El pasado mes de agosto, la plataforma de venta de entradas britanica Festicket registró una “petición de moratoria” en cuanto a los pagos a sus clientes. Gran cantidad de promotores de todo el mundo vendían sus entradas a través de la plataforma, incluyendo varias empresas españolas.

Festicket, aparecido hace una década, concluyó el periodo de moratoria y salieron a la luz las deudas totales consolidadas hacia las empresas que vendían en su plataforma. Un total de más de 27 millones de dólares que se encuentran detallados en un documento de 59 páginas que podéis leer aquí.

La empresa, que ha sufrido dificultades financieras derivadas de las restricciones a eventos en directo y grandes concentraciones de personas a causa del Covid-19, se ha visto obligada a iniciar los procedimientos que buscan garantizar la viabilidad futura de la empresa y el pago de sus créditos, lo que en España se conoce como concurso de acreedores. Los administradores concursales británicos, Resolve, buscan “un mejor resultado para los acreedores”, que incluye la venta de las partes viables de Festicket a la compañía Lyte, que ofreció 100.000 dólares a cambio.

Millones en deuda a promotores españoles

Sin embargo, el destino de Festicket no pinta bien. Pese a deber 27 millones, la compañía posee alrededor de 5,6 millones de libras en sus cuentas bancarias, 7,6 millones en saldos de Stripe (el intermediario de ventas con tarjeta de crédito),  y otras cantidades avanzadas a promotores, lo que permitiría a éstos recuperan una parte de las cantidades pendientes.

Entre los promotores españoles afectados ha resultado especialmente afectado el promotor del Mad Cool. La empresa Mad Cool, situada en Madrid y dirigida entre otros por el promotor Javier Arnaiz, tiene pendientes de cobro más de 1,5 millones de libras esterlinas (1,7 millones de Euros aproximadamente). Su otra empresa, Andalucia Big Festival SL, que gestionaba el festival malagueño celebrado el pasado mes de septiembre y donde Rage Against the Machine cancelaron su participación semanas antes, tiene pendientes de cobro 184.000 libras, unos 200.000 euros aproximadamente.

Otras empresas españolas, como la discoteca Amnesia de Ibiza, tienen pendientes de cobro 918.00 libras. El Primavera Sound, que también vendía entradas a través de Festicket, ha quedado pendiente de cobrar algo más de 314.000 libras esterlinas.

Todas estas cantidades podrían ser recuperadas parcialmente si los administradores concursales encuentran una solución viable para Festicket o ejecutan y liquidan todos los bienes que posee la matriz de la empresa británica para hacer frente a las cantidades pendientes. Antes que el pago a los promotores se haría frente a 1,69 millones de libras del fondo Kreos Capital (cantidad con garantía) y los cobros preferentes de los empleados de la firma, que ascienden a unas 298.000 libras.

Cambio de paradigma

La desgraciada situación financiera de Festicket sirve de ejemplo para entender el motivo de fondo por el que distintos promotores de conciertos españoles han decidido prescindir de ticketeras al uso en tiempos recientes.

Tras una pandemia que provocó la congelación de la venta de entradas y un desbarajuste absoluto en tanto en cuanto la gente quería la devolución de sus entradas, los grupos no devolvían los depósitos pagados y las ticketeras no querían liberar el dinero de las entradas para hacer frente a potenciales devoluciones, varios organizadores de conciertos optaron por implementar sistemas de gestión de venta de entradas propios -o usando tecnología de terceros- en sus webs.

El caso de Resurrection Fest con la tecnología de Enterticket es un ejemplo, además de la implementación de una plataforma propia en la web de Madness Live. De este modo, los promotores reciben la totalidad del dinero de las ventas y lo pueden gestionar de manera acorde, sin depender de terceros que actúan como “bancos” que atesoran el dinero de las entradas y sólo lo liberan una vez se celebra el concierto – salvo que tengan dificultades financieras como las de Festicket.

Sergi Ramos