Ha pasado más de un año desde que hicimos la segunda entrega de nuestro infame listado de bandas que deberían ser eliminadas del mundo de la música. Ahora que han comenzado a reducirse las amenazas de bomba, las cabezas de caballo sobre nuestras almohadas, los sobres con Anthrax, los dedos cortados de antiguos redactores enviados en una cajita a nuestra redacción y otros obsequios que soléis hacernos (gracias, por cierto, se os aprecia mogollón) hemos decidido que quizá es el momento de hacer una tercera parte.

Ha pasado más de un año desde que hicimos la segunda entrega de nuestro infame listado de bandas que deberían ser eliminadas del mundo de la música. Ahora que han comenzado a reducirse las amenazas de bomba, las cabezas de caballo sobre nuestras almohadas, los sobres con Anthrax, los dedos cortados de antiguos redactores enviados en una cajita a nuestra redacción y otros obsequios que soléis hacernos (gracias, por cierto, se os aprecia mogollón) hemos decidido que quizá es el momento de hacer una tercera parte.

Exactamente cero bandas de las que habíamos sugerido en entregas anteriores ha seguido nuestros sabios consejos. Peor para ellos: seguirán arrastrándose de una manera u otra por los escenarios del mundo a cambio de unos tímidos y comprometidos aplausos del público. Solo una, Motley Crue, está en proceso de irse al cuerno con su música y su desgana escénica. Dudamos mucho que sea por haber leído nuestro artículo pero haremos como que tenemos la razón y como que ese ha sido el motivo real.

En los últimos meses, hemos descubierto que hay una cierta cantidad de bandas que deberían ser ejecutadas por alguna institución de la Ley y el Orden, pero de momento nadie ha sido lo suficientemente valiente. Nosotros, por si acaso, las detallamos y os emplazamos a acudir a vuestra comisaría más cercana para interponer la denuncia necesaria.

RATT

Lo de Ratt ha sido, tradicionalmente, un cachondeo. Se odian, no se soportan y nunca se han entendido después de 1985. Su viejo guitarrista, Robin Crosby, incluso decidió morirse para no tener que aguantar más las tonterías del resto de sus compañeros. Y, de algún modo, la broma cada vez ha ido a más. Ahora mismo tenemos sobre la mesa a los Ratt de Bobby Blotzer, su batería, con una panda de mercenarios. Por otro lado tenemos a su antiguo bajista, Juan Croucier, que se ha montado otra banda de mercenarios llamada Ratt’s Juan Croucier, donde toca los clásicos. Mientras, Warren DeMartini, el clásico guitarrista de la banda, ha denunciado a Blotzer por el uso del nombre. En el caso de Ratt no hace falta ejecutarlos: llevan ejecutándose a si mismos desde hace décadas. Y atentos: en breve la portera de vuestro bloque de pisos tendrá su propia versión de Ratt.

Ratt, en todo su esplendor

Ratt, en todo su esplendor

PAUL DI’ANNO

Lo de Paul Di’ Anno es harina de otro costal. Un señor que grabó los dos primeros discos de una de las bandas de heavy metal más influyentes de todos los tiempos debería ganarse la vida, cuanto menos, medio bien. Pero no: el tipo vendió el publishing de sus temas con Iron Maiden a la banda hace muchos años por una suma ridícula, posiblemente desconocedor de que los británicos se convertirían en una banda de estadios pasada la frontera del nuevo milenio. También vendió sus negocios y terminó en la cárcel por estafa tras solicitar y cobrar una pensión mediante falsos pretextos. Y para coronarlo, años de tabaco, alcohol y drogas minaron su voz completamente hasta el punto de que una nana para niños cantada por Di’ Anno puede considerarse grindcore.

A día de hoy, sigue paseándose por los escenarios del mundo cansado, a menudo sentándose en la tarima de batería porque no puede más. Su voz nunca fue la de Dickinson, pero hoy en día ya no es ni la de Di’Anno. Si usted se lo encuentra quizá pueda contratarlo… por un sandwich y una birra.

La cara y la cruz

La cara y la cruz

MAX CAVALERA

Hace mucho tiempo que no existe ninguna diferencia entre SOULFLY, CAVALERA CONSPIRACY, la tos de Max Cavalera y un motor de coche siendo testeado en un taller. Uno tiene la sensación de que Cavalera lleva quince años grabando la misma canción y que nadie se atreve a decírselo. A buen seguro su ética de trabajo es loable, porque el tipo no para, pero musicalmente hace mucho tiempo que no tiene nada que decir. Hoy en día, uno va a los conciertos por ver saltar a Marc Rizzo mientras toca solos imposibles, pero Max Cavalera está para el arrastre. Y por favor, que alguien lo duche.

Alguien ha estornudado

Alguien ha estornudado

DRAGONFORCE

Ok, la broma ha llegado demasiado lejos, chicos. Innovar en el metal es harto difícil, lo sabemos, pero el enfermizo sentido de la velocidad y la histeria musical de Dragonforce ya no hay por donde cogerlos. A fin de cuentas, el juego ese del Guitar Hero fue popular hace casi una década y la banda aún sigue siendo “aquella banda tan chunga del Guitar Hero”. Sus últimos discos son ni pasables y aguantarles durante más de seis minutos es todo un reto. La fórmula es siempre la misma: velocidad incómoda, estribillo powermetalero, velocidad incómoda, estribillo powermetalero, parte para que cante el público, solo más incómodo si cabe, estribillo powermetalero a velocidad incómoda, fin. ¿No os entran ganas de ir con unas tijeras de cortar carne y cortarle TODAS LAS CUERDAS al chino en plan “CHAS” a medio concierto?

Pues eso

Pues eso

KISS

Kiss son una buena banda cuando no canta Paul Stanley. Después de pasarse una década diciendo que Peter Criss y Ace Frehley eran músicos inferiores, no se como Stanley tiene la decencia de subirse a un escenario cada noche y destruirle la vida a su pobre técnico de sonido haciendo los gallos más tremendos que jamás haya escuchado el ser humano. Y es que Stanley ya no tiene control sobre su voz y los conciertos de Kiss parecen de música tirolesa debido a esto. Súmale que Gene Simmons ya pasa de su propio personaje y se ha convertido en una especie de simpático abuelo que pasea desgarbado por el escenario enseñando la lengua cada pocos segundos y Kiss han perdido bastante atractivo, por mucha pirotecnia que lleven. Su último concierto en Barcelona fue sombrío y cada vez que Stanley hablaba por el micro entre temas, el público callaba. Como queriendo escuchar la magnitud de la tragedia vocal.

Victoria's Secret presenta a su nuevo modelo de temporada.

Victoria’s Secret presenta a su nuevo modelo de temporada.

FIVE FINGER DEATH PUNCH

Ahora mismo están petándolo, pero en cinco años veremos. De manera casi rutinaria, bandas de metal super molonas aparecen en Estados Unidos, llenas de actitud, vendiendo discos a quien ya jamás los compra y convirtiéndose en estrellas de un año para otro. Pero tiene más que ofrecer musicalmente el cadáver de Dimebag Darrell que todo un disco de Five Finger Death Punch. Metal de saldo, hecho para los impresionables fans americanos y un grado de originalidad equivalente al de la carta de un restaurante chino. Nuestro veredicto es que lo dejen, pero viendo cual es la serie histórica con este tipo de bandas, implosionaran ellos solitos en cuestión de cinco o seis años.

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ÁNGELES DEL INFIERNO

Hace muchos que Angeles del Infierno tienen una relevancia exactamente igual a 0 en el mundo del heavy metal (patrio e internacional). No obstante, ver su actuación en el último Rock Fest Bcn nos confirmó que deberían entregarse a la policía en la comisaría más cercana. Reconvertidos en una especie de orquesta (en ese escenario había demasiada gente) la banda sonaba de todo menos ensayada. Más bien sonaba enyesada. La batería hacía que «St. Anger» de Metallica pareciese un disco de Rush. La voz de Juan Gallardo era más inestable que Michael J Fox llevando un plato de sopa. Como colofón, el grupo lleva sin editar un nuevo disco exactamente desde el año 2003, lo cual es sintomático de los niveles de inspiración que tienen. Y para terminar… ¿quién les hizo esas horribles imágenes con las que acompañaron su directo en las pantallas de video? Santa Madre de Dios.

OZZY OSBOURNE

Cualquiera que haya visto a Ozzy Osbourne en directo coincidirá que es como ver al típico vagabundo loco de tu barrio. Te sabe mal ver como ha acabado, rebuscando en los contenedores y gritándole a los árboles del parque, pero no puedes dejar de mirar cuando lo hace, como para recordarte a ti mismo que no estás tan mal. Pues cuando uno ve a Ozzy en directo hoy en día el asunto es similar: le ves deambular por el escenario, gritarle al público cosas incoherentes y rociarse de espuma con una manguera y en el fondo piensas «bueno, al menos he visto a una leyenda» pero sabes que aquello es un tren descarrilando lo justifiques como lo justifiques.

Sus discos son bazofia desde hace aproximadamente veinte años, sus directos son erráticos y no puede separarse del centro del escenario porque sino no lee el teleprompter y olvida la letra. Para eso, Ozzy, quédate en tu casa contando billetes.

Ozzy, en el mejor momento de toda su carrera.

Ozzy, en el mejor momento de toda su carrera.

LOS SUAVES

No tienen nada que justificar a nadie, no tienen nada que demostrar. Desde el día en que se enfrentaron al hostil público de los Ramones a principios de los 80, se ganaron la gloria. Pero empañar esa gloria con los deplorables espectáculos que ofrece Yosi en directo, donde no se le entiende, donde no entona y donde se ha convertido en un peligro para la banda, para sus técnicos y especialmente para si mismo, es triste. Cuando Los Suaves anunciaron su gira de despedida -que se alargará los próximos cien años, calculamos- y vimos a Yosi sobrio, con los ojos abiertos y hablando elocuentemente frente a la cámara con tono sereno casi se nos cae una lágrima. No hace falta que lo digamos nosotros porque, total, se van a separar igual, pero queremos dejar constancia de que lo que están haciendo es como muy innecesario.

Yosi, justo antes de hacer un largo soliloquio sobre el origen de las especies y el devenir de la humanidad.

Yosi, justo antes de hacer un largo soliloquio sobre el origen de las especies y el devenir de la humanidad.

QUEEN + ADAM LAMBERT

Queen, en si, se retiraron el 24 de noviembre de 1991. Pero que la banda siga girando con un tipo tan enclenque musicalmente como Adam Lambert a la voz es un atentado al legado de la mítica banda de Freddie Mercury. Entendemos que Brian May y Roger Taylor quieren salir de casa de vez en cuando y bañarse en la adulación del público. Entendemos que mantener el legado vivo y circulando ofrece muchos beneficios económicos en publishing y ventas de su fondo de catálogo.Entendemos incluso que no superasen lo de Mercury y sigan intentando recapturar lo que no se puede recapturar. Incluso tenía sentido lo de Paul Rodgers, pues es un vocalista «clásico», de «aquellos tiempos», que tiene un estilo propio. Pero el rollo este de «vamos a buscar a un vocalista ultra-homo para que replique las partes vocales y bucales de Mercury» no tiene ni la menor de las gracias. La sexualidad de Freddie no tenía absolutamente nada que ver con su personalidad artística. En el caso de Lambert sabemos que está ahí por lo que está: para ofrecer un cliché, una experiencia, que «recuerde a Queen». Error garrafal. Dejadlo estar.

Freddie Mercury está dando tantas vueltas en su tumba que lo llaman "el ventilador".

Freddie Mercury está dando tantas vueltas en su tumba que lo llaman «el ventilador».

The Metal Circus