectacular.

Antes de que los de Toronto hicieran acto de presencia estuvieron entreteniendo al respetable una agrupación catalana con muy buenas ideas. Giant Rev son diferentes a la mayoría de agrupaciones de hard rock-AOR y se atreven con un material arriesgado pero accesible. Cantante teclista, muchos coros y base rock aunque bebiendo de diferentes fuentes tan dispares como los Queen de los 70, retazos Muse y algo del olvidadísimo Robby Valantine. Semejante cóctel descolocó a muchos pero agradó a la mayoría, con coros espectaculares y piezas tan convincentes como “Little Beast”. Dio un poco la sensación de que hay un material algo dispar que bien hilvanado puede terminar desembocando en algo sumamente atractivo. Esta misma pieza se acerca especialmente a los Muse de “Origin of Symmetry”. Impresionantes agudos por parte de su vocalista y contundencia sónica a pesar de que en general esa noche el volumen estaba excesivamente alto.

Ya en el gran inicio con “Higher” y “Here Today Gone Tomorrow” vimos que la pulcritud y perfección de Harem Scarem era algo exagerada. Hess cantaba como los ángeles y el combo funciona como un reloj demostrando que este nuevo material es capaz de hacerte revivir los mejores tiempos del combo. Son elegantes y sus melodías tan trabajadas como perfectas… pero lo de los coros es algo que te puede cabrear enormemente, especialmente cuando este grupo la mitad de su sonido son las segundas y terceras voces. Por mucho que Pete Lesperance, Stan Miczek y el bueno de Darren Smith movieran su boquita, no cuela.

Si estos “detallitos” te son insignificantes pues estaríamos hablando de un show casi perfecto, pero recordemos que Giant Rev tiraron de coros y el siguiente domingo Voyager se trabajaron unos coros estratosféricos. El señor Hess nos anunció a bombo y platillo que era su primera visita a Barcelona y que “Hard to Love” era un regreso a su ópera prima. Muy bien recibida por un público entregado y extasiado por lo que veía y oía. Repito, el volumen era exageradamente alto a pesar de que sonaba todo perfectamente en su sitio y en su justa medida. “Stranger than Love” nos sumió en el éxtasis al ser la primera visita al “Mood Swings”. AOR excelente bordado en lo técnico y con el bueno de Darren Smith ganándose al público cada vez que podía. Le siguió otra pieza del seminal disco como es “Sentimental Boulevard”, con teclados disparados y ese feeling inigualable.

“Bite the Bullet” está a la altura de la leyenda y deja patente que “United” es una obra destinada a ser recordada. Si cayeron hasta cinco piezas de su nuevo álbum es porque lo merece. Aquí la gente movió los brazos de un lado al otro siguiendo a maestro de ceremonias. Luego volvimos al “Mood Swings” con el preciosismo de “If There Was a Time”. Otra de las obligadas y uno de los momentos más exigentes para un Hess que dio el callo bordándola. Volvimos al túnel del tiempo en “Slowly Slipping Away”, otra de su primer “larga duración” para satisfacción de muchos. Está claro que la melena de Harry Hess no es la misma…

Desgraciadamente ya quedaba poco y la cosa pasaba volando. Uno de los grandes momentos de la noche lo vivimos en “Change Come Around” donde lució la base rítmica de inicio haciendo bailar al público. Llevo tres días con su pegadizo estribillo repitiéndose en bucle en mi mente, por lo que os aseguró que fue una auténtica maravilla. “Mandy” fue la instrumental de enlace que permite a Hess reposar su voz mientras se luce Pete Lesperance, preciso y elegante. “Garden of Eden” fue la única concesión a “Thirteen” para luego mantener el listón en todo lo alto con la imprescindible “No Justice”, posiblemente el tema más conocido y emblemático de la banda.

Hubo sólo dos bises que nos dejaron realmente fríos a todos, por lo escaso del set y por tratarse de dos piezas nuevas: “Sinking Ships” y “No Regrets”. Son dos temas maestros, y de verdad que “United” es un disco que cada vez que escucho más me convence de que esta gente está de vuelta a sus mejores tiempos compositivos, pero el grupo posee mucho material como para tener que despedirse con canciones nuevas. Y cuando muchos esperaban que salieran para rematar con otra ráfaga de gemas melódicas nos piden que posemos para la foto de su Facebook dejando a los fans con la cara desencajada. Puede que sea cosa mía y que no soporte que se tire de pregrabado en los coros, pero si a eso le añades un show tan corto siendo cabezas de cartel creo que la cosa dista mucho de lo que yo esperaba de Harem Scarem.