Killfest Tour: el viejo thrash no muere

Overkill se está acostumbrando a montar su propio festival itinerante, el Killfest Tour, y con él genera que el público pueda ver giras integradas por grandes bandas (mayoritariamente de la escena del thrash metal) en una sola noche congregadas.

En esta ocasión, la cita, que previamente pasó por Madrid el día anterior en la afamada sala La Riviera del centro de la ciudad, llevó a los aficionados de este estilo y de la formación norteamericana a la sala Salamandra de Hospitalet de Llobregat. A pesar de estar algo lejos del núcleo barcelonés, las circunstancias eran óptimas para esta gira debido a que sucedía algo que por fechas de los tours de los artistas no se puede manejar al antojo de los promotores, y es que la actuación coincidía en sábado, lo que a muchos aficionados que achacan sus ausencias entre semana les facilitaba disfrutar sin esa sombra del trabajo y de madrugar el concierto que se venía por delante.

Rezet: no estáis solos

Los encargados de abrir esta velada de thrash eran Rezet. Los alemanes llegaron y se encontraron una sala con una asistencia nada desdeñable para ser poco más de las 18:00h de la tarde, algo inusual en la mayoría de bolos. Con su frenético estilo y temas como “Minority Erazer” o “Thunder Raiders”, los germanos supieron poner las pilas a los asistentes hasta el momento, pero todavía quedaba mucha caña por delante con tres bandas de renombre por delante.

Flotsam And Jetsam y su versión más «suave»

Aunque el puesto en esta gira de Flotsam And Jetsam se situaba entre los grupos de “menos relevancia” por los artistas con los que compartía cartel, de manera frecuente los estadounidenses acuden a nuestro país como cabezas de cartel de sus propios tours. Esta vez eran los segundos de cuatro y llevaron a cabo un concierto en el que tomaron la decisión de sacar del baúl sus cortes más heavies en detrimento de opciones más thrasheras (salvo contadas excepciones a lo largo de su concierto).

Flotsam And Jetsam (Foto: Lluís García)

Si se exceptúa su vocalista (solo en ciertos momentos), la estaticidad de la formación sobre las tablas hizo del directo que pudiera ser mejorable, pero su buen sonido a lo largo de toda la actuación sirvió para que canciones como “Demolition Man” hicieran cantar a todos los que casi llenaban del todo Salamandra. Poco más de las 19:00h y el recinto ya tenía gente hasta la puerta de entrada, ojo al dato. “Iron Maiden”, “Hammerhead” o “No Place For Disgrace” fueron otros de los temas que estuvieron dentro del repertorio de los de Phoenix, que animaron el ambiente, pero no todo lo que podían haberlo hecho merced al estilo de público de la noche y su discografía.

Destruction: la máquina reforzada

La noche contaba con dos bandas alemanas, y tras el paso de la primera por el escenario, ahora le tocaba a la más esperada de ellas: Destruction. Schimer y los suyos forman un conjunto que hace honor a su nombre, y es que la piedad no está presente en sus conciertos, sino que despliegan su potencial para que el público no deje de saltar, bailar y disfrutar durante todo su set, en el que no faltó el humo por doquier (con columnas que lo disparaban hacia arriba incluidas).

Destruction (Foto: Lluís García)

Desde la inicial “Curse The Gods” ya imprimieron ese toque de caña y thrash frenético que se echó algo en falta en el turno de Flotsam And Jetsam, y el grupo tuvo una diferencia respecto a las múltiples veces que habían acudido anteriormente a España: ya contaban con un cuarto miembro en la banda de manera oficial, el guitarrista Damir Eskic.

La presentación de su reciente álbum, ‘Born To Perish’, lanzado hace poco más de un mes al mercado el pasado 9 de agosto, era la protagonista del bolo de los germanos, que interpretaron el tema homónimo junto a “Inspired By Death” y “Betrayal”, también del mismo trabajo. Otras canciones más clásicas de Destruction no se quedaron fuera del repertorio, y a lo largo de los cincuenta minutos que tuvo a su disposición la formación sonaron también “Mad Butcher” o “Thrash ‘Till Death” entre otras.

Destruction (Foto: Lluís García)

Buen sonido y gran empaque del grupo con el cuarto músico en sus filas, pero mala iluminación, que impidió tanto a la gente ver las caras de los integrantes de Destruction como a los fotógrafos captar las mejores imágenes que podrían haber obtenido con luces como las que tuvieron otros de los artistas con los que compartieron cartel esa misma noche.

Overkill nunca falla

Cualquiera diría que el bueno de Bobby tiene nada más y nada menos que 60 años con la voz y la actitud que se gasta en sus conciertos. Pues sí, “Blitz” y sus Overkill demostraron en Hospitalet de Llobregat que los años apenas pasan por la formación más allá de su apariencia física (donde sí se puede ver diferencia cuando se echa la vista atrás).

Overkill (Foto: Lluís García)

Casi 40 años después de su creación en Nueva Jersey, donde se gestó el grupo allá por 1980, la potencia de Overkill no ha desfallecido, y el ejemplo más claro de ello es el disco que han publicado este mismo año: ‘The Wings Of War’ (el cual aportó varios de los temas que estuvieron presentes en el setlist de los norteamericanos). No se les ha olvidado cómo se toca rápido, y por eso siguen siendo unos de los mayores referentes del thrash metal americano sin que generaciones venideras les hayan podido quitar ese puesto de relevancia en la escena.

Overkill (Foto: Lluís García)

La reciente “Last Man Standing” dio el pistoletazo de salida a una descarga de thrash en la que repasaron canciones de buena parte de su discografía y que mantuvieron a los fans con la energía por todo lo alto desde el primer instante. Los vasos de cerveza volando y la gente haciendo crowdsurfing fueron constantes que se pudieron contemplar de principio a fin, y eso unido al buen hacer de los estadounidenses incrementó el nivel de lo vivido hasta entonces.

Overkill (Foto: Lluís García)

Cómo no, “Elimination”, himno de la formación que coreó la sala por completo, fue el hit que elevó las voces de los seguidores de Overkill en masa. No es muy común que las bandas gasten el que probablemente es su cartucho más efectivo de forma tan prematura, pero el grupo supo incluirlo en su set con otros buenos cortes más adelante que hicieron que el ánimo de los presentes no decayese en absoluto.

Overkill (Foto: Lluís García)

Bobby se atrevió con el castellano justo antes de empezar la mencionada “Elimination” diciendo: “una regla, yo soy el jefe”, y eso fue cierto tanto en ese tema como en el resto. Era el frontman de la velada y así lo hizo notar en cada instante. “Head Of A Pin”, “Bastard Nation”, “Mean, Green, Killing Machine”, “Feel The Fire” y por último “Ironbound” levantaron del suelo a los aficionados antes de los bises, donde destacaron por encima del resto la homónima “Overkill” y “Fuck You”, que tocaron la penúltima pero que retomaron para poner el punto y final a una noche en la que todos los grupos demostraron que el thrash metal old school sigue vivo, coleando y capaz de generar un sold out como el que se produjo en la sala Salamandra.