Es una tarde de julio de 2015 y en el recinto de Can Zam, donde se celebra desde un año antes el Rock Fest Barcelona, hay dos personas que tienen especial interés en que el festival salga a las mil maravillas. Uno de ellos es el promotor que lo organiza, pero hay otra persona que siente el festival muy de cerca. Ella es Núria Parlon y es la alcaldesa de de Gramenet, la ciudad que acoge de facto el festival dentro del gigantesco parque del que toda la ciudad hace uso. En un momento determinado, se sube al escenario y observa desde allí la inmensidad del evento. Están tocando Saxon. Biff Byford se acerca durante un solo de guitarra y el promotor le presenta a la alcaldesa, a la que saluda efusivamente. Luego corre de vuelta al escenario y sigue cantando uno de sus atemporales himnos del heavy metal británico de los 80.

Es una tarde de julio de 2015 y en el recinto de Can Zam, donde se celebra desde un año antes el Rock Fest Barcelona, hay dos personas que tienen especial interés en que el festival salga a las mil maravillas. Uno de ellos es el promotor que lo organiza, pero hay otra persona que siente el festival muy de cerca. Ella es Núria Parlon y es la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, la ciudad que acoge de facto el festival dentro del gigantesco parque del que toda la ciudad hace uso. En un momento determinado, se sube al escenario y observa desde allí la inmensidad del evento. Están tocando Saxon. Biff Byford se acerca durante un solo de guitarra y el promotor le presenta a la alcaldesa, a la que saluda efusivamente. Luego corre de vuelta al escenario y sigue cantando uno de sus atemporales himnos del heavy metal británico de los 80. 

Parlon (Barcelona, 1974) es una alcaldesa joven, al cargo de una ciudad trabajadora y diversa como es Santa Coloma de Gramenet. Entró accidentalmente en el cargo en el año 2009 y ha sido revalidada por la ciudadania en las elecciones municipales de 2011 y 2015. La transformación de Santa Coloma de Gramenet en ese espacio de tiempo ha sido notable y al colectivo del rock y el heavy metal nos ha supuesto la posibilidad de tener un festival a tiro de piedra del centro de Barcelona, con metro en la puerta y conexiones más que óptimas por tierra, mar y aire. Ya no hace falta irse a un recinto perdido de la mano de Dios en la otra punta del país: existe un festival en el área metropolitana de una gran capital mundial como es Barcelona. 

No se trata de una cuestión baladí. Barcelona tiene una amplia tradición de festival de música pop e independiente como el Primavera Sound o el BAM de la Mercè, así como de música electrónica, como es el caso del Sónar. Pero Barcelona hace años que dejó de lado los sonidos más duros, centrada irremediablemente en una cultura de escaparate que solo quiere lo que queda bien en los medios generalistas. Así pues, ha sido un bálsamo que una ciudad cercana como Santa Coloma de Gramenet tenga interés en acoger un evento multitudinario como Rock Fest Barcelona. No solo eso, sino que lo ha acogido con orgullo y con ganas. 

Pese a encontrarnos esporádicamente con la alcaldesa, nos rondaba hace tiempo la idea de sentarnos con ella para realizar una entrevista en la que nos explicase como vive el festival desde su posición política y personal. Así mismo, queríamos desvelar algunas incógnitas sobre la vida que le queda a Rock Fest en su emplazamiento actual o cuestiones como la zona de acampada. Parlon nos recibe en su despacho del ayuntamiento a una hora tan heavy como lo son las nueve de la mañana. Lleva un piercing en la nariz. No duda en ponerse la camiseta del Rock Fest y hacer el signo de los cuernos con la mano. Lo primero que nos dice es que tiene ganas de ver a Blue Oyster Cult. Y lo más importante, no hay ningunas elecciones cerca. Parlon está realmente orgullosa de tener al Rock Fest en la ciudad que pilota junto al equipo de gobierno municipal. 

¿Como se da la situación de que Santa Coloma de Gramenet acoja un macrofestival como el Rock Fest Barcelona? ¿Como lo han vivido los vecinos y la ciudad?

“La recepción del Rock Fest al inicio no fue mala. La mayoría de gente reaccionó positivamente. Si que es cierto que había incertidumbre: nadie sabía si iba a funcionar bien, si no iba a funcionar bien o qué tipo de público iba a venir. La gente tiene una imagen distorsionada del público del rock duro y el heavy metal y no saben en qué estado va a quedar el parque de Can Zam o si el público va a actuar de manera incívica o si va a molestar mucho el ruido. Son algunas incógnitas que aparecían cuando hicimos las reuniones con las asociaciones de vecinos y la gente de la plataforma en relación a los usos del parque y qué tipo de público iba a venir a la ciudad. Las dudas se despejaron muy rápido”.

“La mayoría de gente lo acogió muy bien porque creo que Santa Coloma de Gramenet echaba de menos tener un festival de referencia, que la ciudad estuviese viva y hubiese movimiento. La gente recuerda épocas en las que habían venido grandes grupos a Santa Coloma de Gramenet, al parque de Can Zam, o cuando las contrataciones eran distintas en el marco de la Fiesta Mayor. La acogida fue buena pero como es un tipo de música muy específico y se asocia a tópicos que no son reales parece que la gente vaya a tener comportamientos más desordenados que otros públicos. Estas dudas desaparecieron rápido porque se vio que la gente es cívica, que la organización estaba muy bien planteada y que el festival era algo bueno para la ciudad. El tipo de público incluye a muchas familias y la imagen que quedó es buena. Hoy en día la gente espera el Rock Fest aunque la música no sea su estilo.”

“Si que es cierto que los vecinos del barrio de Las Oliveras padecen en esos días la cercanía de los decibelios, pero la ciudad tiene interiorizado en positivo el festival”.

¿Había una voluntad política determinada a la hora de acoger el Rock Fest? Ya sabes: cambiar la imagen de Santa Coloma de Gramenet y del parque de Can Zam asociados al flamenco, el jaroteo y los festivales de Radio TeleTaxi de Justo Molinero. 

“Lo que queríamos era proyectar la ciudad en clave metropolitana con algún tipo de actividad que nos permita llegar a otros públicos. Es lo que hemos hecho con el Rock Fest y lo que haremos con otros festivales que puedan ir viniendo. Tampoco podemos convertir Can Zam en el Palau Sant Jordi, algo que no podemos hacer por las características del espacio. Si que consideramos que era una buena iniciativa porque nos permitía especializarnos en un sector que no tenía competencia en el resto del área metropolitana, ya que no hay otros festivales de heavy/rock en el area metropolitana ni en Barcelona. Eso nos permite ser referentes.”

¿Influye el color político a la hora de tener más apertura de miras y ver más allá del tópico? 

“El color político y la propia predisposición de los equipos técnicos para dar viabilidad a conciertos como los que se producen en los días del Rock Fest. Yo, en mi caso, siempre he escuchado música que está en ese rango. No es eso lo que lleva a tomar la decisión, pero si que es verdad que si eres tolerante hacia los diferentes tipos de cultura y de música no te asusta albergar un festival donde pueda tocar Sepultura. No deja de ser una clara oportunidad para la ciudad. Igual que la gente paga por ver un festival o los grupos por separado en Barcelona es bueno que podamos tenerlos en Santa Coloma. Hay que verlo así, sin ningún tipo de prejuicio. Creo que es importante remarcar que el uso del entorno del parque que hacen las personas que vienen al Rock Fest es de diez. La gente se comporta bien, es cívica y no genera ningún tipo de problema”.

Hay un gran orgullo colomense, que imagino que se puede extrapolar al orgullo que sienten otras ciudades que albergan grandes festivales de música. Pero si que es cierto que a la gente le enorgullece y le motiva mucho tener a bandas como Aerosmith tocando en una localidad donde este tipo de situaciones no eran habituales hasta ahora. Del mismo modo que Cornellá u Hospitalet de Llobregat siempre han sido más punk, Santa Coloma siempre ha sido más rockera y heavy. ¿Crees que eso también influye a la hora de que la gente sienta el festival como suyo?

“Santa Coloma tiene un sentido de pertenencia muy fuerte, la ciudadania tiene una identidad fuerte. También es cierto que es una identidad que en ocasiones se ha definido en forma de agravio. Vaya, que en los últimos tiempos los demás nos han dicho que estábamos mejor de lo que nosotros hemos dicho que estábamos. Parece que para cualquier cosa había que salir fuera de Santa Coloma y el Rock Fest ha cambiado todo eso, ha cambiado esa perspectiva. Tienes a Scorpions en Santa Coloma y eso cambia la perspectiva, aunque no te guste esa música. Ves portadas, contraportadas, espacios en revistas, en prensa general…todo ello diciendo que eso está pasando en Santa Coloma. Eso hace que la gente valore positivamente el festival aunque no le guste la música, o aunque le guste un grupo y otros no. Por ejemplo, Europe es un grupo que le puede gustar a todo el mundo porque es algo muy popular, que salían en la gala de nochevieja en televisión cuando yo era pequeña. Se comienza a asociar Santa Coloma con un encuentro de alto nivel en un sector musical especializado cuyo público además no genera problemas. Además, desde el punto de vista económico, para el sector de la restauración, es muy bueno.”

¿Como impacta económicamente el festival en Santa Coloma?

“Se hizo un estudio en 2015. Entre impacto directo e indirecto, se hablaba de un millón y pico, un millón cuatrocientos mil euros, aproximadamente. Eso es muy bueno”.

Obviamente hablamos de esa cifra en clave de impacto puramente económico y el valor del impacto mediático, no?

“Exacto. Todos los bares de la Avenida Pallaresa se llenan, todo el entorno del parque se llena de gente. Esa imagen de todo el mundo con una estética determinada que sabes que van al Rock Fest, con sus melenas y sus camisetas negras…”

Hablemos de la acampada. La gente no entiende que no se ubique en Santa Coloma de Gramenet y que se ubique en la localidad de Montmeló. La gente no entiende porqué habiendo espacios disponibles en Santa Coloma de Gramenet no se pueden usar para acampar.

“Ya. Bueno, nosotros hemos apostado por un formato que es el que nos ha funcionado y ese es el que queremos mantener. No queremos arriesgar. El formato que nos ha funcionado es acoger los conciertos, acoger el festival y que luego la gente pueda irse a acampar o a Barcelona. Eso preferimos no cambiarlo. Lo tenemos muy definido en esos términos”.

Santa Coloma de Gramenet tiene una oferta hotelera limitada y los precios se encarecen enormemente alrededor de las fechas del festival. Teniendo en cuenta que hablamos de empresas privadas y cadenas globales ¿puede hacer algo el ayuntamiento para que no se disparen tanto los precios de habitación en su término municipal en las fechas del festival?

“El problema que tenemos es que solo hay un hotel en Santa Coloma que casi siempre está al 100% de uso por su cercanía con Barcelona. Cuando se acerca el Rock Fest, supongo que la gente reserva porque el hotel está lleno hace tiempo para esos días. Es un hotel de precios normales, pero cuando la gente se desplaza a un festival en cualquier ciudad, sea en Madrid o en Benicassim, hay que preocuparse del alojamiento si no optas por acampar y eso implica pagar un hotel. Son los efectos colaterales. Es un festival que no se nutre solo de público metropolitano, sino que viene gente de todas partes de España y de Europa, e incluso de fuera de Europa. Nosotros podemos acoger lo que cabe en el hotel y si alguien tiene algún conocido y duerme en su casa o cosas por el estilo. El ayuntamiento no tiene capacidad de incidir porque los hoteles no son públicos”.

¿Tiene capacidad de crecimiento el Rock Fest en Can Zam? En estas ediciones anda rondando las 20.000-25.000 personas diarias. En el supuesto de que alguna banda grande como Metallica encabezase el festival hablaríamos de números más cercanos a las 40.000 personas. ¿Es eso viable en Can Zam? ¿Hay un tope a la hora de absorber público en Santa Coloma de Gramenet por cuestiones de servicios e instalaciones?

“Bueno, hace tiempo se estuvo rumoreando que Metallica podía actuar sino en el marco del Rock Fest quizá de manera aislada en el parque de Can Zam. En los tres días pasan más de 60.000 personas por el parque pero si lo distribuyes no son más de 20.000 diarias o 22.000. Sería enfocarlo de otra manera. Si pudiésemos tener a Metallica en Santa Coloma, haríamos lo posible por acogerlos en el parque”.

¿Tiene total potestad el ayuntamiento sobre el parque? Entiendo que no lo gestiona propiamente el Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet, sino que lo gestiona la AMB, el Area Metropolitana de Barcelona. 

“Lo gestiona la AMB pero la carta de presentación del festival es muy buena. De hecho, los informes que nosotros tenemos los emite AMB. No pueden decir ‘claro, es que al ayuntamiento le interesa tener el Rock Fest y dicen que todo lo hace bien’. Es la propia AMB quien hace los informes y se asegura de que el parque queda en condiciones y no hay ningún tipo de deterioro a causa del paso del Rock Fest”.

¿Que artista te gustaría ver en Rock Fest? 

“Me encantaría, y esto ya es soñar, que se volviesen a reunir Rage Against the Machine y que hiciesen una actuación en el Rock Fest en Santa Coloma de Gramenet. Eso sería lo más. Como las letras de sus canciones están tan o más justificadas que cuando las hicieron, no estaría de más que se reuniesen y actuasen en el Rock Fest. Sería muy chulo”.

¿Sueles acudir al festival?

“Voy a ratos, si.”

¿Qué artistas te han gustado más hasta la fecha? De los que hayas podido ver, claro.

“Me gustó ver a Scorpions, me gustó ver a Europe. Me sorprendieron Saxon, que no los había visto nunca y me gustaron mucho. El año pasado me gustaron mucho Whitesnake. Me gustan los clásicos porque al resto tampoco los conozco en profundidad. Yo, de los grupos de heavy rock, conozco a los grandes grupos. A los recientes no los conozco tanto. La música que yo escucho es más hardcore y noventera como el grunge. Hay grupos que no identifico, vaya. De los que vendrán en el 2017 me hace gracia ver a Alice Cooper a Deep Purple y a Blue Oyster Cult. De los demás, tampoco conozco tanto”.

“Mi compañero está en…no se si conoces la discográfica BCore Disc. Ellos están especializados en hardcore, pero le encanta el heavy. Tiene una cantidad de vinilos impresionante y de Ozzy Osbourne se compra mil versiones del mismo disco. El si que conoce a la mayoría de grupos. Yo no. A mi del heavy me gustan algunos grupos pero no todos, porque no los conozco a todos”.

Bueno, al menos, como alcaldesa sabes que hay una diferencia entre que te digan que vienen Sepultura y que pienses que van a cargarse a toda la ciudad (risas). Tener cierta cultura general del estilo, obviamente, ayuda. Vamos a otro tema: en España la mayoría de festivales, salvo honrosas excepciones, duran unas pocas ediciones en un emplazamiento concreto y luego desaparecen, o se reubican o mutan de alguna manera. ¿Qué vida tiene el Rock Fest en Santa Coloma de Gramenet? ¿Cuanto tiempo podemos contar con tener una cita como esta en Can Zam?

“Como la valoración es positiva, es algo esperado. Mientras funcione creemos que está bien que siga en la ciudad. Habrá que ver como siguen evolucionando los carteles. Hasta ahora han sido carteles de mucha calidad y que han generado mucha expectativa. Ahora vamos a por la cuarta y la quinta edición estoy segura de que la haremos. A partir de ahí hay que evaluar y ver qué hacemos. Creo que es un festival que tiene fuerza y posibilidad de seguir en el tiempo. El emplazamiento de Can Zam es bueno y tiene buena acogida en la ciudad.”

¿De qué manera colabora el ayuntamiento con la organización del Rock Fest?

“Nosotros hacemos una monitorización del buen funcionamiento de la actividad. La coordinación siempre ha sido muy buena con el festival, tanto a nivel de control del espacio desde el punto de vista de la seguridad con la Policía Local como por parte del equipo de cultura y mantenimiento. Se hacen reuniones previas al festival, se hacen evaluaciones posteriores…ahora está todo muy rodado”.

¿Hay algún momento en que dejas de ser alcaldesa y te encuentras sorprendida por lo que está pasando en tu ciudad durante los días del Rock Fest?

“Los primeros años sobretodo. Ahora es algo más interiorizado. Los dos primeros años fueron como mencionas. Piensas que estás en Santa Coloma de Gramenet y te das cuenta de que si sacases una foto aérea donde no se puede identificar el entorno, parecía cualquier capital europea.”

“También te digo que no es lo mismo imaginar lo que hay en el recinto del festival que entrar dentro y ver lo que hay realmente. Esas típicas fotos que se publican de la madre con la niña en brazos, ambas con la misma camiseta y demás son muy bonitas y entrañables, testigo de como el rock se transmite de generación en generación, como cualquier cultura. Porque evidentemente es cultura.”