La aglomeración en forma de cola que presidía el atardecer, ya evidenciaba
una noche de optimismo metálico ante la visita del querido Tobias Sammet. Y
es que la banda alemana EDGUY siempre ha sido oportuna (de oportunista) y ha
conseguido poner siempre en el mercado el producto demandado por las audiencias.
Es por eso que hoy por hoy, EDGUY son capaces de casi llenar recintos muy prohibitivos
para bandas con mucha más repercusión compositiva, pero, ya se sabe, la comida
rápida siempre ha tenido sus seguidores.

Las siempre inoportunas y presentes excusas también tomarán un indeseable protagonismo
en la reseña, y es que debido a que la concepción horaria de algunos ronda lo
abstracto, no pudimos presenciar la actuación de la banda sueca NOCTURNAL RITES,
los cuales, parece ser, no están consiguiendo sacar rendimiento al potencial
que exhiben sus últimos discos, alejados ya del “princesismo” de anteriores
entregas (“The sacred talisman” o “Tales from mystery and imagination”), lanzamientos
mucho más personales y serios, como “Shadowland” o su muy potable “Afterlife”.

La contrastada potencia y aparente frescura de un corte como “Doorway to survive”
fue lo que me encontré al arribar a la infestada sala Razzmatazz 2; BRAINSTORM,
a pesar de un sonido un tanto lamentable, hacían que las pistas halladas en
su último “Soul temptation” se deslizaran rozando lo impecable en la noche en
cuestión. Andy B. Franck, también vocalista de los prescindibles SYMPHORCE,
cuajó una actuación muy positiva, dejando en evidencia en lo que se refiere
a garganta al sucesor que tuvo al cabo de un rato encima del escenario. Lo dicho,
BRAINSTORM se hicieron protagonistas en una noche en la que, aún sin tener el
público a favor, y obviando la mayoría de clásicos anteriores a “Metus mortis”, 
se evidenció el buen hacer escénico de la banda. La genial “Hollow hideaway”
y “Fornever” fueron, quizás, los temas más destacados de su corta presencia.

“Stiff upper lip”, única tema aprovechable del último disco de los monorrífticos
AC/DC, hizo las veces de introducción al, parece ser que, conocido “welcome
to the freak show”. Así fue como EDGUY salieron a escena para presentar al público
barcelonés su exitoso “Hellfire club”, un disco que exprime el buen gusto melódico
que puede encontrarse en algunas pocas bandas de power metal. Aunque la mejora
del sonido respecto al concierto de BRAINSTORM era notable, la inicial “Under
the moon” logró sonar entre raquítica e ininteligible depende de tu situación
en la sala, la siguiente “Mysteria” se movió por las mismas directrices sónicas.

Hay que reconocer que Tobias Sammet, esta vez sobrio, tiene un carisma que,
aunque eclipse al resto de componentes de la banda, se ha de valorar. Tobi,
para los amigos, consigue reunir a todas las miradas en sus movimientos y su
discurso entre tema y tema, no se muestra tan predecible como en la mayoría
de combos de su generación. Incomprensiblemente, al tratarme yo de un ser con
escasa capacidad sentimental, la inesperada (de pronto) balada perteneciente
a “Theater of salvation”, “Land of the miracle”, logró ser el momento más recordable
y álgido del show, si bien la colaboración del público fue fundamental en el
estribillo, la consecución de la balada en cuestión fue muy digna de alabanzas.
No obstante, el imperativo desgranamiento de “Hellfire club” siguió su cauce
y así llegaron títulos tan infumables como “Lavatory love machine”.

La notable “Babylon” y un discreto solo de batería de Felix Bohnke, fueron
continuadores de un concierto que, acto seguido, gozó de la primera concesión
a su anterior “Mandrake” en “Fallen angels”. El recuerdo de un disco tan nefasto
como este, no obstante, se vio borrado por el buen hacer y la frescura que tuvo
“Vain glory opera”, uno de sus temas más aplaudidos.

EDGUY seguían consumiendo su tiempo con una incesable reiteración de actitudes,
aunque sin dar un respiro al fan congregado, así que la extensa “The piper never
dies”, seguida de la coreadísima “King of fools” cerraron, momentáneamente,
la actuación de los alemanes.

Ahora bien, el momento Avantasia no podía faltar y, así fue como el retorno
de EDGUY al escenario tuvo de fondo la intro de la primera parte de la ópera
rock publicada por el vocalista. Aunque muchos esperaran la eficaz “Avantasia”,
en esta gira le tocaba el turno a su segunda parte y, así fue como “Chalice
of agony” hizo las delicias de muchos de los presentes. Ciertamente, el éxito
de “Avantasia” ha beneficiado bastante al grupo, algo que nunca se le reprochará
a Tobias Sammet es que siempre ha ido de cara y EDGUY siempre ha sido su prioridad.

Siguiendo con el concierto, después de amenazar con que el año siguiente tendríamos
otra vez la oportunidad de presenciar a EDGUY en directo en la capital catalana,
el combo acabó de cerrar el set list interpretado con “Angels”, “Tears of a
mandrake” y “Out of control”. Pues hasta el año que viene.

Texto: Manu Estrada
Fotos: Raquel Salomón

Datos:

Razzmatazz 2
Barcelona
Promotor: Rock N' Rock
Publico: Casi lleno

Día:17/04/2004

Puntuación:6