Y se armó el Belén con la venida de ENTWINE, justo en el preámbulo de las fechas navideñas. La primera visita de los finlandeses planteaba una serie de incógnitas que, según se iba acercado la fecha, se fueron disipando. Por un lado, quedó claro que la formación cuenta con una serie de incondicionales que corean hasta la última nota de cada canción. Por otro, que pese a esas muestras de apoyo irracional, el número de seguidores de la banda no permite realizar grandes florituras organizativas ni arriesgar lo más mínimo en traer a este tipo de grupos.

Con todo y con eso, la gente de esta promotora novel se lió la manta en la cabeza para otorgar esta gran oportunidad para los acérrimos de los finlandeses. Por unas circunstancias o por otras, esta vez nos tocó presenciar el espectáculo desde detrás de la barrera. Y es así como os podemos traer una versión algo más atípica de lo allí sucedido. 

A primera hora de la tarde llegada la expedición de músicos y organizadores, procedentes de Barcelona. Tras un día de reconocimiento por la Ciudad Condal, en el que Mika, Tom, Jaani, Joni y Aki pudieron comprobar las bondades de la vida mediterránea, además de alguna que otra bebida espirituosa, tocaba viajar en autobús, y así lo hicieron. Junto a ellos, la gente de EMBELLISH al completo y algún que otro acompañante que se desplazó para la ocasión. 

Comenzaba el ir y venir de instrumentos y personas, pero llegaba también el primer problema de la tarde: la batería no estaba en el recinto. Por aquel entonces pudimos saber que el horario disponible para aquella noche sería recortado notablemente debido a la celebración posterior de una fiesta que nada tenía que ver con el concierto. 

Solventado lo del set de batería, ahora las cuestiones pendientes tenían que ver con las luces y los medios dispuestos para el show. Finalmente, todo parecía encarrilarse y con todo el equipo dispuesto, sólo faltaba esperar la llegada de la gente y llevar a cabo unas rápidas pruebas de sonido.  

Últimos detalles preparados y el ambiente comenzaba a caldearse en las inmediaciones de la sala. La gente de LITIO estaba ya preparada y su salida coincidió con nuestra entrada en la sala una vez comenzado el concierto, después de haber acabado con las últimas peticiones de las bandas. Los madrileños tuvieron que plantar cara ante una sala algo desangelada y que poco a poco fue tomando color – en este caso, oscuro – según se acercaba la hora de los cabezas de cartel. La banda muestra muy buenas sobre el escenario, con un Dani con buena presencia escénica que no reparó en saludar e ir anunciando uno por uno cada uno de los temas de su nuevo álbum “No hay ángeles para todos”. Desde luego que en directo suenan muchos más rockeros y se nota la experiencia en vivo adquirida hasta la fecha. La reciente actuación en esa misma sala, junto a otra formación en boga como son los valencianos de UZZUHAIA también sirvió para que el cuarteto fuera depurando las pequeñas dificultades de sonido sobre la marcha. Esperemos que tengan suerte y que les podamos ver muchas más veces sobre las tablas de cualquier sala de la geografía española. 

Los siguientes en discordia serían los catalanes EMBELLISH. Es cierto que son una de las mejores bandas de las que puede presumir la escena de gothic metal estatal, pero tras verles por cuarta vez en un intervalo de menos de un año y sumando un total de cinco, la verdad es que la única inclusión de las dos bailarinas en alguno de los temas no pudo eliminar ese sentimiento de concierto previsible. Lo que sí es cierto es que esta gente  sabe salir del paso ante las dificultades y que sobre todo y como nota más importante, cuenta con una nutrida sección de seguidores, féminas en su mayoría, que disfruta con cada uno de los temas de los de Terrasa. Queda fuera de todo género de duda la teatralidad con la que dota David a las interpretaciones de los temas de EMBELLISH y esta vez, junto a Sara, puso la gota de picante de la actuación de la noche. La banda cumplió y poco más se puede decir al respecto. Obviamente todos los temas pertenecían a su aclamado “Black Tears And Deep Songs For Lost Lovers” y de esta manera fueron cayendo los ya clásicos “Romeo´s Dead”, “Nothing To Promise”, “Alone” o “Dead Ghost Dancing”. El tiempo apremiaba y el aviso que nadie esperaba tuvo que llegar: había que abandonar el escenario. Después de un último tema el grupo abandonó el escenario entre los aplausos del público.

 

Entrados ya en plena noche llegaba el plato fuerte de la jornada. Los días previos no  habían traído buenas noticias y si bien el abandono de Riitta supuso un importante varapalo de última hora, la banda de Lahti decidió continuar con todo y seguir como quinteto, forma que se mantendrá en un futuro próximo.

 

ENTWINE se deben a su público y éstos les recompensaron con una calurosísima respuesta desde el primer segundo de actuación. Gritos, saltos, ánimos enardecidos…aquello era una locura. “Out Of You” abría la lista de canciones de aquella noche, que pese a tener programada la recuperación de muchos temas clásicos de la banda – que en boca del propio Mika, llevaban más de cuatro años sin tocar – quedó ciertamente empañada por las prisas y por un sonido que no permitió escuchar con claridad al amable vocalista que sonaba por debajo de todos los instrumentos. “Blame” llegaría y el delirio de la Caracol ya era completo. Las caras de satisfacción eran norma entre el público y la banda al completo, capitaneada por el propio Mika, repartía guiños e intercambio de miradas con el público. “Surrender”, ese tema con carne de hit-single perteneciente a “Fatal Design” servía como anticipo de lo que aún estaba por llegar: “Frozen By The Sun”, “Bitter Sweet” o “Bleeding For The Cure” serían algunos de los temas elegidos. Muchos de los allí reunidos quizá hubieran esperado un concierto basado principalmente en temas de “Gone” o “Time Of Despair”; pero los nuevos temas demostraron ser buenas piezas para el directo y de esta manera “Chamaleon Halo” sonó mucho más compacto y aguerrido.

 

Con el quinteto al completo totalmente suelto, la cerveza seguía corriendo entre los músicos, gracias a una cuidadosa y alcohólica atención de dos de sus componentes femeninas de expedición que a la postre, fueron las que acabaron con un ciego de dimensiones considerables, derramando ese líquido elemento dorado desde la escalinata de acceso al escenario. Marcos, guitarrista de EMBELLISH puede confirmar en primera persona este hecho. Mika sacó una botella de algo que parecía ser ron y a palo seco pagó un par de sorbos ante la atenta mirada del respetable.

 

Y como anunciábamos desde un primer momento, llegaba el agridulce desenlace de la velada. La tardía hora de salida de ENTWINE hizo que su retirada se adelantara. Y sería “Break me” la canción que anunciaba el final de la primera actuación de los finlandeses en la piel de toro. El público, resignado, no pudo más que abandonar la sala dejando a un lado el precipitado final de la actuación y quedándose con los grandes momentos de disfrute ofrecidos por ENTWINE.

 

Después del concierto la banda dedicó gran parte de su tiempo a atender con amabilidad todas las peticiones de firmas y fotografías de aquellos interesados que decidieron pasar un poco de frío si con ello conseguían algún recuerdo extra del concierto. Con el equipo preparado para cargar en el autobús y después de ser "invitados" a dejar el local de no muy buenas maneras, la trouppe catalana-finlandesa emprendió el viaje de regreso hacia la Ciudad Condal, donde al parecer la actuación fue mucho más rodada. Para el resto, sólo nos queda esperar y desear que la espera de una nueva actuación de ENTWINE en nuestro país sea corta.

Texto: Alejandro Pérez / Fotos: Katia Navarro

Promotor:I dont BLV IN Productions

Asistentes:200

Día:15/12/2006

Hora:20:00

Sala:Caracol

Ciudad:Madrid

Puntuación:7