Discos de Megadeth de peor a mejor
Tras su expulsión de Metallica, Dave Mustaine creó un grupo que se convertiría en uno de los cuatro titanes del thrash metal: Megadeth.
Casi cuatro décadas de actividad y formaciones inestables han dado lugar a verdaderas joyas, así como a verdaderos desastres que analizaremos a continuación de peor a mejor.
15- Risk (1999)
Como su propio nombre indica, ‘Risk’ fue todo un riesgo. Y salió mal. Siendo el último disco que hicieron con Capitol Records, se le recuerda por ser el peor disco de su trayectoria debido a la cutre ejecución y composición de unas canciones totalmente olvidables en su gran mayoría. No se reconoce apenas la identidad de la banda, que apenas nueve años atrás habían alcanzado su máximo exponente con ‘Rust In Peace’.
Dos años después de ‘Cryptic Writings’, que no tuvo una recepción tan mala y marcó cierta tendencia en el sonido de la banda, este trabajo cayó en la trampa de lo mainstream y el pop cutre mezclado con rock ejecutado con bastante mal gusto. Y eso que la formación en esta época no estaba nada mal: tras la expulsión del batería Nick Menza, se completó la alineación Mustaine-Ellefson-Friedman con Jimmy DeGrasso, quien había trabajado con Y&T, Suicidal Tendencies o Alice Cooper.
¿Qué es lo que pasó con ‘Risk’? Si bien con la perspectiva actual se definiría como un experimento catastrófico, es cierto que si fuese de otra banda no estaría tan mal visto en su momento. Pero, definitivamente, esto no estaba a la altura de Megadeth. Ni siquiera sabiendo la dirección que comenzaba a tomar la banda. De este trabajo como mucho se podrían salvar “Crush ‘Em” o «Prince Of Darkness», pero desde luego que un disco que contiene canciones como “I’ll Be There” o “Breadline” es mejor dejarlo en el olvido.
14- Super Collider (2013)
‘Super Collider’ supuso de nuevo tocar fondo. Como si fuese algo cíclico, se repitió algo parecido a lo que sucedió con ‘Risk’ y ‘Cryptic Writings’. Tras bajar un poco el nivel anterior con ‘Th1rt3en’, ‘Super Collider’ no hizo otra cosa que terminar el declive. Y aunque tenga canciones decentes como “Built For War” o “Kingmaker”, no ofrece ni la calidad ni el sonido que cabe esperar de Megadeth después de tantos años y buenos discos.
Demasiado refinado hasta convertirse en un álbum comercial y malo, plano y hasta aburrido, lo que costó una lluvia de malas críticas de la prensa e indiferencia de los fans. Aunque hay que reconocer que se vendió bastante bien, pero, ¿de qué vale vender tanto si el producto acaba por no gustar demasiado?Ni siquiera la colaboración con David Draiman de Distubed en “Dance In The Rain” le dio chispa al asunto. En este caso no se trata de un cambio de estilo que no convence al público habitual, como había pasado en otras ocasiones, sino que sencillamente no llamó la atención lo suficiente como para merecer un mejor puesto. De hecho, es el disco que menos presencia ha tenido en las setlist de toda su carrera.
Puso fin a esta etapa la marcha del guitarrista Chris Broderick y el batería Shawn Drover, que aunque son buenos músicos sin duda alguna, reavivó la esperanza entre los fans de recuperar a los Megadeth thrashers en futuros discos con los próximos miembros.
13- The World Needs A Hero (2001)
La situación de la banda iba cuesta abajo y sin frenos. Para empezar, finalizaron su relación con la discográfica Capitol Records para pasar a trabajar después con Sanctuary Records. Y también rompieron relaciones con el guitarrista Marty Friedman, quien afirma que se cansó de tocar sólo metal y no poder explotar todo su potencial con la guitarra. Esta inestable situación se refleja con pocas cosas interesantes en este nuevo disco, más allá de “Dread And The Fugitive Mind” o «Moto Psycho» y un sonido aburrido a más no poder.
Tras el fracaso de ‘Risk’, todos los esfuerzos fueron dirigidos hacia una vuelta a sus raíces, a aquello por lo que los fans adoraban a Megadeth. Incluso trajeron de vuelta a Vic Rattlehead, la carismática mascota que protagoniza la mayoría de sus portadas. Pero no fue suficiente. Si bien es cierto que supuso una mejora respecto a lo anterior, esto no significa que realmente alcanzase su objetivo ni muchísimo menos.
Por otro lado, la nueva formación parece que no cuajaba del todo bien. Ésta contaba con las constantes de Dave Mustaine y David Ellefson, con el batería Jimmy DeGrasso y como nuevo guitarrista a Al Pitrelli. En este punto de inflexión, Megadeth se disolvieron por una temporada debido a la imposibilidad de Mustaine para tocar la guitarra. El nervio de su brazo izquierdo se vio dañado a causa de una mala postura al dormir, haciendo que Dave tuviera que ir a rehabilitación y aprender de nuevo a tocar la guitarra con la mano izquierda.
12- Th1rt3en (2011)
Tras unos años gozando del éxito de ‘Endgame’ y la esperadísima gira del Big Four junto a Metallica, Slayer y Anthrax, en el año 2011 regresaron con ‘Th1rt3en’, su último trabajo bajo el sello de Roadrunner Records. Este álbum con sus trece temas (a Mustaine no le asustan las supersticiones) se quedó a medio camino, probablemente debido a las expectativas generadas por el anterior disco.
Si bien venían de un disco bastante cañero, en esta ocasión bajaron la guardia y los resultados no contentaron demasiado al público. Al menos después de las primeras y buenas impresiones causadas por “Public Enemy No. 1′, single que además fue nominado a un Grammy y se quedó en la setlist por muchos años. Otros temas como «Sudden Death», «Never Dead» o «Deadly Nightshade» ciertamente dan la talla pues suenan a lo que te esperas que deberían sonar, pero aún así, el conjunto en general se queda como un aprobado raspado. Como detalle, la canción «Black Swan» se trata de una re-grabación correspondiente a un tema que lanzaron como bonus track del ‘United Abominations’.
¿Es un mal disco? No. ¿Es un buen disco? Bueno, sin más. Está «bien», pero al lado de los demás trabajos no supone gran competencia en este top. «Th1rt3en» pasó sin pena ni gloria en la carrera de Megadeth, aunque al menos tuvo una buena recepción.
11- Cryptic Writings (1997)
Megadeth como banda tiene varias facetas. Si bien en su día fueron los reyes de la velocidad y la rabia, en esta época mostraron la otra cara de la moneda. No sólo se les da de miedo hacer thrash metal, sino que también se atreven con un registro más melódico.
Jugueteando con su lado más rockero (incluso algo popero) salió ‘Cryptic Writings’, de donde vienen la clásica “Trust”, canción que alcanzó altos puestos en listas de éxitos e incluso fue nominada a un Grammy, “She-Wolf”, «Almost Honest» o «The Disintegrators». Este álbum desprende una confianza que no se termina de corresponder con el resultado final, pues tras la sorpresa de ‘Youthanasia’ y su giro estilístico parece que se confiaron demasiado.
Megadeth había saltado a la radio y, con ello, a alcanzar un mayor número de público y también variedad. Ya no era sólo para fans acérrimos del thrash o heavy metal clásico, ahora se acercaban también al público mainstream. Sin embargo, este sonido no terminó de convencer a su gran fanbase y, de hecho, se mascaba la tragedia que a continuación protagonizaría ‘Risk’.
10- United Abominations (2007)
Este disco supuso una buena señal para los fans y así lo mostró la recepción junto a la crítica de la prensa musical. Superó las expectativas tras ‘The System Has Failed’, e incluso a día de hoy sigue siendo un álbum al que se le tiene estima pese a no ser de los mejores.
Tras la caída en picado y la posterior y lenta recuperación, con este disco y temas como “Sleepwalker” o “Washigton Is Next!” o «Never Walk Alone… A Call To Arms» (que casualmente abren la tracklist), entre otros, ganaron gran parte de la confianza perdida años atrás. Supieron entregar de forma correcta un nuevo material fresco e interesante, contentando así a sus seguidores a pesar de que el único pilar de la banda fuese Mustaine en ese momento, ya que ni siquiera David Ellefson se encontraba en sus filas. En su lugar estaba James LoMenzo, junto a los hermanos Shawn y Glen Drover a la guitarra y batería respectivamente. Este último acabaría por bajarse del barco posteriormente para dedicarse a su familia.
Además, fue el inicio de su andadura con Roadrunner Records, que duraría hasta dos discos más. Con los años y la perspectiva, se ha quedado en un disco apreciado por el público aunque mejorable en algunos aspectos. Este sí se lleva el aprobado de calle.
9- The System Has Failed (2004)
Tras su parón, el cual hasta benefició a la banda en ciertos puntos, Megadeth hicieron borrón y cuenta nueva. Regresaron dos años después con las pilas bien cargadas y un disco titulado ‘The System Has Failed’. Un trabajo que, si bien dista de estar entre los mejores de su carrera, cabe decir que hasta está bastante infravalorado.
Poco se comenta la gran energía que derrochan “Kick The Chair”, “Back In The Day”, “The Scorpion” o “Blackmail The Universe”, que son verdaderos temazos donde Megadeth lograron encender de nuevo la chispa que habían perdido hace tanto tiempo. Seguro que si estos temas estuviesen en otro disco, o apareciesen en otro momento, serían más valorados. Pero la crítica miraba a Megadeth con lupa, y el público también, así que recibieron un visto bueno.
A pesar de que todavía les rondaba la inestabilidad en cuanto a la formación, especialmente por la despedida del tan querido batería Nick Menza en medio de la gira Blackmail The Universe, quien fue rápidamente sustituido por Shawn Drover, hermano del por aquel entonces guitarrista Glen Drover. Quizá en algunos aspectos pudo ser mejor, quizá no dieron todo lo que podrían haber dado, pero este disco fue un buen nuevo comienzo para un Dave Mustaine que demostró una vez más que no se rinde nunca.
8- Dystopia (2016)
Su último disco hasta la fecha, ‘Dystopia’, es la prueba de que Megadeth a veces necesitan hacer pequeños resets para volver con las pilas cargadas y buen materia, como ya ha pasado en alguna otra ocasión. Nueva formación con músicos de renombre, Vic Rattlehead vuelve a protagonizar la portada, vuelta a sus raíces… Todo apuntaba desde un principio al éxito.
Y así fue. Tras la marcha de Chris Broderick y Shawn Drover y unos pésimos resultados de ‘Super Collider’, regresaron con un álbum muy rico en varios aspectos. En composición y sonido muestra de nuevo los puntos fuertes de los Megadeth modernos, dominando el thrash tajante con letras sobre política y guerra, al más puro estilo clásico de la banda. Y a las pruebas nos remitimos. El single “Dystopia” que tanto sorprendió para bien y hasta fue ganador un Grammy, “The Threat Is Real”, “Conquer Or Die” o “Lying In State” son de las mejores canciones que han hecho en décadas. Las fuertes líneas de batería de Chris Adler (Lamb Of God) y la increíble magia a la guitarra por parte del virtuoso Kiko Loureiro (Angra) son apuestas seguras que, junto a los (casi) inseparables Dave Mustaine y David Ellefson, forman un conjunto sólido y de calidad.
Aunque actualmente Adler ya no esté implicado con Megadeth debido a sus compromisos con Lamb Of God, las baquetas están a buen recaudo con Dirk Verbeuren (Soilwork). Esta nueva y explosiva formación, que en muchos lugares ya hemos podido catar en directo, junto a la calidad que han demostrado con ‘Dystopia’ indica que podemos estar ante una nueva época dorada para la banda. Y es por eso que actualmente existen altas expectativas respecto al próximo disco.
7- So Far, So Good… So What! (1988)
Este es un álbum breve, con apenas ocho temas. Pero los suficientes para construir un trabajo bueno, editado en un caótico momento para la banda: peleas, drogas y más problemas no fueron impedimento para trabajar en ‘So Far, So Good… So What!’, su tercer disco de estudio de la mano de Capitol Records, y presentarlo junto a grandes bandas.
Cuenta con varios de greatest hits de su carrera, como “In My Darkest Hour” y su gran valor lírico dedicado al por entonces recién fallecido Cliff Burton, el bajista de Metallica y ex-compañero de Mustaine que murió trágicamente en un accidente. Después están las impecables“Hook In Mouth” y “Mary Jane”, así como la instrumental “Into The Lungs Of Hell” para disfrutar de unos Megadeth que se acercaban cada vez más al mejor punto de su trayectoria. También hay una dedicatoria al ex-guitarrista Chris Poland, con quien las relaciones no acabaron nada bien debido a su forma de vida y problemas con las drogas, y “Liar” habla de ello. Esto último es un poco hipócrita por parte de Mustaine, teniendo en cuenta que mismamente en esta época volvió a entrar a rehabilitación.
Compuesto y grabado en medio de un gran caos, para variar, Dave Mustaine se las apañó para sacar adelante un tercer disco con un gran potencial y a la altura de la banda, que cada vez ganaba más popularidad y ya se distinguían por encima de otras bandas que llevaban activos el mismo tiempo que ellos.
6- Endgame (2009)
Acabaron esta década con un disco sorprendentemente bueno, producido por Andy Sneap y publicado con Roadrunner Records. Con el camino ya en parte marcado por ‘The System Has Failed’ y ‘United Abominations’, ‘Endgame’ siguió en una dirección potente.
Entregando al público justo lo que querían y sin bajar el nivel que dejó United Abominations, llegaron canciones como “Head Crusher” que se llevó otra nominación a los Grammy, “This Day We Fight!” y “1,320’” para poner los puntos sobre las íes y no dejar ninguna duda sobre el alma thrasher que tienen Megadeth. Además, sería el primer álbum grabado con Chris Broderick, quien demostró con creces lo que vale como guitarrista.
Presentaron este disco por numerosos países junto a bandas como Slayer, Testament o Exodus, entre otras, pero lo mejor de las giras posteriores fue la sorprendente vuelta a las filas del bajista David Ellefson. Fue un chute de energía para la banda y una alegría para los fans, sin desmerecer el trabajo de James LoMenzo, por supuesto. Megadeth se sentía más de vuelta que nunca en mucho tiempo.
5- Youthanasia (1994)
‘Youthanasia’ fue un exitoso y sorprendente experimento en cuanto a sonidos y composición, donde Megadeth exploraron nuevos registros sin salir de su identidad. Supieron jugar todas sus cartas de manera inteligente y es por eso que este disco se merece un puesto entre los cinco mejores, pues es innegable el buen trabajo que hay tras él.
Una faceta diferente de la banda llegó con ‘Youthanasia’, que contaba con la estelar formación compuesta por Dave Mustaine, Marty Friedman, Nick Menza y David Ellefson y el respaldo de Capitol Records. La misma formación que cuatro años atrás habían sentado cátedra en el thrash metal con ‘Rust In Peace’ se atrevían ahora con algo más heavy metal que otra cosa. Temas pegadizos, riffs pesados y una buena dinámica como muestran “Reckoning Day”, “Black Curtains”, “Addicted to Chaos”, y la homónima “Youthanasia” reafirman que los Megadeth menos thashers también saben hacerlo bien. Sin olvidarnos, por supuesto, de “A Tout Le Monde”, la balada por excelencia de la banda. Quién diría diez años atrás que acabarían haciendo una canción así.
Con la balanza más hacia el heavy metal que el thrash al que los fans estaban acostumbrados hasta la fecha, razón por la cual de primeras no recibió todo el reconocimiento que merece, con los años se consolidó como una de sus mejores obras. La portada, por cierto, es de las más llamativas que han tenido, sin el clásico Vic Rattlehead como protagonista.
4- Countdown To Extinction (1992)
Tras el revuelo que causó ‘Rust In Peace’, la cosa no estaba fácil para siquiera igualar el listón. Pero este quinto álbum titulado ‘Countdown To Extinction’ no se quedó atrás ni mucho menos, resultando un disco pulido hasta el último detalle.
Cierto es que distó en cuanto a estilo respecto a ‘Rust In Peace’ o ‘Peace Sells… But Who’s Buying?’, lo cual fue un beneficio en cuanto a explorar nuevas facetas de la banda así como una jugada inteligente para evitar comparaciones con el que había sido su mejor disco. Simplemente, trataron de hacer algo un poco diferente, más maduro, algo que hiciese ver que su bombazo no era momentáneo ni muchísimo menos. Todo parecía marchar sobre ruedas, menos porque los problemas de drogas seguían presentes. Mustaine sufrió una sobredosis en 1993 que casi lo lleva al otro barrio, y es por eso que prohibió a sus miembros consumirlas.
Por supuesto, este disco de himnos no se queda nada corto: está “Symphony Of Destruction” que se convertiría en una de las canciones más populares de su trayectoria, la técnica “Architecture Of Aggression”, “Sweating Bullets” o “Skin O’ My Teeth”, entre otras, que defienden este gran trabajo del cual también estaba detrás la formación Mustaine-Friedman-Menza-Ellefson.
3- Killing Is My Business… And Business Is Good! (1985)
¿Por qué situar este álbum por encima de otros que, posiblemente, gozen de mejor puntuación en algunos campos? Sencillamente por lo que significó, lo que demostró y, por supuesto, por ser una de las grandes joyas del thrash metal. ‘Killing Is My Business… And Business Is Good!’ es uno de los mejores debuts de la historia del metal.
La razón por la que podría sonar mejor es sencilla. Aquellos jóvenes y alocados Megadeth compuestos por Dave Mustaine, David Ellefson, Chris Poland y Gar Samuelson decidieron gastarse el presupuesto que Combat Records les había dado para producir este disco en… drogas. Muchas drogas, alcohol y comida. Así que tuvieron que apañárselas independientemente. Un disco cuyo ingrediente principal es la venganza, mezclado con grandes dosis de rabia y velocidad (patrocinadas por las drogas) que tenía un propósito: demostrar de lo que Dave Mustaine era capaz. Tras su abrupta expulsión de Metallica, se coció este breve pero que muy intenso trabajo que deja para la posteridad temas como la propia “Killing Is My Business… And Business Is Good!”, “Rattlehead”, «Chosen Ones» o “Mechanix”, una versión lo suficientemente alejada de la “The Four Horsemen” que Metallica hicieron.
La rivalidad y las comparaciones Metallica-Megadeth comenzaron desde el primer minuto, pero eso no fue motivo para que Mustaine se viniese abajo. Todo lo contrario, fue la gasolina con la que prendió su fuego interior y desató una explosión musical tan rabiosa como esta.
2- Peace Sells… But Who’s Buying? (1986)
Y tras un tajante comienzo, llegó el segundo trabajo ‘Peace Sells… But Who’s Buying?’, tan sólo un año después de debutar y estrenando con él su relación con Capitol Records. Se suele decir que el tercer disco es el que determina la consolidación de una banda, pero en este caso se puede afirmar que para Megadeth no hizo falta esperar tanto para asentar las bases de su identidad musical y reafirmarse como uno de los pilares fundamentales del thrash metal.
La canción que da título a este trabajo, “Peace Sells”, es indudablemente, uno de los himnos por antonomasia de Megadeth. El bajo de David Ellefson anuncia la llegada de este tema cargado de connotaciones políticas y crítica social, un aspecto que seguiría presente en las palabras de Mustaine a lo largo del resto de la discografía. «Wake Up Dead» tiene como protagonista a la parte instrumental, campo en el que Megadeth destacaban muy por encima de otras bandas de la Bay Area.
Añadiendo a esta temática el ocultismo con el que juegan “The Conjuring”, “Devil’s Island”, “Good Mourning/Black Friday” y “Bad Omen” el conjunto se presenta como algo sólido, maduro (aún siendo un momento tan temprano en su carrera), con identidad propia y, por supuesto, hace gala del gran potencial compositivo detrás de este proyecto. No está tan lejos del primer puesto, de hecho, la adjudicación de éste ha estado bastante reñida.
1- Rust In Peace (1990)
No podía ser de otra manera. La ópera magna de Megadeth. El momento culmen de su carrera. El máximo exponente técnico. ‘Rust In Peace’ se lleva la palma al mejor disco de Megadeth por méritos propios, siendo todo un referente para el subgénero.
La formación que creó esta obra está compuesta por, obviamente, Dave Mustaine y David Ellefson a la guitarra/voz y bajo respectivamente. Se incorpora para este disco Marty Friedman, quien hasta el momento era conocido por Cacophony. Un proyecto donde reinaba el speed metal y el virtuosismo de las guitarras, aspecto que transladó con mucha elegancia a las composiciones de Megadeth. Friedman es considerado uno de los mejores, si no el mejor, guitarrista que ha pasado por las filas de la banda. No se queda atrás Nick Menza como batería, quien ya había entrado en la banda un poco antes de grabar este disco. Fallecido en 2016, se le recordará siempre como uno de los mejores baterías de la historia del thrash metal. No hay ni un segundo de disco que sea un desperdicio ni en el que no se aprovechen al máximo las destrezas musicales de cada miembro. Desde la impecable “Holy Wars… The Punishment Due” que es un clásico entre los clásicos de la banda, hasta el gran hit “Tornado Of Souls”, pasando por temas de corte más de la vieja escuela como “Hangar 18” y “Take No Prisoners” y otros no tan conocidos pero igual de destacables como “Five Magics” o “Poison Was The Cure”, ‘Rust In Peace’ es un 10/10. En cuanto al contenido lírico tenemos política, guerra, religión, aliens. ¿Se necesita algo más?
Por supuesto, las posteriores giras por todo el mundo tuvieron un gran éxito. Y es que este disco les catapultó a lo más alto, dejando también una gran huella en el legado del metal. No hay nada que sobre ni que falte, ni que mejorar. Tampoco ha sido igualado posteriormente, convirtiéndose ‘Rust In Peace’ en el número uno de Megadeth.
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