Ver a Glenn Hughes sobre un escenario es siempre un placer, no hay duda al
respecto. Y se da el caso de que Hughes es uno de esos artistas que, como el
buen vino, a medida que pasan los años se vuelve mejor. Tras un último disco
que se ha convertido en uno de mis favoritos por los siglos de los siglos (“Songs
In The Key Of Rock”), las esperanzas que tenía sobre éste concierto de Glenn
Hughes me imagino que eran demasiado altas. Que nadie me entienda mal, lo del
pasado domingo 28 de septiembre fue jodidamente increíble se mire bajo el standard
que se mire: ahí tienes a un tio que ha pasado por las mayores bandas de rock
de la historia, llenando de gente una sala a muchos miles de kilómetros de su
casa, cantando mejor que hace 15 años, y con un repertorio que a buen seguro
podría provocar ataques de histeria colectiva a cualquier grupo de fans de la
música rock.

El problema, de todas maneras, no es el estado de Glenn, ni la sala, ni la
asistencia, ni los músicos. Sino que, simplemente, de todo el repertorio que
tenía para escoger, tocó una gran cantidad de temas densos y poco adecuados
para el contexto de una actuación en directo. De todas formas, a medida que
fue avanzando la actuación fue arreglando progresivamente algo que en sí no
supone un problema, ni una decepción. Probablemente, había fans que deseaban
escuchar algo del “Addiction” y esa noche vieron como sus deseos se hacían realidad.
Pero quizá había otros que esperaban escuchar algun tema más del nuevo disco
(“Gasoline” o “Lost In The Zone”) o sin ir mas lejos algún tema de su disco
AOR del 94, como muy bien podría haber sido “From Now On”. O incluso algo más
de HUGHES/THRALL , tipo “I Got Your Number”. Evidentemente, no se puede tener
todo en esta vida, pero Glenn podría haber distanciado mas entre sí lols temas
mas calmados, ya que la parte central del concierto se hizo algo sosa, y se
que Glenn puede ofrecer algo mucho mas rockero, máxime si tenemos en cuenta
que esta es la gira de un disco llamado “Songs In The Key Of Rock”. Vamos a
ver, no hizo un concierto de House-Techno-Dance, evidentemente. Pero podría
haber sido un poquito mejor.

Tras un mas que impresionante concierto de Jeff Scott Soto, un buen numero
de fans corrieron en la media hora disponible hacia la sala Bikini de la calle
Deu I Mata para presenciar otro concierto impresionante bajo otro baremo. Hughes
es un artista que ha madurado increíblemente como compositor en los últimos
5 o 6 años, pasando de una época extremadamente oscura marcada por su paseo
por el lado salvaje a una epoca de limpieza fisica y espiritual, sin drogas,
con una renovava fe en Dios y con un planteamiento vital basado en el trabajo
duro que ya quisieran muchos músicos. Y le ha servido de algo. Sus discos actuales
son los mas inspirados que ha compuesto en gran parte de su carrera, y su estado
vocal es tan envidiable que Jeff Scott Soto estaba babeando durante el concierto
de Glenn en un lateral de la sala.

“In My Blood” fue el primer tema de la noche, y simplemente me maldigo a mi
mismo por estar aun entrando por la puerta de la sala, ya que es mi tema favorito
de su nuevo disco. De todas formas, luego pude resarcirme con la sentimental
interpretación de “Higher Places”, el particular tributo que Glenn rinde al
fallecido batería de LED ZEPPELIN, John Bonham.

Fue entonces cuando Glenn se presentó oficialmente ante  la audiencia entre
bromas. Indico, con tono afeminado que “Rob Halford solía vivir en Barcelona
y siempre me decía ‘Glenn, Barcelona essss lo mejor” ante las risas del público.
Añadió “realmente, quiero mucho a Rob”. Se quedó un poco pensando la coña evidente
y dijo “pero estoy seguro de que Rob me quiere mas a mí”. Finalizó proclamando
que Halford tiene un pene muy grande y que el no es gay. Tras ello comenzó la
parte mas relajada del set –no obstante el dia anterior le habían quitado la
escayola del pie así que me imagino que todo tiene una razón- y dio paso a ella
con “Written All Over Your Face”, uno de esos medios tiempos hipnóticos de su
último disco. El solo de J.J. Marsh en el tema es de otra galaxia y Glenn miraba
a su querido guitarrista durante toda la actuación con verdadera admiración.
Cuando alguien que ha tocado con Blackmore, Bolin, Iommi, Moore, Norum e innumerables
mas te mira con esa cara, debe ser el mayor cumplido sobre la faz de la tierra.

Glenn miraba las letras de los nuevos temas en unos papeles que tenía a pie
de micro y nos aseguraba que se ponía las gafas de sol para poder leer lo que
ponía si no con todas las luces en su cara no atinaria a hacer mas que indescifrables
ruidos en vez de cantar. Y como el que no quiere la cosa, nos llevó 33 años
atrás en el tiempo hasta el “Medusa” de TRAPEZE, cuando Glenn unicamente tenía
18 añitos. Interpretó un “Seafull” que me pareció somnoliento, pero el publico
parecía encandilado, así que no seré yo quien arruine el momento.

Finalmente decidió dar un poquito de caña, y se descolgó con un “Can’t Stop
The Flood” que puso patas arriba la sala, seguido de un tema de “Addiction”
que tocaba por primera vez en directo y que presentó como “un tema de mi etapa
mas oscura, por suerte, ya estoy bien”. Y acto seguido sonó “Blue Jade” poniendo
de nuevo todo Bikini patas arriba ante un tema relativamente desconocido.

A partir de ahí Glenn ya se fue directo a por los clásicos y sonó un “Mistreated”
que erizó el vello de hasta los imperturbables miembros de seguridad de Bikini
(me imagino). En esta ocasión no abusó tanto de los agudos como cuando vino
con Joe Lynn Turner, y a mi lado, Jeff Scott Soto –el cual ya hacía un rato
que había llegado al concierto- estaba con la boca literalmente abierta, mirando
a Glenn con incredulidad y totalmente alucinado y comentando con su guitarrista
Howie Simon la jugada. Le escuché decir “es increíble” en mas de una ocasión.

“Where Do You Go?” del último disco, uno de los temas con mas groove, fue el
siguiente en sonar, para posteriormente atacar con “Getting’ Tighter”, el cual
finalizó el set. La gente obviamente pidió mas, coaccionados por el road manager
de Glenn que salió a animar el cotarro a través del micro. Mientras se escuchaban
las risotadas de Scott Soto y Hughes en el backstage y es que la sorpresa era
inminente. Glenn salió de nuevo con su banda e interpretaron el “Seventh Star”
que Hughes grabara en su dia con Tony Iommi, y mas adelante “un tema que compuse
junto a David Coverdale”. Ni mas ni menos que “You Keep On Moving” del “Come
Taste The Band” de DEEP PURPLE. Un grupo de acérrimos pedían “Coast To Coast”desde
el fondo de la sala, pero no tuvieron suerte. Sin embargo, todos fuimos indudablemente
afortunados al presenciar un momento histórico. Antes del último tema, Glenn
invitó a Jeff Scott Soto al escenario y juntos interpretaron una electrizante
versión de “Burn”, fundiéndose ambos en un abrazo posteriormente y dandose un
tierno beso en la mejilla que denotaba una amistad inquebrantable, de esas que
pocas veces se ven en este negocio.

Posteriormente, se habilitó una mesa en el centro del recinto, se echó al publico
de la sala principal y un buen numero de fans tuvieron sus momentos a solas
con Glenn Hughes tras el concierto, algo que el promotor Robert Mills siempre
suele hacer con sus artistas y que me parece sinceramente loable. Sin ir mas
lejos, yo mismo tenía unas ganas increíbles de conocer al Sr.Hughes tras haber
hablado telefónicamente con él y su mujer en multitud de ocasiones y no me decepcionó:
es un auténtico encanto de persona en la realidad. Atento, amable y humilde.
Cualquiera que le conociera esa noche probablemente se llevó la misma impresión.

Desde el escenario anunció que en Marzo o Abril volverá con Joe Lynn Turner
por España así que cuento los dias.

Texto y fotos: Sergi Ramos

Datos:

Sala Bikini
Barcelona
Promotor: Robert Mills
Publico: 600 personas aprox.

Día:28/09/2003

Puntuación:8