Enésima visita de Kai Hansen y los suyos a la Ciudad Condal y noche para el recuerdo de la mano de Gamma Ray y de Rhapsody. A pesar de que este cartel en 1998 lo hubiera petado, no está mal el poder ver una sala Apolo casi repleta, y eso que el precio de la entrada invitaba a pensárselo, y más teniendo en cuenta el calendario que se nos viene encima. El nuevo “Empire of the Undead” ha devuelto la fe perdida a muchos fans que veían a un Kai Hansen algo perdido en temas de composición.

Enésima visita de Kai Hansen y los suyos a la Ciudad Condal y noche para el recuerdo de la mano de Gamma Ray y de Rhapsody. A pesar de que este cartel en 1998 lo hubiera petado, no está mal el poder ver una sala Apolo casi repleta, y eso que el precio de la entrada invitaba a pensárselo, y más teniendo en cuenta el calendario que se nos viene encima. El nuevo “Empire of the Undead” ha devuelto la fe perdida a muchos fans que veían a un Kai Hansen algo perdido en temas de composición. Antes estuvieron en la firma de discos en la tienda Pentagram. El caso de Rhapsody es más especial. A lo Made in America. Existen dos Rhapsodys, el de Alex Staropoli y Fabio Lione y el de Luca Turilli. Una situación absurda como las de Queensryche, L.A. Guns y tantos otros, pero a la italiana. Se avanzó la hora del concierto pero los fieles a la causa estaban allí. Valía la pena.

Esta nueva encarnación de Rhapsody funciona realmente bien. Ya han estado de visita por nuestras tierras y en Wacken han demostrado un gran nivel. Nada que ver con esa banda primeriza y chapucera que entre 1998 y 2002 contaba sus conciertos como sonados fracasos. Hoy en día el grupo cumple y con creces. Su nuevo material también está a la altura. Sonó la intro “Vis Divina” para dar cancha a “Rising  from Tragic Flames”. Ampulosidad, orquestaciones vía samplers pero mucha entrega. Si Lione anda metido en Angra, Vision Divine y Kamelot no es por casualidad. Ha crecido enormemente como vocalista y frontman. El fichaje de los hermanos Alex y Oliver Holzwarth ha sido todo un acierto, y Tom Hess excelente haciendo de Turilli. El regalo fue ese “Land of the Immortals” de su primera obra, de la que siempre se acuerdan. Coreo masivo en “The March of the Sword Master”. Rhapsody of Fire tenían poco espacio debido al gran montaje que utilizarían Gamma Ray. Pero el éxtasis llegó con “Unholy Warcry”, otro de sus himnos infaltables. La sala se iba poblando paulatinamente y las ganas de verles era evidentes.

Y tras “Dark Wings of Steel” Fabio nos quiso oír cantar un poco. Su mezcla de castellano e italiano es curiosa pero ideal para comunicarse. Dijo que “Lamento Eroico” era la primera canción que grabaron en italiano y por ello era especial. Las voces sampleadas del gran “Saruman” retumbaban en la sala. El binomio ganador de “Holy Thunderforce” y “Dawn of Victory” dio mucho de si. Cantadas a pleno pulmón y con un Staropoli que han ganado dinamismo, presencia y estilismo. Hace posturitas heroicas, nada que ver cuando empezó. Quedaban los bises y realmente les estaba quedando un concierto de cine. Primero sería “Reign of Terror”, un gran tema, complejo, elaborado y que funciona de maravilla en directo. Está bien dejarla en la traca final demostrando que los nuevos Rhapsody son capaces de emocionarnos todavía. Y el delirio cayó con la hímnica “Emerald Sword”. Más de media sala votando ante el estribillo cantarín y los pasajes preciosistas. Gran concierto y mucha cancha dada para ser los teloneros. Disfrutaron de un sonido exquisito y concierto a concierto demuestran que Rhapsody of Fire están a la altura. Lejos quedan errores garrafales como esa primeriza formación desastrosa, las fotos con el muñeco de trapo Aresius o la pretenciosa etiqueta “Epic Symphonic Hollywood Metal”. A pesar de todo ello Rhapsody abrieron una puerta por la que entraron centenares de bandas. Si todavía funcionan es que realmente fueron los mejores en su día.

Se intuía en el ambiente que este concierto iba a ser algo especial. El caché de los Gamma ha ido cayendo disco a disco y con directos meramente correctos. Su última actuación en Wacken fue incluso al mediodía y no llegó ni a la hora cuando Hansen siempre ha sido uno de los jefazos. Pero las cosas puede que cambien con “Empire of the Undead”. El disco recupera parte de la inspiración perdida y el grupo ataca el directo con muchas ganas. Parte de la culpa es de Michael Ehré. Con poco tiempo se ha ganado a la gente y está haciendo olvidar al gran Dan Zimmerman, pieza que parecía imprescindible. Gran montaje con amplis blancos y la batería elevada sobre plataformas. Después de sonar el “Bad Reputation” de Joan Jett sonó la mítica “Welcome” para que el grupo entrara con esa maravilla llamada “Avalon”. Extenso tema que reúne lo épico y las características guitarras juguetonas y melódicas. Hay que notar que el bueno de Hansen luce unas líneas de bon vivant y una media melena. Henjo y Schlachter siguen inalterables al paso del tiempo. Los coros del estribillo sonaban pregrabados, algo que no suelen hacer Gamma Ray, pero sería sólo en los temas nuevos. Sorpresa total con “Heaven Can Wait” y locura total. Hacía tiempo que no veía el Apolo tan desatado y cantando con tanta fuerza. Las ganas de verles en directo eran evidentes.

Se demostró que el nuevo material funciona de la mano de “Hell Bent”, bautizada con el añadido de “for metal”. Inicio puramente Gamma Ray y un desarrollo duro y contundente. El momento que más disfrutamos los antiguos fans fue la concesión al “Insanity and Genious” con “Tribute to the Past”. Sus seis primeros discos son tan brillantes que recuperen lo que recuperen siempre es bienvenido. Grande el ver que la mayoría la conocían. El factor sorpresa funcionó cuando Kai nos dijo que la siguiente canción versaba sobre “salir fuera”. “I Want Out” de Helloween dejó a mucha gente con cara de “¿Ya?”. Otra dosis de temas de la nueva hornada con “Pale Rider” y la semibalada “Time for Deliverance”. Excelente el nivel vocal de Kai Hansen, siempre secundado por los coros de Dirk. Es de las mejores noches que nos ha regalado Gamma Ray hasta la fecha. Luego vino el bajón importante con el extensísimo solo de batería de Ehré. Sigue los pasos de Zimmerman con un estilo muy metal y adornado con el acompañamiento de canciones. Estuvo realmente original uno de los ragtimes más famosos: el de la película “El golpe”. Dirk fue más comedido en su ejercicio solista y dio paso a “Blood Religion”. Antes Kai nos hizo cantar luciendo sonrisa y carisma. El tema del vapuleado “Majestic” realmente funciona y es el momento ideal para hacernos cantar. Con el tiempo nos ha llegado a convencer.

Es bueno que el grupo haya dejado de hacer cantar al público con el “Heavy Metal Universe”. Terminó por ser cansino a más no poder. Las dos joyas que presentaron la última vez fueron recibidas como si de clásicos se trataran. “Master of Confusion” es ya un nuevo clásico y “Empire of the Undead” es cruda, intensa y rápida, conectando con los primeros trabajos de Helloween. Momento de respiro y el pelirrojo nos avisó que tenía tres canciones seguidas que nos iban a gustar. EL triunvirato de “Land of the Free”. Primero una versión recortada de “Rebellion in Dreamland”, luego la hímnica “Land of the Free” y finalmente una muy lucida versión de”Man on a Mission”. Éxtasis, saltos, cánticos y la gente plenamente convencida. Los bises estaban más que cantados. Primero la para muchos obviable “To the Metal”.Una especie de remake de himno de amor a la causa. Antes Kai nos preguntó cuál era nuestro estilo favorito de música: ¿Hip hop, rap, flamenco…? Curiosamente dijo que el flamenco le gustaba. Y el final llegó con “Send Me a Sign”, esa pieza redonda, melódica y adictiva. El final de rigor coreografiado finalizó entre aplausos y vítores. Otra gran niche, y esta vez bordeando las dos horas.

He podido ver a Gamma Ray más de 20 veces y considero que el estado actual es quizá el mejor desde la gira de “Powerplant”. La barriga de kai ha crecido, su pelo largo es más corto… pero su voz sigue brillando; y eso es lo que realmente importa. A ello hay que sumarle que las musas les visitaron en estudio y que la gente acudió al concierto. Todo son buenas noticias para unos rayos Gamma que últimamente habían quedado realmente devaluados. Si a eso le sumamos unos Rhapsody of Fire al cartel, nos queda una noche fantástica con más de tres horas de show. ¡Una de las giras del año!

Promotor:RRS Promo / Eclipse Group

Día:2014-04-03

Hora:20:00

Sala:Apolo

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9