Si bien resultaba arriesgado traer de gira peninsular a un grupo relativamente desconocido como DRACONIAN, lo cierto es que la asistencia registrada, al menos en Barcelona, fue todo lo buena que se podía esperar. Teniendo en cuenta que he llegado a ver conciertos de grupos más que consagrados rodeado de apenas 40 personas, unas 200 para ver a los suecos no está nada mal.

Que las dos bandas teloneras escogidas fueran bandas de la escena catalana con la suficiente experiencia influyó bastante en que la velada fuera grata. Y es que dudo mucho que a estas alturas alguien albergue alguna duda sobre la calidad intrínseca de agrupaciones como THE BLEEDING SUN o MOONLOP. Los primeros fueron los encargados de iniciar la velada. Me sorprendió ver a Búfal, exNEMESIS AETERNA; en las filas de la banda, habiendo cambiado su bajo por las seis cuerdas de cara a esta nueva aventura. Y es que tras la marcha del anterior hacha de la formación parece ser que de momento el line up queda configurado de esta forma, a pesar de que a lo largo del último año la banda había llegado a albergar a dos guitarristas entre sus filas. En cuanto a lo que aconteció esa noche, no se puede decir que el grupo tuviera la suerte totalmente de su lado. Y es que los problemas técnicos se cebaron con el cantante Markvs, que en más de una canción se quedó sin señal en su micro inalámbrico, teniendo que hacerse servir de otro de repuesto que en momentos concretos también fallaba. El repertorio estuvo basado básicamente en su última obra “The Earthquake Machine”, del cual extrajeron cortes como “Nature Dies” o “Shapeless, Like Water”, durante el cual Markvs y Uryol tuvieron que compartir micro debido a los problemas acaecidos. Si bien la interpretación por parte de los músicos rayó a un alto nivel, el sonido que nos alumbraba la PA pecaba de cierto grado de saturación cuando Norvack volaba sobre su teclado. Eso sí, cuando se trataba de notas sostenidas, el solemne efecto conseguido resultaba embriagador. Recapitulando, un interesante concierto que no se encuentra entre los mejores que le hemos podido ver a la banda, ensombrecido por algunas lagunas en el sonido pero engalanado por las buenas formas de los músicos y por la calidad de sus composiciones (así como por los curiosos saltitos cortesía de Búfal).  

Por alguna razón, los caminos de MOONLOP y de este redactor no se habían cruzado hasta ahora en cuestiones de directo, a pesar de la incesante actividad de la banda en dichas labores a lo largo de los últimos dos años. Y después de ver el concierto de esta noche se podría incluso considerar que la suerte me es esquiva, pues lo cierto es que me dejaron ciertamente embobado con la traslación de su música a escena, repleta de sentimiento y de calidad estratosférica. Y es que dudo que a ellos mismos les moleste que les digan que suenan a OPETH, pues visto lo visto, esto no puede ser más que un cumplido. Ni que estuviera al alcance de cualquiera sonar así. La banda, además de interpretar su repertorio habitual, nos deleitó con una nueva composición que no aparece ni tan siquiera en su “True Nature Revealed”, sino que forma parte de uno de los cuatro temas que entraran a formar parte del primer larga duración que se encuentran gestando. Quedé especialmente prendado de la impronta más jazzísticas de las partes de rock progresivo setentero, así como de su interpretación desbordante de feeling y sentimiento. Si mal no recuerdo, sonaron composiciones como “New Dawn” o “A Life Divided”, obsequiándonos hacia el final de la velada con una interesante versión del “Suicide Machine” de los DEATH. El sonido fue evolucionando de bueno a excelente a medida que avanzaba el show, siendo la banda que mejor tajada sacó de las cualidades de la sala, cosa que no hizo sino revitalizar la idea de que en directo es donde MOONLOP mejor demuestran su valía, toda una garantía de calidad y buen hacer. Espero que el futuro inmediato les depare lo que se merecen.

DRACONIAN se encuentran en pleno proceso de eclosión, y pese a que este no traspasará los límites más generosos del underground por la naturaleza de su música, visto lo visto, sí podemos esperar a que se les dé la oportunidad de jugar todas sus cartas. Traerlos de gira a España de cabezas de cartel no dejaba de parecerme una apuesta arriesgada, pero sin lugar a dudas a la postre habrá resultado un paso muy importante para labrarse la experiencia en directo que la banda anhelaba y que se encuentran en vías de cultivar. Sin causar gran revuelo, saltaron a escena para demostrar en qué estado de gracia se encontraban. Gracia poca, tristeza un cubo, pero era justo lo que habíamos venido a buscar. El acierto con el que apuntillaron su desencanto con el mundo ya es sal de otro costal, pero podemos adelantar que si bien la banda no salió totalmente airosa a su paso por la Ciudad Condal, si que nos brindó una actuación digna. El inicio con “When I Wake” y “Bloodflower” nos alumbraron (apesadumbraron) lo que ya anticipábamos, que no es otra cosa que la solvencia que los temas del último disco iban a demostrar en directo, lógica teniendo en cuenta esa orientación más directa y algo más death que inunda el último plástico de la banda. “The Cry of Silence”, con su clase, eclipsó a “She Dies”, pero el fantasma de los problemas técnicos que había hecho su primera aparición con THE BLEEDING SUN volvió a revolotear por la sala. De nuevo, cara de circunstancias por parte de Anders, el cual se desgañitaba en guturales lamentos por mucho que nuestros oídos no lo pudieran apreciar. A lo largo de un considerable tramo del show Anders y Lisa tuvieron que compartir micro de forma un tanto ortopédica, con rápidos movimientos de manos con los que salvar la papeleta. Afortunadamente, el caos logró solucionarse. A propósito de ambos vocalistas, cabe reseñar cuál fue su actitud en escena, pues huelga decir que fueron casi los únicos que atrajeron las miradas de los oyentes (a pesar de la sentida interpretación de músicos como Johan, Daniel o Fredrik, que bordan su papel); Anders, por su parte, y al igual que el resto de los músicos masculinos, se desenvolvió con soltura y con mucho más acierto que en su pasada actuación en el Metal Female Voices, en el cual todos mostraron estar un poco más verdes en general. Aunque Anders todavía le queda un largo camino por recorrer ( muchos parecen desear ver en él una suerte de Aaron Stainthorpe en versión "light"), lo cierto es que su garganta aguantó muy bien el tipo durante todo el concierto, mientras que a nivel escénico, sin ser una bestia parda, intentó escapar de la inmovilidad, logrando que su rostro y su actitud corporal secundaran las sensaciones a las que sus cuerdas vocales nos amarraban. Distinta fue la opinión que me quedó de Lisa, pues si bien a nivel vocal cumple su cometido (por mucho que creo que todavía puede rendir bastante más), a nivel de presencia escénica sus movimientos resultan erráticos e inconexos. Más allá de los encontronazos con los mástiles de los guitarristas y el bajista, que los hubo, llama la atención la poca decisión a la hora de moverse: tan pronto parece que empieza a bailar de forma extraña y tímida, como se detiene a los dos segundos en seco y retrocede, como diciendo “Ui, mejor no”. Sinceramente, Lisa tiene que perder la vergüenza y soltarse mucho más, no quedarse con cuatro movimientos ridículos forzados. Si hay que invitarla a un par de Jack Daniels se la invita, siempre y cuando su garganta no vaya a resentirse, por supuesto.  Tras los pequeños problemas técnicos habidos, el sonido en general fue bastante decente, abrumándonos así “Earthbound” o “Morphine Cloud” con la suficiente clase. Se les podría reprochar el llevar los teclados pregrabados, pero es algo con lo que toca lidiar muy a menudo en materia de directo y dudo que a estas alturas nadie se vaya a llevar las manos a la cabeza. En el festival Metal Female Voices me supo muy mal perderme la interpretación de “Daylight Misery” por llegar tarde al recinto y ahora tuve la ocasión de resarcirme. Sin embargo, al menos en Barcelona, dicho tema sonó a medio gas, perdiéndose gran parte de la fuerza emotiva de su poderoso estribillo, un viaje sobrecogedor venido a menos. Me hubiera encantado que también sonara “A Scenery of Loss”, pero no cayó esa breva. La banda prefirió finalizar su show con las nada menospreciables “Not Breathing” y “Death, Come Near Me”, sonando especialmente aplastante esta última, una buena manera de finalizar un show que estuvo basado sobretodo en su última obra de estudio. Esperemos que sigan progresando tal y como lo están haciendo y que consigan poco a poco evolucionar su directo hasta pungir nuestra alma con descaro. Mientras tanto, ya somos muchos los que nos hemos decidido a no perderles la pista.

Texto y fotos: Penumbra (penumbra@themetalcircus.com)

Asistentes:190

Día:04/04/2008

Sala:Sala Salamandra 1

Ciudad:Hospitalet de Llobregat (Barcelona)

Puntuación:7