ENFORCER + BLACKWAY

De entre toda la retahíla de bandas revival del sonido heavy metal inglés aparecidas en los últimos años, posiblemente ENFORCER sean una de las que más hondo ha calado y con razón. Desde mi punto de vista son lo mejorcito que esta corriente nos ofrece junto a PORTRAIT e IN SOLITUDE, puestos a ponerse elitistas y sin desmerecer al resto, que hay donde elegir y bastante bueno. Y la clave no está en el sonido, ni en el estilo, ni en la técnica (que, todo sea dicho, ENFORCER la destilan a espuertas), sino en las canciones: todos y cada uno de los temas de estos suecos poseen signos distintivos que les hacen adquirir personalidad propia. Ese toque que los hace reconocibles y que logra que con tan sólo una escucha seas capaz de recordar una melodía, un estribillo o un juego de voces. Para que nos entendamos, bandas como RAM o WHITE WIZZARD poseen una indudable calidad y temas de órdago, pero en sus discos podemos encontrar varias canciones de relleno o cortes que hasta cierto punto pueden diluirse en la media. No ocurre lo mismo con ENFORCER, cuyos discos, si no son redondos, poco les falta.

Finalmente la cita en la sala Razzmatazz 3 se cambió de viernes a jueves, algo que pareció no mermar la afluencia de público a tenor de la buena entrada registrada en la sala para ver a los suecos. Sin embargo, la primera grata sorpresa me la llevaría con BLACKWAY. No los conocía, no me esperaba nada en concreto y por ello me quedé bastante pasmado con el potente directo de esta joven banda de Barcelona. Temas con gancho y sobretodo gran sonido, gran actitud y buenos solos por parte de una banda que se comió el escenario. Destacar sobretodo a su alocado guitarrista, que no satisfecho con hacer un alarde de gran técnica y marcarse unas escalas de aúpa, tuvo tiempo de arengar al respetable desde el frontal del escenario, menearse como un poseso y bajarse a la olla a tocar mientras paseaba entre el público. En definitiva, una banda de rock potente de corte sleaze y con un cantante con unas tonalidades muy acordes y acertadas para con el estilo, a quien quizá le falta un poco más de desparpajo para terminar de hacer explotar el escenario cuando no tiene colgada la guitarra.  Me transmitieron sensaciones similares a las de 77' cuando los vi por primera vez sobre un escenario hace ya 7 años. Si siguen por este camino, darán que hablar.

No tardarían mucho en aparecer los suecos ENFORCER, a quienes ya les teníamos ganas. No tuve la ocasión de poderlos ver la última y que yo sepa única vez que han pisado tierras catalanas con motivo del festival Martohell, por lo cual mi incógnita a cerca de si podrían hacer justicia en escena a la calidad que atesoran en estudio era mayúscula. Y al principio tuve mis dudas sobre el estado vocal de Olof Wikstrand. Entraron con mucha fuerza y potencia con "Death Rides This Night", pero Olaf parecía no poder llegar a los tonos más altos, algo que me llamó mucho la atención. Afortunadamente, con el paso de las canciones, calentó la voz y estos errores se subsanaron. Menudo susto, pensaba que nos iba a deleitar con una amalgama de guturales para suplir agudos imposibles, en plan Halford de los últimos años en directo. Nada más lejos de la realidad, el amigo cantó francamente bien y cortes como ese cañonazo que es "Mesmerized By Fire" o "Midnight Vice" lo demuestran. Sea como sea, no tiene que ser nada fácil cantar y tocar la guitarra realizando ese montón de melodías al mismo tiempo, por lo cual no es de extrañar que sólo viéramos al frontman un poco más relajado en la instrumental "Crystal Suite". Dieron un justo repaso a sus tres discos, sin olvidarse de su debut, del cual sonaron cortes como "Mistress From Hell" o "Evil Attacker". Sin embargo, el público parecía no tener preferencias. No en vano, son una banda joven y no tienen un álbum malo. "Katana" nos hizo recordar inevitablemente a sus compatriotas suecos de mismo nombre (una canción que perfectamente podrían haber escrito ellos, tanto por estilo como por letras), mientras que con "Take Me Out of This Nightmare" lograron hacer cantar a más de uno, con ese estribillo tan currado y pegadizo. Aunque a decir verdad, esperaba un poco más de actividad por parte de un público que anduvo toda la noche algo frío. Quizá los chocantes precios en barra (4 euros un vasito de cerveza pequeño) no ayudaron a que la concurrencia entrara en "calor", y es que no dejan de sorprender los cambios de precio del bebercio de una semana para otra en la barra de la sala Razzmatazz, que oscilan entre lo caro y lo abusivo.

Sea como fuere, el público disfrutó de lo lindo de un concierto que si mal no recuerdo terminó con cortes como "Roll the Dice" y "Satan" y con la banda desapareciendo de escena sin apenas despedirse. Puestos a encontrar pegas, decir que tan sólo disfrutamos de una hora raspada de concierto, eso sí, a degüello, sin parones entre canciones y sin bises. Corto pero intenso, sí, pero con unos 15 minutos más de concierto aquello hubiera quedado mucho más redondo. Buen concierto de una de las mejores bandas de heavy metal de la actualidad. Se necesita sangre nueva que perviva cuando las viejas glorias hayan desaparecido de la faz de la tierra, y ENFORCER bien podrían recoger parte del legado de aquí a unos años. Lo que es seguro es que ninguno de los que nos citamos esta noche en la pequeña de las Razzmatazz vamos a perderlos de vista ya…