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Classics: Amon Amarth – Versus The World (2002)

Reportaje
Amon Amarth - Versus The World

Ya hacía tiempo que los líderes del death metal melódico de temática vikinga habían sacado la cabeza en su Suecia natal: no por nada, este ‘Versus The World’ aparecía como ya su cuarto disco. Sin embargo, más que ir en contra del mundo, con este lanzamiento lo que consiguieron fue empezar a comérselo -y es que el disco que nos ocupa supuso el primer despegue comercial de Johan Hegg y los suyos, quienes son de los destinados a liderar la carrera para el relieve generacional del metal-.

Amon Amarth - Versus The World

Si se dejan atrás las melodías huracanadas y los riffs a alta velocidad de sus discos previos, en ‘Versus The World’ hay ritmos más pausados y contrapuestos con un sonido más oscuro y pesado que dota a todo el trabajo de una atmósfera hasta melancólica y sombría. Los suecos trabajaron fuerte para encontrar la forma de dar cohesión a su propuesta musical y, a la vez, hacerla destacar: empezaba a sonar lo que más tarde, después de casi diez lanzamientos, sería conocido, hasta con cierto hastío por repetitiva, como la “fórmula Amon Amarth”.

Con eso, la referencia hace alusión a esos riffs melódicos, pegadizos y sin grandes complicaciones que reparten a dúo Johan Söderberg y Olavi Mikkonen, construidos sobre una estructura de buenos y probados power chords y una batería atronadora de bajo constante, obras de Ted Lundström (bajo) y Fredrik Andersson (batería). Así, si algo distingue a Amon Amarth de muchos de sus competidores directos, es el hecho de que escucharles es divertido, adictivo y entra bien.

Pero, por encima de todo, lo que caracteriza a Amon Amarth (y que se vio totalmente definido en ‘Versus The World’) son los estribillos que bien podrían haber arengado a Ragnar Lothbrok o Erik el Rojo, encarnados en esos growls de buena técnica y aún mejor interpretación que dispara Hegg sin ningún tipo de pudor.

En esa línea, por supuesto, no se puede hablar del quinteto sueco sin hacer mención a la narrativa vikinga que les acompaña. Aunque renieguen del título “viking metal” ya que es muy diferente a su música, se aprovechan del filón del concepto vikingo que se hallan en las letras inspiradas en todas y cada una de las leyendas de la época (en este álbum, por ejemplo, se encuentran a menciones al Bifröst en «Across the Rainbow Bridge” o al Runatal en “Thousand Years Of Oppression”).

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