El día clave de esta edición del festival gallego tuvo como grandes protagonistas a la banda más ansiada en el festival a lo largo de los años. Pero no solo ellos hicieron un gran espectáculo.
El concierto que llevó a cabo la formación americana en la capital húngara tuvo uno de los momentos más sorprendentes desde la reunión de la formación con una colaboración en directo.
El momento que buena parte de los fans del metal en España -en especial el público más joven del que va a festivales- ha llegado. El evento gallego por fin ha puesto sobre la mesa los nombres que estarán el año que viene en Viveiro.
Un maquillaje, un tema concreto, lobos por doquier y mucha, mucha pirotecnia. Esa es la clase de cosas que a uno le vienen a la mente cuándo piensa en Powerwolf, uno de los grupos que más ha crecido y que más ambicioso ha sido en los últimos años -tanto por su música como por la aproximación que tienen a los directos-.
El género musical de guitarras y volúmenes altos por excelencia, el rock -y consecuentemente el metal-, ha sido por desgracia uno de los más ligados a los delitos y excentricidades más sonados de la historia reciente por culpa de unos cuantos músicos a pesar de que la relación entre este tipo de música no implique una asociación directa con algo malo (igual que, por ejemplo, ver una película de terror o gore no crea psicópatas).
A más les odian sus detractores más sube su popularidad. Después de un par de intentos fallidos por fin pudimos tener a los enfant terrible del metalcore en la ciudad condal. Y vaya si cumplieron con las expectativas.
Ambas bandas se unen en un mismo cartel para una gira por nuestro país. Dos nombres muy importantes en la escena metalcore de Estados Unidos.
