El Reno, orcos, megalodones y bogavantes en Barcelona
Ya pasó en 2016 con su última visita presentando “Meriendacena con Satán”, y este sábado, el Reno Renardo consiguió hacer un sold out en toda regla presentando “Hostiopatía” en su primer concierto en 2019.
No es un secreto que con cada lanzamiento esta banda de freak metal consiguen más fama, desde que se hicieron virales “Crecí en los Ochenta”, “Camino Moria” o “Tu Hámster” su carrera ha ido in crescendo, aunque su fama sea de ser un grupo de versiones, en esta visita a la ciudad condal queda claro que su material original también arrasa entre sus fieles súbditos.
La mejor intro de la historia
Antes de comenzar el concierto ya se escuchaba a la gente corear el nombre del Reno, tanta era la ilusión que hasta el “pipa” se llevó su parte. De pronto se apagaron las luces y con un proyector, detrás de la batería empezaron a verse una sucesión de vídeos, y hablando claro, unos vídeos de gente pegándose hostias, y es que el disco llamándose “Hostiopatía”, ¿qué otra cosa iban a poner? Acompañando al vídeo, sonaba por los altavoces la introducción de su último trabajo, “Intruder” pero era casi inaudible a causa de las carcajadas de las 850 personas que se congregaron en la sala.
Cuando terminó la recopilación pasaron al siguiente vídeo, en el que se veía a los integrantes en la ya famosa “furgo” y aparcando en un descampao porque es donde les había llevado el GPS. La noche empezaba con risas, y eso se mantuvo hasta el ultimo momento, cosa que no pueden decir muchos otros grupos. Finalmente, la “furgo” consigue llegar a su destino, y volviendo a sonar por los altavoces “Típica Intro”, la introducción de “Babuinos del Metal” apareció la mascota de este disco: Reno Negan, seguido de los integrantes.
Por fin, con El Reno Renardo sobre el escenario y al terminar la gran ovación del público Jevo cantó durante unos cuatro segundos y eso fue suficiente para despertar a la jauría de Orcos y que cantasen al unísono la ya mítica “Cipote Ancho”. Después de que Jevo confirmase lo que todos sabíamos, que se habían vendido todas la entradas y que el público de Barcelona es de los mejores y más fieles, comenzaron los acordes de un tema del anterior disco, que se perdió en el repertorio de su anterior visita, “Meriendacena Medieval”. Aunque aquí el sonido no era muy bueno, la gente cantaba y saltaba sin ningún tipo de problema, el buen rollo se podía palpar en el ambiente, tanto encima del escenario como entre el público.
Contraste perfecto entre lo nuevo y lo clásico
Llegamos a la tercera canción y ya nos encontramos con uno de los nuevos temas, que precisamente es el single que escogieron para presentar el nuevo lanzamiento. Hablo de “Sanotes”, y fue uno de los momentos en los que el público más se animó, se notaba muchísimo que este último trabajo de estudio ha gustado a la gente, tanto como sus primeros trabajos. El contraste que se fue haciendo en el setlist entre los nuevos temas y los antiguos fue de 10, pues pasaron del “Hostiopatía” al disco homónimo de la banda tacando “No Quiero ir al Gym”, tema que no tuvo tanto éxito como el anterior, pero siendo coreado por los que se podía distinguir que eran los que podríamos llamar “La Vieja Gaurdia”.
Y volvemos al nuevo disco con una de las canciones que, reconocida por el propio frontman de la banda, es de las que más ha gustado: “Conspiranoid”. Fue decir el nombre y la sala tembló de la ovación que se llevó la semi-versión del famoso tema “Paranoid” de Black Sabbath. Era un éxito tras otro, parecía que llevabas toda la noche gritando y saltando y solo habían pasado cinco canciones, pero lo peor, o mejor, estaba por venir.
Con un amago de imitar al gran Freddie Mercury con su famosos “Eeooh” y reírse de la gente asegurando que pasaba de esas cosas pidió un papel para felicitar a dos cumpleañeros, a una pareja que se iba a casar y otra que era su aniversario todos pensábamos que iban a tocar la versión de Parchís “Cumpleaños Feliz”, pero hubo un giro de los acontecimientos tocando finalmente la versión de Mägo de Oz “Fiesta Palagana”, volviendo a temblar el suelo de Razzmatazz, me atrevería a decir que incluso más que con la versión original en la última visita de los de Txus a Barcelona.
Después de conectar a los altavoces el super Samsung Galaxy I de Iván Cormen (cito textualmente) para hacer como de teclista, porque claro, los teclistas comen, ocupan espacio en la furgo, se tiran pedos… Bueno, que me lio, después de conectar el móvil comenzó a sonar por los altavoces uno de los temas del nuevo disco, que hasta día de hoy, es uno de los mejores de la banda: “La Gente es Imbécil”, haciendo un hincapié en la parte de “los que cantan “A por ellos”, sobra decir la razón.
Con esta ya van tres canciones del nuevo disco y todas eran coreadas por igual, pero la cosa no queda ahí, porque seguimos con “Qué has Tomao’?” y el público seguía entregadísimo con la banda, pero el verdadero estallido de euforia vendría con el tema por el que muchos conocieron a El Reno Renardo, era el turno de “Tu Hámster”, la versión de Rammstein. Aquí os contaré una anécdota personal con esta canción: escuché antes “Tu Hámster” que “Du Hast”, y cuando escuché la versión original por primera vez pensé que Rammstein fue quien versionó al Reno.
Normalmente, pasados nueve temas la gente suele cansarse y el concierto suele bajar un poco el ritmo para hacer un estallido final, pero todo el mundo sabe, desde los más jóvenes al más “trve”, que El Reno Renardo no es un grupo normal y siguieron con la mascletà con el corte que más gustó de “Babuinos del Metal”: “No Hay Huevos”. Antes he dicho que Jevo se rió del público con lo de Freddie Mercury no porque se riese a carcajadas, sino porque si terminó haciéndolo, pero a su manera, a grito de “huevos gordos” y variantes.
Mientras hacía un parón para cantar a capela frases que no están en la versión original en el centro de la sala se estaba preparando un moshpit, señalándolo Jevo y diciendo “¿Estáis preparando un wall of death? Pensaba que aquí erais de castellers”, se giró un momento buscando su cerveza y al girarse… Bueno, si le dices a un hombre “no hay huevos” ya sabemos los que pasa; los que asistimos el sábado 19 de enero de 2019 a Razzmatazz 2 pudimos ver cómo se puede hacer un “castell” en una sala de concierto entre medio de 850 personas.
No recuerdo muy bien el momento, pero al menos se lanzaron dos prendas íntimas, un sujetador y un calzoncillo, este último lo utilizó Jevo para limpiarse el sudor, fiándose de su público no muy fiable porque llevaba la etiqueta puesta, al igual que el sujetador. No solo llevaban la etiqueta, sino que también el precio, y es que ya se sabe cómo somos los catalanes con los dineros. Cuando el cantante cogió el sujetador del suelo, un grito unánime comenzó a sonar: “póntelo”, y cuando por fin se lo puso otro grito surgió: “quítatelo”, quitándoselo y volviendo a sonar el primer cántico. Si, somos muy cabrónidos, pero somos unos cabrónidos unidos por una causa: mantener nuestro hijoputismo intacto.
La fiesta no empezó junto al concierto, comenzó antes incluso del inicio del vídeo, pues el público pedía a gritos que tocasen “La Navaja del Trueno Inmortal”, y como tanto Barcelona como Cataluña le demuestra constantemente al Reno que se le quiere (la mayoría de merchandising es vendido en tierras catalanas) el deseo de muchos se hizo realidad y pudimos gritar la versión de Rhapsody of Fire.
Pero si después de eso aún seguías con fuerzas El Reno Renardo se iba a encargar de ello tocando otro corte de “Babuinos del Metal”, una canción que en poco tiempo le ha dado el mote a los fans de los vascos: “Orcos de Mordor”, un no parar, temazo tras temazo, el público se lo pasaba bien, y la banda aún más, y es que cuando vez que en el escenario se está a gusto tocando, el concierto se disfruta aún más. Y si, esta es una indirecta para todas esas formaciones que parecen estatuas y solo les falta liarse a palos con sus compañeros.
Un broche de oro se quedaría corto
Quiero insistir en que El Reno Renardo no es un grupo de versiones, pero es imposible negar que las tiene, y a montones, pero una que sin duda enamoró a muchos venía incluida en su anterior trabajo, puede ser porque vio la luz poco después de que su interprete original muriese o porque es para reírse hasta casi llorar. La cuestión es que “El As de Oros” encantó en su momento, y sigue gustando mucho. Esta vez pude disfrutarla completa, ya que en la visita de 2016, Jevo se olvidó de parte de la letra (nada raro en él) y se saltaron la mitad de la canción, así que puedo decir sin miedo a equivocarme que he disfrutado de este tema una vez y media.
Habréis visto en el título que nombro a algunos animales, los renos queda claro de quienes hablo, Orcos de Mordor también; pues ahora me toca explicar los otros dos: los megalodones y los bogavantes. Si, un grupo de personas se disfrazaron para la ocasión y este era su momento. El batería comenzó a tocar un ritmo de reggaeton, el público enloqueció y Jevo bromeó “es escuchar reggaeton y os volvéis locos” y comenzó a sonar lo que ha sido todo un éxito: “El Megalodón”. Este tema es, en cierta parte, la segunda parte de uno de los temas clásicos de la banda, “El Bogavante”, que vino justo después. Manowar tiene su puño, ahora Maiden te hace “escalar como un mono”, pues El Reno Renardo no se iba a quedar atrás, pues todo el mundo con las manos en forma de pinza, ¿alguna pregunta? ¿No? Vale, pues seguimos.
El concierto llegaba a su fin, pero quedaban tres canciones que Barcelona necesitaba oír. La primera llegó sigilosamente, Jevo Jevardo acercándose cariñosamente al micro y medio susurrando “Ve haciendo el petate” y el estallido fue brutal, “Camino Moria” es un clásico de los clásicos, todos se la saben, no había un alma que no estuviera gritando en ese momento que se iba de excursión y dejaba Hobbiton. Mientras avanzaba la canción más se intensificaba el ambiente por dos razones obvias: la primera, el temazo en sí, y la segunda, que cuando El Reno Renardo avisa a Aragorn sabes que es momento de que los vascos cojan su pan de lembas y partan hacia el Monte del Destino, o Bilbao, que hace el mismo clima. La cuestión es que el concierto acababa y la gente quería acabar de destrozarse las gargantas gritando.
Después de que los integrantes bajasen del escenario y volvieran a subir podías ver que se habían cambiado los puestos: Jevo iba a tocar el bajo además de cantar, Ander tenía la guitarra de Mikel, y este le había quitado el puesto a Ivan en la batería, quedándose él con la guitarra del Jevo, y deleitándonos con la penúltima canción, que aunque es un pequeño trozo de uno de los mixes de la banda, ya se ha convertido en todo un himno: “Chicken es Pollo”. Y el espectáculo debía acabar, y como no, “Crecí en los Ochenta” cerraba una noche de diez, con todo vendido y el público entregado.
Después de esa noche, no cabe duda de que El Reno Renardo ya no es un simple grupo de versiones, esta banda tiene nivel, y aunque a alguno le cueste reconocerlo, son tan profesionales como cualquiera, incluso me atrevería a decir que ahora mismo, El Reno Renardo está por encima de algunas de la viejas glorias que con tanta ímpetu nos intentan colar que son los mismo de hace 20 años.
Texto: Pablo Ruiz | Fotos: Elena Marco
Promotor:Hysteria Music Management
Día:2019-01-19
Hora:21:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.