‘77

Era la segunda vez que veía a la banda catalana. La primera fue en el Azkena Rock Festival del 2010 y me quedé con la sensación de que algún día merecería ir expresamente a uno de sus conciertos. Visto lo visto, no me extraña que consiguieran llamarme la atención!

Cuando se apagaron las luces, la sala rebosaba de ambiente: colas en la barra, colas en los lavabos, llenazo en la pista y ansias para ver el primer concierto de los ‘77 en la capital catalana en un año y medio. Todo presagiaba una noche espectacular pero en mi cabeza acechaba una duda: ¿cómo se comportaría la banda entre los suyos? ¿Existiría algún reparo para los hermanos Valeta por el hecho de tocar en su ciudad?

Nada más lejos de la realidad, sonaron los primeros Riffs en la potente guitarra de LG y se desató la locura. Empezaron a por todas con el primer tema de su nuevo álbum y tema que da el nombre al disco: “High decibels”, potentes riffs, ritmos duros y la afilada voz de Armand levantaron hasta al más escéptico. A partir de ahí todo es un continuo jolgorio, cayeron temazos como “(Gotta go) gotta hit the road”, “Are you ready for rock n roll” o “Melting in a spoon”. En absolutamente todas las canciones LG demostraba su enorme dominio de las seis cuerdas, con su técnica trabajadísima daba la sensación de ser un abusón respecto al público. Provocaba, vacilaba y corría de lado a lado del escenario mientras se sacaba un solo de la chistera como si nada. Continuaron con temas interesantes como “Gimme a Dollar”, la sensual “This Girl’s On Fire” y la enorme e imprescindible “Promised Land”. Por si fuera poco Armand cedió en algunos temas el micro a su hermano LG mientras que el bajista Raw lanzaba unos coros con pose y actitud remarcable, siempre al tiempo marcado exquisitamente por un Johnnie Dolphin concentrado en sus baquetas.

Para la memoria quedarán los “sprints” de LG (sin camiseta desde el minuto cero) por el escenario con su Gibson SG al hombro, sus solazos entre el público y su Grande Finale con un solo encima de la barra mientras saltaba por encima de numerosas cervezas y cubatas.

Realmente ’77 han hecho los deberes, lo tienen todo para triunfar. Aún así, es inevitable encontrarles numerosos parecidos con AC/DC o Airbourne (en una ocasión llegué a pensar que estaban versionando T.N.T). Igual de inevitable es compararlos con estos grandes del rock ya comentados, pero si son capaces de seguir la senda que ya están marcando conseguirán llegar más allá de meras comparaciones y demostrar que son perfectamente válidos para ser estrellas de Rock. Probablemente, si ese país no fuera el que es, posiblemente estaríamos hablando de una banda con un estatus importante pues no es por nada que han grabado con Dregen de Backyard Babies y que en países con más cultura rockera se los rifen.

Larga vida al rock!