Bury Tomorrow: valor seguro
Con muchísimas ganas tras el genial sabor de boca que nos dejaron la última vez, en 2014, nos enfrentábamos a una nueva velada de metalcore del bueno. Pero de nuevo con el miedo a que la sala más controvertida de Barcelona volviese a estropear la noche.
Acaban de anunciar que formarán parte del cartel del Resurrection fest de este año. Y de la mano del mismo festival se han recorrido media España en una gira más que respaldada por los fans que llevan dos álbumes esperando para volver a verles en sala.
Varios eran los factores que hacían peligrar la noche. El primero era de nuevo la ubicación. Pues no hay sala que haga peligrar más un concierto que la Bóveda y su sonido imposible. Por otro lado, me habían llegado comentarios de conciertos escuetos y artificiales en las anteriores fechas de dicha gira. Así que, con cautela, pero sin perder la ilusión nos adentramos en el recinto con la esperanza de que todo salga bien.
We Exist Even Dead: joyita barcelonesa
Para cada una de las cuatro paradas de la gira, los ingleses iban a estar acompañados de una banda local distinta cada noche. El nivel era alto, pero podemos decir que en la ciudad condal tuvimos especial suerte, pues los encargados de abrir eran We Exist Even Dead. La única vez que los había visto fue en sus inicios tocando en el bar Nevermind de la calle Tallers. La sonorización del local hizo que fuese absolutamente imposible juzgar lo que allí sucedió. Sin embargo, si había visto a varios de sus integrantes en proyectos anteriores y sabía de lo que eran capaces. Y vaya si lo fueron.
Respaldados por una lona con su logotipo y un par de pequeños cañones de humo salieron a cuchillo y con intención de, dicho por ellos mismos, tirar la sala abajo. El sonido era aceptable para lo que suele ser un telonero en Bóveda. Faltaba algo de guitarra, pero la cosa se fue solucionando a medida que el concierto avanzaba. Nunca se llegó a conseguir una acústica limpia, pero en peores plazas hemos toreado.
Se notaba que había más de un fan en la sala, que por cierto estuvo desde buen principio llena como si ellos fuesen ya el grupo principal. Desde el principio la entrega en el pit era absoluta, y es que ninguno de los cinco integrantes dejó de incitar al movimiento en toda su actuación. La química entre ellos era más que evidente, y las tablas que demostraron era inusual en un grupo de tan corta edad. Sin embargo, toda la atención se la llevaron Guille y Alejandro (Bajista y Guitarra) por su culo inquieto continuo y por supuesto Arturo, que entre bailoteo y bailoteo sacaba tiempo para peinar al personal a base de un gutural poco modulado pero impecable.
Algo muy de agradecer fue también la dedicación que se notó a la hora de sonorizar las especialmente trabajadas líneas de bajo. Algo poco habitual en esta clase de grupos pero que añadió muchísima personalidad y se hizo notar especialmente en “Grizzlies”, tema que siempre me recuerda lo mucho que molaron los noventa a base de nu metal. Desde luego aquella noche se bajaron del escenario con más fans de los que tenían cuarenta y cinco minutos antes. Los demás nos quedamos con muchas ganas de la próxima, pues desde luego demostraron por que se han convertido en uno de los iconos actuales del underground barcelonés.
Bury Tomorrow: metalcore, tu antes molabas
La anterior visita de los de Portsmouth fue en plena efervescencia del fenómeno metalcore. Una de mis preocupaciones era que el buen recuerdo de aquella vez se hubiese visto engrandecido por la devoción que muchos desprendíamos por un género que nos estaba haciendo flipar. A eso había que sumarle lo que comentaba al principio del texto. Y por el momento las pruebas de sonido no daban mucho lugar a los ánimos.
Puntuales como un reloj, y con un escenario austero (sin siquiera un telón de fondo propio) saltaban al escenario para atacar directamente con “No Less Violent” de su último y especialmente inspirado “Black Flame”. El tema pasó un poco sin pena ni gloria pese al entusiasmo de los fans que no podían alegrarse más de verlos.
Mi primer error fue colocarme en las primeras filas, sabiendo que en Bóveda el sonido mejora de la mitad para atrás dada la posición del sistema de sonido del techo. Así que tras escuchar como “Earthbound” sonaba también hueca y sin apenas guitarra, decidí irme hacia atrás. Y bien que hice, por la cosa cambió substancialmente y no pude elegir mejor momento, pues se trataba de uno de los primeros momentos álgidos de la noche.
La vuelta al que es posiblemente su mejor disco: “The Union Of Crowns” tocando seguidas “Royal Blood” y “An Honourable Reign” en los que Jason Cameron pudo sacar a relucir la más potente arma del grupo. Una de las mejores voces limpias del género que sigue sorprendiéndome pese a haber venido ya a sabiendas. El tío no falló ni una, y la intensidad que transmite es envidiable. Desde luego se trata de una de las partes más importantes del alma del grupo y me alegra ver como en discos venideros no han dejado de componer de manera inteligente estribillos perfectamente amoldados a su registro.
Llegados a este punto estaba más que confirmado que lo que había escuchado era cierto: íbamos a tener discurso por parte de Dan entre, prácticamente, todos los temas (dos veces conté yo en total en las que encadenasen directamente un tema con otro), lo cual era innegable que ralentizaba el ritmo del concierto. Y en caso de terminar haciéndose este corto iba a sentar muy mal a los asistentes.
Por el contrario, también debo decir que, pese a lo tópico de lo que nos decía, el tipo (y por lo general el grupo) sabe caer bien y entretener al personal a base de vacilar a la parte trasera de la sala y retar a darlo todo aquel que estuviese frente al escenario. De manera individual si hace falta. Y es que la conexión que el grupo logra con su público es básica para su éxito. En todo momento se les notó disfrutar tanto como a nosotros pese a que la asistencia de esta parte de la gira sea mucho más reducida que la del resto de ciudades que han estado visitando. Y eso no solo es de agradecer, sino que es buena prueba de la profesionalidad que les avala.
Llegaba el momento para el que es para un servidor el mejor tema de su último álbum. En “More Than Mortal” reluce especialmente la capacidad que tienen para escribir estribillos no solo pegadizos sino también emocionantes. Y es que, como el mismo Dan comentó en alguno de los speech, su intención cada noche no es otra que la de hacer salir al público con una sonrisa en la cara. Y así fue. Son unos profesionales del entretenimiento. Y ahí es donde posiblemente radica el encanto de aquel core que tanto nos gustaba cinco años atrás, antes de que esto se convirtiese en una batalla para ver quién era el más malote de todos.
Daba gusto ver como los temas del último disco eran recibidos con entusiasmo. Siguieron (Siendo esta una de las únicas encadenadas sin speech) “Knife Of Gold” y “The Age” sin que el público bajase un ápice el entusiasmo. Tocaba volver al anterior “Earthbound”, un disco que por desgracia quedó en el recuerdo como un simple paso más, pero del cual supieron elegir buenos temas a la hora de representarlo. “Cemetery” funcionó especialmente bien en el solo final pero la verdaderamente importante era “Last Light” y su emotivo tramo final en que todo el mundo se agolpó en las primeras filas para cantar el “I promise you I’ll meet you at the gates” en el micro que Dan acercó al público.
Ni cortos ni perezosos
Tras “Overcast” llegó el momento del único corte de “Runes” que íbamos a oír. Obviamente se trataba de “Man On Fire”, y todos allí sabíamos que eso significaba que el final se acercaba, o sea que tocaba rebañar las últimas fuerzas. Del próximo tema nos comentaban que lo habían quitado de sus setlist por que se empezaba a hacer repetitivo ya que llevan tocándolo en todos los shows desde sus inicios. Sin embargo, decidieron añadirlo de nuevo ya que no querían dejarnos sin él dado lo poco que visitan nuestras tierras.
Pese a que he visto que también lo han estado tocando en parte de Europa. Sea como fuere se lo agradezco, pues “Lionheart” es una absoluta imprescindible en su discografía y especialmente potente para directos. Se hubiese echado de menos si no la hubiesen tocado. Ahora sí era momento para el final. Haciendo broma con lo difícil que es irse del escenario en una sala en que el escenario no conecta con ningún backstage, y haciendo muestra de ello con demostración práctica por parte de más de un integrante del grupo (Adam, el batería, terminó escondido tras una toalla) entonaron el último tema de la noche, que obviamente era el homónimo del disco: “Black Flame”.
Al final, Bury Tomorrow entregaron un concierto que, pese a ser cierto que no fue especialmente largo (1 hora y 15 minutos) no supo para nada a poco. Supieron sacar partido a una sala especialmente difícil y dejaron contentos a los fans que llevaban años esperando verles de nuevo. Y especialmente contentos a aquellos que les verán este verano en Viveiro. Desde luego, y para muestra un botón, el metalcore de primera generación era, si mas no, mucho más divertido. Y ellos son uno de los principales exponentes de ello.
Texto: Titus Ferrer | Fotos: Alejandro Ortega
Promotor:Bring The Noise
Día:2019-02-27
Hora:20:00
Sala:Bóveda
Ciudad:Barcelona
Teloneros:We Exist Even Dead
Puntuación:8
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