No solo se vive de Kiss. O al menos su frontman. Cuando no gira con el grupo norteamericano, el vocalista hace otro tipo de shows y en este caso fue uno totalmente distinto al que tiene habituado al público con "la banda más caliente del planeta".

Paul Stanley tiene otro proyecto musical aparte de Kiss. El rythm and blues es el género que toma el protagonismo en Paul Stanley Soul Station, el grupo que la estrella del rock tiene junto a Eric Singer a la batería y coros, Sean Hurley al bajo, Rafael «Hoffa» Moreira a la guitarra y coros, Alex Alessandroni y Ely Rise a los teclados. RayYslas a la percusión, Jon Pappenbrook a la trompeta y Gavyn Rhone, Crystal Starr y Laurhan Beato a los coros.

Paul Stanley: bodas, bautizos y comuniones

A pesar de la broma de este título, esta idea de Paul Stanley está pensada para eventos como en el que tocó con Soul Station en esta boda celebrada el pasado domingo 22 de mayo en el Rancho Calamigos en Malibú, California. La ceremonia unía al famoso chef Chris Santos y la actriz Natalie Makenna y lo celebraron por todo lo alto. Además de eso, Santos también fundó la discográfica Blacklight Media junto a Metal Blade en 2016, por lo que el mundo de la música no es precisamente desconocido para él. De hecho, eso llevó a que en la boda hubiera invitados famosos del mundo del rock y el heavy metal como Charlie Benante (Anthrax), David Draiman (Disturbed), Chris Broderick (In Flames y previamente en Megadeth), John Bush (antes en Anthrax y ahora en Armored Saint), Phil Rind (Sacred Reich) o Robert «Blasko» Nicholson (Ozzy Osbourne) entre muchos otros.

Soul Station debutó en marzo de 2021 de la mano de Universal Music y tiene un repertorio formado en su mayoría por covers aunque también tiene algunas canciones originales. Es el proyecto más personal de Paul Stanley y por eso ha decidido sacarlo adelante unido a la pandemia para rendir tributo a notorias figuras de la música y a temas míticos del R&B. Este multitudinario grupo ya ha girado en Estados Unidos y Japón en entornos alejados de los grandes recintos como Stanley hace con Kiss pero con las canciones trata de reverenciar canciones que, según él mismo, «merecen ser tocadas y escuchadas».