Discos que alguien debería haber secuestrado a tiempo
Igual que en el mundo tiene que haber gente fea para que exista gente guapa, tienen que existir discos malos para que los buenos puedan sobresalir. Las bandas que hemos seleccionado han firmado algunas de las obras maestras del heavy metal.
Igual que en el mundo tiene que haber gente fea para que exista gente guapa, tienen que existir discos malos para que los buenos puedan sobresalir. Las bandas que hemos seleccionado han firmado algunas de las obras maestras del heavy metal. Pero no son infalibles y a veces las musas se tomaron un tiempo de excedencia. Los cambios de componentes son un clásico, que tome las riendas del grupo un personaje secundario o los bochornosos intentos de adaptar el sonido de un grupo a las modas que imperan en ese momento. Hay millones de discos malos en el mundo, pero cuando son las bandas punteras las que tropiezan la situación se hace mucho más sangrante. Aquí tenemos algunos de los momentos y los discos que las bandas grandes desearían que nunca hubiesen ocurrido.
“St. Anger” METALLICA (2003)
El gran logro de este engendro que creó Metallica en 2003 fue que los “Loads” nos parecieran buenos discos y que el “Death Magnetic” nos pareciera una obra maestra. “St Anger” fue un descenso a los infiernos. Un disco largo y tedioso en el que sobresale un sonido crudo, impropio de la banda, y una batería con un sonido de caja de grabación casera en el local. Cuando a todo batería la caja le suena así, para de tocar; pues sabe que hay un problema. Lars decidió que sonara así con el beneplácito de Bob Rock. E intentar sonar como el “Raw Power” de los Stooges es algo que sólo les funcionó a ellos. Los solos están proscritos, pero eso no es motivo para acortar los temas, algunos de ellos más largos que un día sin pan. Y eso que hay temas que apuntan a algo interesante como “Invisible Kid” o “St Anger”. Pero Metallica nunca puede abrir un disco con un estribillo como el de “Frantic”: “tic tic tic toc”. Y bueno… cosas como “Shoot Me Again” o “Purify” están a la altura de “Lulu”. Demostrando que se puede hacer un disco malo sin la ayuda de Lou Reed. Hubo iluminados que llegaron a decir que la batería de Lars Ulrich de este álbum sería copiada y venerada dentro de unos años… y seguimos esperando. Incluyeron un DVD con todos los temas ensayados y no conozco a nadie que lo haya llegado a visionar. Ya no estaba Newsted en el combo, pero el chico se afanó a sacar discos a la altura de “St Anger”. ¡¡¡Lo peor de todo es que para hacer este reportaje he tenido que volverlo a escuchar!!!”.
“Risk” – MEGADETH (1999)
“Cuando titulas a tu disco como “Risk” (Riesgo) es que ya sabes que te la estás jugando. Y más cuando regalas otro disco recopilatorio con los mejores temas de tu carrera. Tuve la enorme suerte de hablar con Mustaine en una entrevista sobre “Risk”, y la verdad es que lo quiere olvidar. La ostia que se llevaron Megadeth fue antológica, y eso que contaban con el mejor line-up de su historia. Había dejes a su anterior trabajo, ya polémico, “Cryptic Writings”, pero aquí jugaron a la balada, al experimento progresivo, al medio tiempo melódico y a las melodías arabescas.”Insomnia” ya le deja a uno frío, ¡pero la cosa va a peor! “Crush ‘Em” estaba escrita para utilizarse en veladas de Pressing Catch. Estuvieron teloneando a Iron Maiden y presentando el disco, y claro, los temas nuevos poco pintaban allí. Podríamos salvar “Prince of Darkness”, las dos extrañas “Time” del final, y para mi la deliciosa “Breadline”. Recuerdo que cuando Mustaine me dijo: “De verdad te gusta “Breadline”? yo le respondí: “Me encanta, pero confieso que no para Megadeth”. Creo que con esto está todo dicho. Incluso la trampa para ratas que aparece en el libreto fue profética: se pillaron los dedos.
“Pink Bubbles Go Ape” HELLOWEEN (1991)
Los 90 nos dejaron hostias musicales impresionantes, pero la de Helloween fue épica. Siempre avanzados a su tiempo, ellos se estamparon ya en 1991, antes que nadie. No era para menos. Kai Hansen se había largado y el gran Michael Kiske empezaba a padecer esa crisis existencialista y cristiana que le hizo llegar a odiar el heavy metal. Weikath estuvo más pasota de lo habitual, que ya es decir, y nadie le hizo caso al productor Chris Tsangarides cuando avisaba: “Lo que estamos grabando… seguro que lo queréis editar?”. Lo peor de todo es que venían de asombrar al mundo con los dos “Keepers”, así que ya se sabía que llegar a ese nivel era algo imposible. Para rematar el cúmulo de despropósitos. El título juntando burbujas y monos era tan extraño como las fotos con huevos fritos en los ojos (¿??). Tampoco fue muy normal dejar que Grapow, el chico nuevo, escribiera tantos temas. Cortes como “Heavy Metal Hamsters” le dejan frío a uno. No tenía que entrar en el disco, pero alguien la puso allí. El despiste es constante, y eso que “Kids of the Century” funcionó, e incluso “The Chance”, pero no iban bien apoyadas por el resto. La vena rockera a lo Elvis que tanto le encantaba a Kiske aparece en “I’m Doin Fine, Crazy Man”, en “Yourn Turn” o en la cara B “Blue Suede Shoes”. La cosa podía haber sido peor si hubieran metido “Windmill”, pero no aprendieron de los errores y la colocaron en el siguiente disco. “Pink Bubbles Go Ape” es como besar a la sardina de la portada: no sienta bien y da algo de repelús.
“Demolition” – JUDAS PRIEST (2001)
Las bandas que cambiaron a su cantante y lo sustituyeron por otro siempre tienen un notable bajón de popularidad y el frontman se ve en el centro del huracán. Pero nadie puede reprocharle nada a Tim “Ripper” Owens, pues cumplió como nadie. “Jugulator” era una pasada, si bien las sonoridades de Pantera impregnaban un poco la obra. Pero “Demolition” fue otro cantar. Ese disco fue vapuleado por todos y hasta llevó a Judas Priest a tocar en la sala Razzmatazz… ¡y no la llenaron! Recuerdo que cuando salió el disco nadie del equipo quería hacer la reseña. “¿Estamos locos? ¿Judas saca disco y pasamos todos de ellos?” Dijo Sergi Ramos. Pues sí, fue un reflejo de ese periodo. Judas sonando a Clawfinger, ritmos maquinales, reminiscencias del chándal metal y nu metal.. Y es que cuando la gente mayor quiere sonar joven… siempre se paga. A ello hay que añadirle que los cortes son muy extensos. De todas maneras hay que subrayar que “Hell Is Home” me parece una maravilla, lástima que el resto no lo acompañe. De hecho, sacar como single “One on One” fue decirle al mundo que se olvidase del sonido clásico de Judas Priest. Los temas de relleno campan a sus anchas y cabe remarcar que el señor Tsangarides también estuvo detrás de los controles. Sí, ha estado detrás de obras maestras, pero también ha sacado algunos de los peores discos de muchas grandes bandas. Evidentemente la cosa terminó como era de esperar: patada a Ripper y vuelta con Halford con un disco que sonaba a lo “Painkiller”. Pabellones llenos otra vez. Con “Demolition” Judas nos enseñaron que nadie puede bajar más allá del sótano…
“Virtual XI” – IRON MAIDEN (1998)
Vaya… hablar del disco malo de Maiden no va a ser fácil. Para unos está claro que es el “No Prayer for the Dying”, para otros todo lo que ha seguido después del “Brave New World”… pero para muchos otros fue este “Virtual XI”. De lo que no hay duda alguna es que fue el punto más bajo de la banda. Y otra vez sale el Razzmatazz en el reportaje, pues Maiden llegaron a estar destinados a tocar allí. Afortunadamente en esa gira venderían entradas y llenaron el Pavelló de la Vall d’Hebrón. Fue la antesala de la despedida de Blaze Bayley. Incluso en ese tiempo había una plataforma hispana que pedía la vuelta de Paul Di’Anno. Pobrecitos… la sorpresa que tendrían al ver a este tipo en directo… Pero lo mejor de todo es que este “Virtual XI” no ha envejecido mal y muchos le tenemos cariño. Cortes como “Futureal” son más de lo mismo, pero son los Maiden de toda la vida, y enganchan, muy a pesar de Blaze. “The Clansman” ha llegado a ser interpretada en directo por Dickinson y es un auténtico himno. Si que hay material menor como “Don’t Look to the Eyes of a Stranger” o “The Educated Fool”, pero el resto no estaba nada mal. “The Angel and the Gambler” fue el single y pecaba de ser demasiado larga pero era una evolución interesante. Llegó a ser interpretada en playback en uno de los programas de música para TV1 con una legión de modernitos de la época bailando. No ayudaron las fotos del fútbol ni el concepto ese de la modernidad de la tecnología, pariendo la peor portada de su historia (quizá hasta “The Final Frontier”). Curiosamente la balada que cerraba el disco fue la canción “Como estais Amigos” compuesta por Blaze y Gers; y fue la despedida de un cantante que nunca funcionó. Pero si los discos malos de Maiden son este y “No Prayer for the Dying”… quiere decir que Iron Maiden son enormes.
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