Para muchos, Dee Snider es un vestigio de una época pasada, cuando el heavy era casi una parodia de si mismo. Más allá de que su maquillaje y los videos de Twisted Sister en los 80 hayan condicionado su imagen, Dee Snider merece un respeto enorme por ser uno de los más firmes defensores de la causa del heavy metal cuando más se le necesitaba, como cuando habló ante el congreso de Estados Unidos cuando el PMRC quería censurar -y efectivamente lo estaba consiguiendo- un tipo de música que consideraban peligrosa y poco adecuada.