Chris Isaak enamora, Loquillo demuestra y Thunder y The Cult se salen en Vitoria
Si el viernes fue de cine el sábado no le fue a la zaga. Chris Isaak brilló como en la anterior vez y The Cult se salieron por los cuatro lados. La clase de Thunder no tuvo igual apoyados en un show extenso y completo. Nathan James fue la voz del festival liderando a Inglorious y Bloodlights abrieron la jornada resucitando el espíritu de Gluecifer. Pero Loquillo también reinó con un show de grandes clásicos en el que fue el show más divertido del festival.
Si el viernes fue de cine el sábado no le fue a la zaga. Chris Isaak brilló como en la anterior vez y The Cult se salieron por los cuatro lados. La clase de Thunder no tuvo igual apoyados en un show extenso y completo. Nathan James fue la voz del festival liderando a Inglorious y Bloodlights abrieron la jornada resucitando el espíritu de Gluecifer. Pero Loquillo también reinó con un show de grandes clásicos en el que fue el show más divertido del festival.
Bloodlights
Muchas ganas de ver a los ex Gluecifer y a esta propuesta que viene de Noruega bajo el nombre de Bloodlights. Gran banda de punk rock de corte nórdico con reminiscencias a los 90 y con el gran Captain Poon a las guitarras y a la voz principal. Buen trabajo de coros (ningún grupo en el Azkena actuó con coros pregrabados) y potencia desbocada en cortes como “Lights Out” o “Suicide Letter”. Presentaban su nueva obra “Pulling No Punches” y agradaron a los presentes a base de actitud. Rescataron algún tema más antiguo como “Simple Pleasures”, que siempre se agradece, y remataron con una versión de The Damned, la inmortal “New Rose”. Nos dijeron que el día anterior habían estado en Mallorca y que se notaba el cambio… Finalmente cerraron con la que es para mi su mejor canción: “Addiction”. Gran forma de empezar la jornada.
Inglorious
De largo Nathan James fue la mejor voz del festival y muchos se quedaron anonadados del poder vocal de la bestia rubia. La banda acompaña bien y tiene un nivel realmente alto a la par que los nuevos temas de “II” funcionan a la perfección como ya pudimos ver en “Read All About It”. Hubo un perfecto balance entre ambos discos y James tiró de bailes y posturitas mientras calentaba voz. “Somos una banda inglesa… aunque el bajista es sueco y el teclista es danés”, bromeaba Nathan. Gran papel en “Breakaway” con ese deje Whitesnake y groove y feeling en “High Flying Gypsy”. Sólo hubo un par de errores en la rotunda exhibición vocal del maestro pero os aseguro que hubo momentos en los que el vello se ponía de punta. Grandes en “Hell or High Water” y lucimiento instrumental para el combo. Tremendo final con “Holy Water”, “I Don’t Need Your Loving”, “Until I Die” y “High Class Woman”. El rubio tiró de agudos inhumanos para asegurarse de que le recordásemos. La verdad es que en este segundo disco hay más aroma Purple que Whitesnake y Scorpions 70. Estuvieron mucho mejor que teloneando a The Winery Dogs.
Loquillo
La polémica estaba servida con el Loco. Personalmente creo que merecía haber estado mucho antes sobre el Azkena y la verdad es que había opiniones para todo. Era jodido salir detrás de todo un Nathan James, pero qué queréis que os diga… Cumplió y entretuvo como pocos. Puedes criticarle muchas cosas a Loquillo pero la banda tira, tiene un carisma arrollador y cuando te sumerge en los clásicos es imbatible. Hasta se agradece que aquellos se convirtiera en un karaoke por momentos. Buen inicio con “Salud Y Rock and Roll”, “Línea Clara” y un “Territorios Libres” que siempre me ha recordado a Springsteen. Tres guitarras sobre escena, una buena banda y un par de pitillos para darle el toque macarra. “El hombre de negro” fue aplaudida y a partir de entonces diversión con el gentío entregado. “Carne para Linda” y la siempre intensa “El Rompeolas”. Grande en “La mataré” y un “Ritmo del garaje” que nos hizo revivir la infancia. Sonrisa infinita por parte del loco para subirnos a su camión y hacernos sentir estrellas del rock and roll. Pura diversión en las tres efes para luego vivir ese canto al desamor, durmiendo la mona en el Cadillac. Quería revivir todas esas inmensas canciones y así fue. De largo el show más festivo y alegre del Azkena. Un auténtico placer.
Thunder
Lección de clase, modestia, feeling y calidad de manos de unos británicos que están en su mejor momento. “Wonder Days” y “Rip It Out” así lo atestiguan en estudio, pero es que en directo se salen. Cuando sale la (casi) formación original de una banda y ataca ese juego con los tempos y los coros pulcros puedes realmente emocionarte. El Azkena quiso dejarles hora y media para que se explayaran y eso nos regalo algunas jams preciosas. Empezaron precisamente con “Wonder Days” para luego pasar por “Enemy Inside” y “River of Pain”. Danny Bowes se salió al igual que sus compañeros y el gentío disfrutó de lo lindo. Un show para enmarcar en el que “Serpentine” ya es recibida como un himno. “Backstreet Symphony” sonó a gloria y piezas de la talla de “Resurrection Day” o “Higher Ground” enamoraron. Les pude ver en Wacken pero allí no lograron lo que en Vitoria-Gasteiz. Maravillosa “Love Walked In” y desparrame final con “I Love You More than Rock ‘n Roll”. Hubo más, el bis esperado: “Dirty Love”, coreada hasta la saciedad. Fantástico el poder ver un show completo de una banda de ensueño. ¿Lo mejor? Que repetirán en el Rock Fest.
Chris Isaak
Lo de Chris Isaak es también clase en estado puro aunque el show tiene un sabor Las Vegas que puede dividir a la gente, así como que sus temas sean más lentos y menos festivos. Su indumentaria a medio camino entre Mariachi y torero es algo 100% americano, pero va con el personaje. Su voz sigue siendo espectacular pero no creo que superase lo de la última vez que le vimos en Azkena, aunque a decir verdad, siempre la primera vez cunde más. Cayeron los hits que todos esperábamos y estuvo bien apoyado por una banda muy metida en el papel y con ganas de hacer posturitas para la foto. Se nos había ganado el corazón con un “Ring of Fire” de Cash con los festivos vientos vía teclado. Añadamos una batería con mamparas y un percusionista que dio color y calidad. Excelso en el “Pretty Woman” y mágico en “Blue Hotel” y “Wicked Game”. Hubo hasta un chico que aprovechó para pedir matrimonio a su pareja en la canción sexy por excelencia. Sumémosle una ranchera cantada en español-mejicano mientras la clase y los medios tiempos reinaron en el Azkena. Pocos cantantes pueden jugar tanto con registros y gorgoritos de enlace como el divino Isaak. Excelso en “San Francisco Days” y “Somebody’s Crying” para encarar una recta final que para algunos se hizo algo pesada. Rotundo éxito de Chris Isaak despidiéndose por todo lo alto.
The Cult
La última vez que The Cult estuvieron en el Azkena, de día y con un Ian Astbury más pendiente de la gente que meaba en la valla que de sus fans, me dejó un gusto agridulce y una decepción importante que tampoco mejoraría tres días más tarde en su show en Barcelona con Gun. Cerraron el festival por todo lo alto con un show arrebatador, plagado de clásicos y en el que brilló por encima de todo el sonido Cult. El inicio con “Wild Flower” y “Rain” nos hizo despegar en un show del que sólo nos podemos quejar que fuera corto y que echásemos algo de menos algún clásico imprescindible. Gran papel de Astbury a las voces demostrando que sigue siendo grande y que puede hacernos emocionar con “Peace Dog” y “Honey from a Knive”. Gran ataque con “Sweet Soul Sister” y “She Sells Sanctuary” con un Tempesta llevándole el pulso a un show de ensueño. “Deeply Ordered Chaos” representó su nuevo material y Billy Duffy hizo las delicias de los presentes en un final de fiesta que incluyó “Lil’ Devil”, un “Fire Woman” de cine y el broche de oro: “Love Removal Machine”. Gran concierto para devolverme la fe en una de las bandas más especiales del rock. De verdad que el tiempo pasó volando.
Fotos: Alberto Almendro
Promotor:Last Tour
Día:2017-06-24
Hora:17:00
Sala:Mendizabala
Ciudad:Vitoria
Puntuación:9
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