The Ghost Inside: «Viví en una furgoneta y comí en gasolineras. Ahora he de decir «haz pre-save de nuestro disco»
Jonathan Vigil, vocalista de The Ghost Inside, habla sobre el regreso de la banda, sus retos personales y su conexión con los fans en una entrevista sincera y emocional.
The Ghost Inside se ha consolidado como una de las bandas más resilientes del metalcore. No es para menos. A lo largo de su carrera, han experimentado momentos de triunfo y tragedia, pero su capacidad para levantarse y seguir adelante ha inspirado a miles de fans en todo el mundo. En 2015, un trágico accidente de tráfico dejó a varios de sus miembros gravemente heridos y dos conductores muertos. A pesar de las dificultades, Jonathan Vigil y compañía han logrado reconstruirse poco a poco, hasta volver a los escenarios en un emotivo concierto en 2019, que marcó su regreso oficial.
Tras su regreso, la banda lanzó su esperado álbum homónimo en 2020, en pleno auge de la pandemia, una decisión valiente que buscaron con el objetivo de ofrecer a sus fans algo a lo que aferrarse en tiempos difíciles. “Sabíamos que era un momento en el que la gente necesitaba música más que nunca”, comenta Vigil en su charla con Sergi Ramos. A pesar de las complicaciones que trajo la pandemia para la industria musical, The Ghost Inside logró conectar de manera especial con su audiencia a través de este trabajo, donde temas como “Aftermath” o “Pressure Point” canalizaron la energía del momento
Ahora, en 2024, la banda continúa su camino con más fuerza que nunca. Tras la edición del reciente “Searching For Solace” el pasado mes de abril y su destacada participación en el Resurrection Fest de 2023, The Ghost Inside se prepara para ofrecer dos grandes conciertos en España, en Barcelona y Madrid. Con una legión de seguidores que no ha dejado de crecer, estos conciertos prometen ser una celebración del metalcore y la superación personal.
El retorno a España en 2024
Las salas donde estáis tocando aquí en Barcelona, en Madrid, son bastante importantes. Parece de justicia que, después de todo lo que habéis pasado, especialmente con el accidente y todo lo demás, finalmente podáis empezar a saborear, de alguna manera, los frutos del éxito. ¿Cómo estás viviendo este momento? ¿Es un momento dulce para la banda? ¿Cómo lo estás viviendo personalmente en este momento?
Normalmente es bastante estresante y duro, pero pasamos tanto tiempo sin tener esto, solo recuperándonos del accidente y tratando de volver a este nivel. Cosas que antes me habrían parecido mucho trabajo o molestas, ahora me parecen bien y son emocionantes. Hoy, por ejemplo, tengo dos horas de entrevistas y normalmente habría dicho: “¿Podemos dividirlo? ¿Puedo hacer algunas más tarde?”. Pero hoy estoy como: “¡Vamos a ello! Estoy emocionado por hacer todo esto de nuevo porque casi no tuvimos la oportunidad.
Como mencionabas, el trabajo que hemos hecho finalmente está dando sus frutos después de tanto tiempo. Es realmente emocionante simplemente estar haciéndolo de nuevo, porque, como dije, pasamos mucho tiempo sin tenerlo. Poder volver a un lugar como España… No podíamos venir a España en todas las giras por Europa anteriores. España está lejos, es un viaje largo para llegar y para irse. En esta gira, dejamos España para el final. Hicimos la gira y luego el largo viaje a España, tocamos los shows y después volamos de regreso desde España. Esa es una mejor idea en lugar de tratar de encajarlo en medio de la gira y luego tener días libres para volver.
Tocamos en el Resurrection Fest, creo que el año pasado, y la respuesta fue increíble. Cada vez que tocamos en Madrid o Barcelona, los shows han sido alucinantes. Hemos crecido constantemente a lo largo de los años, pero después de tanto tiempo fuera, pensamos que la gente quizá se habría olvidado o habría encontrado otras bandas. Pero la cantidad de apoyo y los mensajes que recibimos de personas diciendo: “¡Venid a España! Realmente queremos veros en España” es muy emocionante.
Como dices, han pasado diez años que han pasado desde la última vez que vinisteis a España en recintos cerrados, exceptuando el Resurrection de 2023. En ese tiempo las cosas han cambiado dramáticamente para la banda. Si lo piensas, en esos casi diez años, los Beatles hicieron toda su carrera, Kiss llegó a lo más alto, colapsó comercialmente y se quitó el maquillaje, AC/DC pasó de sus mejores discos a los más olvidados de su carrera. Sin embargo, para las bandas de metal de hoy en dia, el éxito comercial parece ser un camino muy largo. ¿Cómo os afecta eso? Cuando tienes 22 años y sales de gira, probablemente estás listo para el éxito y para mucha actividad. Pero cuando eso sucede cuando tienes 34, 35, 36 años, es un momento diferente en la vida. ¿Cómo manejas recibir todo este flujo de actividad en este momento de tu vida? ¿A veces sientes que está bien, pero que llega demasiado tarde?
Es una buena observación. No me habían preguntado eso antes ni lo había pensado, pero es cierto. Tengo 40 años, y es muy diferente a cuando tenía 20 o incluso a principios de mis 30. Además de todas las lesiones que tengo por el accidente, soy una persona mayor. Mi cuerpo duele y dormir en la litera no es lo mismo que antes. Me despierto con dolor de espalda, algo que no pasaba antes. Creo que eso nos da una nueva perspectiva. Lo valoramos de otra manera, porque, junto con el hecho de que nos fue arrebatado de la manera en que sucedió, tenemos un respeto renovado por lo que hacemos y lo enfocamos de manera diferente. Antes, cuando salíamos de gira, era más para los demás, para hacernos escuchar y construir nuestra reputación, estar presentes. Ahora lo hacemos más por nosotros, porque queremos aprovechar la oportunidad que casi perdimos. Y el hecho de que la gente esté apoyándonos es lo que lo hace tan increíble.
Nunca vamos a morder más de lo que podemos masticar. No vamos a hacer 60 shows en 60 días o algo así, que es lo que habríamos hecho en nuestros 20. Habríamos maximizado la gira para tocar lo máximo posible, hacer el máximo dinero. Dormiríamos en cualquier sitio. Ahora es diferente. Lo enfocamos de otro modo, con valores diferentes. Tenemos familias en casa, esposas, novias, hijos. Es una perspectiva distinta, y mientras sigamos disfrutando de esto como personas, los fans crecerán con nosotros y nos acompañarán en el viaje.
Doble golpe
En vuestro caso, las cosas os fueron arrebatadas dos veces. La segunda fue la pandemia, que afectó a todo el mundo, pero vosotros estabais reconstruyendo la banda en ese momento, lo cual fue incluso peor. La decisión de sacar el álbum homónimo durante la pandemia fue complicada. En ese momento, trabajaba para Nuclear Blast en España, y vi cómo la pandemia afectó las ventas y las expectativas de muchas bandas como Nightwish o quien fuera. Puedo imaginarme lo que significó para The Ghost Inside que sucediese en ese preciso momento.
Tomamos la decisión consciente de lanzarlo durante la pandemia porque sabíamos que era un momento en el que la gente necesitaba música más que nunca. No teníamos nada. Estábamos en nuestras casas, sin poder salir, solo existiendo. Pero teníamos ese disco, y aunque financieramente habría sido mejor esperar hasta que pudiéramos salir de gira y tocar esas canciones, decidimos sacarlo porque queríamos dar a la gente algo en un momento en el que no tenían nada. Sabíamos lo que era eso. Pasamos años recuperándonos y luego el COVID lo volvió a quitar todo. Pero ahora todo el mundo estaban pasando por eso, no solo nosotros. Por eso, decidimos lanzarlo. Desde un punto de vista financiero, habría sido más inteligente esperar, pero queríamos que la gente lo escuchara. La primera canción que lanzamos fue “Aftermath”, y sabíamos que iba a llamar la atención sin importar cuándo saliera, porque era lo primero que hacíamos después del accidente. No nos arrepentimos.
¿Cuál es la parte más difícil de ser miembro de The Ghost Inside en 2024? Como decíamos, cuando empezaste tenías veintitantos años, y ahora eres un hombre de 40. ¿Cómo conectas con el público cuando eres una persona diferente en cuanto a edad y la mayor parte de tu público tiene ahora la mitad de tu edad? En un festival, tienes un montón de veinteañeros esperando energía inagotable de ti. ¿Cuál es el mayor reto o lo que más te cuesta?
Es una muy buena pregunta. Creo que lo más difícil es la conexión. Porque somos personas diferentes. Ya no somos gente de 20 años tocando para otros veinteañeros. Ahora tenemos 40 y estamos tocando para veinteañeros. Siempre habrá una banda más enérgica, más rápida en lo que hacen, que ofrecerá más espectáculo que nosotros porque físicamente ya no podemos hacerlo. Pero no lo vemos de esa manera. Por egoísta que suene, todo esto lo hacemos por nosotros.
Hubo un tiempo en el que se nos quitó todo por completo. Y antes de nuestro concierto de regreso, dijimos: “No importa qué pase con esta banda, al menos vamos a lanzar una canción más y a tocar un show más. Todo lo que venga después es un extra”. Así que el hecho de estar haciendo esto a esta escala es un bono, es todo un extra. Casi no tuvimos la oportunidad de hacerlo otra vez. Así que estamos aquí por nosotros, y como dije antes, la gente puede acompañarnos y ser parte de esto.
Nunca vamos a perder esa honestidad y esa crudeza que siempre ha tenido nuestra banda. Pero creo que lo más difícil es, definitivamente, que todo el panorama de la música ha cambiado con las redes sociales, TikTok, y lo de “hacerse viral”. Aparecen nuevas bandas que nunca habíamos escuchado, y antes teníamos un buen control de la situación, pero todo ha cambiado. Esa es, honestamente, la parte más difícil. Eso, y conectar con esa gente joven que no conoce el mundo de los CDs, ni lo que es ir de gira. Solo conocen que “el disco sale a medianoche, genial, lo escucho”. Eso es lo que saben. No saben otra cosa. Y no es culpa de ellos, pero esa conexión es difícil. Yo viví en una furgoneta, yendo de gira tanto como podíamos, comiendo en gasolineras, vendiendo CDs a la gente que nos escuchaba. Ahora es diferente, ahora tienes que decir: “Haz pre-save de nuestro disco, escucha nuestro single cuando salga, mira el videoclip”. Es totalmente distinto, tío.
La conexión emocional
A veces me da la sensación de que quienes escuchan metal moderno, por decirlo así, buscan más la agresividad. Claro, en los años 80 también había mucho metal sin sentido, como el hair metal y bandas con mensajes vacíos. Pero hoy en día, especialmente con el auge de las voces guturales, muchos no entienden lo que el cantante está diciendo a menos que se molesten en buscar activamente las letras. Creo que muchas veces solo buscan esa agresividad, ese “boom” de la batería en el pecho, y que nada de lo que cantes pasará de ese nivel. ¿Cómo te afecta eso como compositor? ¿Buscas ese impacto al preparar las canciones, para mantener a esa generación interesada?
Creo que, como decías, el panorama de la música ha cambiado. Hace 10, 15 o 20 años, los géneros estaban muy bien definidos. Sabías claramente qué era punk, qué era hardcore, metal o metalcore. Escuchabas una banda y sabías exactamente dónde encajaban. Pero ahora, con la forma en que las bandas están rompiendo los límites y creando material, siento que esas líneas se han difuminado. Hay bandas como Sleep Token, por ejemplo, a las que no puedes clasificar. Son un poco de todo. Pueden ir de gira con Metallica y tiene sentido, o pueden ir con cualquier otro grupo y también encaja. Las líneas ya no son tan rígidas como antes.
En nuestro caso, lo más importante es hacer música que nosotros, como músicos, querríamos escuchar. Con la agresividad y todo lo demás, ya no somos adolescentes enfadados y llenos de energía. No estamos componiendo para ser la banda más agresiva y pesada del mundo. Seguimos teniendo breakdowns, siempre seremos una banda pesada de breakdowns y moshpits. Pero también tenemos melodías, y ahora escuchamos cosas que son predominantemente cantadas. Eso es lo que nos influye ahora. No componemos solo por ser brutales y porque pensemos que va a ser genial en directo. Tenemos canciones como “Wash It Away”, que es más melódica y tiene un buen tempo. Pero también tenemos una canción como “Deathgrip”, que es muy agresiva. Pero no escribimos “Death Grip” porque teníamos que hacerlo, lo hicimos porque queríamos. Y ahí está la diferencia. Estamos en un punto en el que no podemos escribir para complacer a nadie ni encajar en ningún festival. Vamos a escribir lo que queramos porque casi no tuvimos la oportunidad de hacerlo. Así que vamos a divertirnos y a hacer lo que podamos con ello.
Hay letras muy personales en «Searching For Solace», como la canción “Cityscapes”. Cuando hablaba de que la gente a veces no capta esos elementos más sensibles, me refería precisamente a eso. ¿Escribir esas canciones es más una forma de hacerlo para ti mismo, porque necesitas ese vehículo para procesar tus pensamientos? ¿O lo haces pensando en conectar con la gente, en ofrecer algo a lo que puedan aferrarse porque han pasado por experiencias similares?
Creo que lo que hace que nuestra banda sea importante para la gente es precisamente esa capacidad de que otros se identifiquen, de conectar a través de las letras y la vibra general de la banda. Cuando escribí “White Light”, sobre la muerte de mi hermano, esa canción fue para mí, para lo que yo estaba pasando, lo que necesitaba procesar. Esa canción me ayudó. La muerte es parte de la vida, y todo el mundo la experimenta, sin importar quién seas, rico o pobre, de cualquier religión o país. Todo el mundo pierde a alguien, ya sea un hermano, un ser querido, una mascota, un amigo o un primo. Todos pasamos por eso. Y con el tiempo, vi lo importante que fue “White Light” para tanta gente. En esa canción, digo el nombre de mi hermano, Ryan, y no lo hice pensando en los demás, lo hice porque era algo mío. Pero la gente entendió ese sentimiento de necesitar una luz en medio de la oscuridad, que es de lo que trata “White Light”.
Cuando trabajamos en el nuevo disco, “Searching for Solace”, escribimos “Cityscapes” como un interludio, no iba a ser una canción completa. Pero Andrew, nuestro batería, empezó a tararear una melodía, y me transportó directamente al momento en que me enteré de que mi padre había fallecido, cuando estaba en un hotel en Brisbane, Australia. Las letras surgieron solas, la canción simplemente salió. No todo el mundo ha perdido a sus padres, pero la gente entiende el dolor. La sinceridad y la honestidad que transmitimos en esas canciones es lo que realmente conecta a la gente con nuestra banda. Sabíamos que iba a ser una canción que la gente iba a valorar, pero no fue escrita con esa intención. La escribí para mí.
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