La experiencia de pasar a que todo el mundo te reconozca en un país como Estados Unidos, de ser protagonista un 4 de julio y demás anécdotas derivadas de la fama a tener un grupo que solo puede girar por Europa si es como telonero de otro más grande. Eso es lo que le ha sucedido a Skye Sweetnam.

Y no es algo que le preocupe ni le haga sentir mal. Es su sueño como nos contó en la entrevista que le hicimos. Tuvo una infancia atípica para cualquier niña/adolescente en la que la carretera estaba más presente en su día a día que el colegio o el instituto y eso le ha hecho aprender para llegar al lugar en el que se encuentra a día de hoy.

La vida que todo músico «querría tener», de adolescente

“Mi crecimiento fue extraño porque con 12 años estaba trabajando a tiempo completo como cantante/compositora/artista y no tuve la típica etapa en el instituto. Siempre estaba viajando, por eso he estado en Barcelona por ejemplo. Todo el mundo cantaba en todas partes del mundo y no tenía ni idea de que la gente en Barcelona sabía quién era y cuando salí al escenario fue una experiencia alucinante.

Sumo Cyco (Foto: Francesca Ludika)

En esos momentos tan buenos también se contrarrestaban con otros malos. No es que tuviera problemas para encontrar mi propia identidad cuando estaba creciendo, pero tuve mucho jaleo con temas de managers, abogados y con generar dinero, que fue bien en esa parte de mi carrera, pero ejercía una gran presión para alguien tan joven y que, en mi caso, tuvo que crecer tan rápido y aprender cómo funcionaba todo eso.

Yo solo quería pasármelo bien, ser una adolescente. A esa edad no se busca estar metida en el negocio y tener empleados. Era una locura. Necesitaba un descanso. Cuando la situación empezó a estrellarse, tuve que tomar una decisión: rendirme pensando que era algo muy duro y volver a mi casa en Canadá y no intentarlo de nuevo o coger todo lo que había aprendido y hacer algo con energía que me gustase y que fuera completamente nuevo sin que me afectase que no había terminado de funcionar con mi ‘faceta pop’.

Tengo recuerdos espectaculares, pero toca seguir hacia adelante. Siempre he tratado de tener una buena actitud ante todo ello y usar esas experiencias como combustible para mis composiciones. Es importante para mí centrarme en lo que considero auténtico y sincero con mi corazón. Si eso significa que tengo que echar a un lado algunos temas de negocios para focalizarme en lo que me encanta, haré lo que me gusta”, reflexiona Skye Sweetnam.

Sumo Cyco (Foto: Francesca Ludika)

El aprendizaje a lo largo de los años no fue tanto una cuestión de voluntariedad, sino más bien porque se encontró en una coyuntura como la de ser una estrella del pop desde muy joven y tuvo que lidiar con ello, algo que no cambiaría según nos comenta la propia frontwoman: “a mi yo adolescente famosa le diría que viviera cada momento como si fuese el último con cada pequeña cosa guay que suceda a tu alrededor y toma notas de cómo la gente trabaja en la industria. Quieres aprender esto para el futuro de tu carrera.

En su momento conocí a mucha gente de la industria y me olvidé de sus nombres, solo quería pasármelo bien. Mi cabeza no estaba en el negocio. Ahora que ya llegué a mis 30 pienso que hubiera estado bien haber mantenido el contacto con gente maja que conocí del negocio por aquel entonces en lugar de estar pendiente de solo disfrutar. Es fácil de decirlo, pero en su momento era una cría (risas).

No me arrepiento de cómo me comporté en esa época y aprendí mucho aunque pudiese haber aprendido más. Obtuve mucha información que me ha servido para construir Sumo Cyco. En ese sentido he ido algún paso por encima quizás de gente que ha empezado en sus 20 en este mundillo, yo ya tenía diez años a mis espaldas. Eso tiene un valor incalculable.

Sumo Cyco (Foto: Francesca Ludika)

Experimenté momentos como cuando los MP3 estaban de moda. Cuando empecé todavía se vendían discos y en una tienda tenían un póster enorme conmigo en él. Cosas muy diferentes a las que suceden hoy. Está bien haber visto cómo todo ha evolucionado, pero ha sido una batalla del mismo modo. Todo está equilibrado”.

La cara oculta de la industria

Skye no dejaba de ser una niña cuando empezó en todo esto, y ha habido situaciones que tuvo que vivir que no deberían sucederle no solo a una adolescente que está empezando en la música, sino a nadie como ella misma afirma. “Hay muchas cosas que recuerdo de esa época. La experiencia es genial, no me malinterpretes, pero he visto por ejemplo un vídeo de Alyson Stoner en el que cuenta cómo es estar en la industria cuando eres una niña en el universo Disney… he vivido cosas en este mundillo que están bien, pero especialmente con chicas jóvenes cambia.

Recuerdo algunas experiencias en las que se me sexualizó demasiado, iba a emisoras de radio y hacían bromas cuando tenía unos 15 años sobre cómo de grandes eran mis labios pero lo hacían como si fuera en otro idioma para mí por la connotación que le daban para que no pillara de qué hablaban, tuve algunas situaciones en entrevistas donde me preguntaban si era virgen… solo era una niña de 15 años y era en plan: ‘¿qué está pasando? ¿Por qué la gente necesita saber eso sobre mí? Solo quiero hacer música’.

Más o menos conocía el lado más oscuro de la industria. Desde pequeña había drogas a mi alrededor, el alcohol llegó a mi vida realmente pronto porque estaba rodeada de adultos: tenía 14 o 15 años y nadie cerca de mí tenía esa edad durante meses. Siempre había gente mayor y con otras posiciones de poder.

Aprendí a estar segura de cómo adaptarme a esa clase de situaciones, pero en parte me perdí porque fue un proceso muy rápido en el que estaba envuelta en cosas de adultos. Tuve algunos problemas con algunos productores o compositores muy incómodos como tocamientos inapropiados, comentarios sexuales fuera de lugar (en los que no estaba interesada, y menos en esa edad donde no me interesaba nadie en esos aspectos). Recomiendo ver el vídeo que hay sobre Alyson Stoner, que está en YouTube.

Esas situaciones de adultos a una edad tan joven cambian tu desarrollo. Si en circunstancias como esas no hubiese tenido unos padres increíbles, club de fans tan geniales y demás podría haber sido parte de esas celebridades jóvenes que terminan tomando el camino equivocado que les llevan a un lugar oscuro. Por suerte tuve cerca de mí gente que me llevó por una buena dirección y no llegué mucho a la oscuridad de algunas áreas de esta industria. Siempre pude volver a casa bien y por mí misma y eso es lo más importante.

Tenía que trabajar mucho porque todo el equipo (técnicos de luces, conductores de autobús, etc) dependían de mí y entiendo la presión que eso ejerce. Para mí cuando estaba empezando todo eran rosas y el sol brillando: ‘¡Wow! ¡Voy a tocar en estos conciertos increíbles! ¡Es increíble decirle a mis amigos del instituto que voy a telonear a Britney Spears!’. No obstante, cuando haces retrospectiva ves cosas que no estaban tan bien como que por ser la estrella en aquella época el resto de gente no podía venir a hablar conmigo, y eso es una cosa que veo ahora y me ha ‘humanizado’.

Hay que tener cuidado en este negocio sobre cómo tratar a las celebridades en general porque son personas, por eso valoro que la base de fans de Sumo Cyco va uno a uno y tenemos una conexión más personal con los aficionados y les hacemos entender que no somos inalcanzables o algo por el estilo. No estamos un pedestal. Somos normales y tratamos de seguir los pasos para hacer lo que nos apasiona para vivir. Luchamos por lo que queremos. Mi objetivo es tratar de ser mejor persona, y para ello lo doy todo y me apoyo en toda la locura que he experimentado en este negocio».

Su vida actual: Sumo Cyco

La vida ha dado un vuelco a nivel musical radical con Sumo Cyco. Sus asistentes a los conciertos no se acercan ni sumándolos a una sola de sus actuaciones en solitario, pero no es algo que le importe a Skye como ella misma dice. “Las giras con Sumo Cyco han sido increíbles. Las más divertidas que he tenido. Cuando creas un grupo de la nada es muy diferente que lo que hice con mi etapa en el pop.

Mi proyecto de pop era completamente dependiente de profesionales de la industria conectados entre sí. Con Sumo Cyco no tenemos nada de eso ayudándonos. Los fans son más devotos y la base va creciendo poco a poco. En la etapa anterior rezabas para que a la gente le gustara lo que sacaras, pero no lleva un proceso como ahora. Es una manera muy diferente de formar una banda.

Sumo Cyco (Foto: Francesca Ludika)

Hay cosas que están muy bien de las que llevas a cabo cuando estás en la industria del pop, pero nada se puede comparar a la satisfacción que sientes como artista cuando creas algo de cero como tu pequeño bebé que va creciendo y cada año notas cómo se hace mayor. Eso deriva en un gran orgullo y honor con la gente con la que lo compartes, como es el caso de Sumo Cyco. Cuando la gente incluye tu banda como parte de su vida o incluso ves un tatuaje de tu grupo va más allá porque se ha trabajado muy duro para lograr lo que hemos conseguido.

Hemos tenido conciertos alucinantes como en el Download Festival UK frente a 10.000 personas. Pensábamos que no iba a haber nadie y estaba a reventar. Nuestros últimos conciertos como cabezas de cartel en Reino Unido también fueron genial con las salas llenas… me encanta todo eso. Para mí es diferente pero es increíble y lo paso genial junto al resto de Sumo Cyco. Somos muy afortunados de vivir este tipo de situaciones: tener la oportunidad de viajar (esperemos que pronto de nuevo) y tocar nuestra música. La música es lo que amamos”.

Las cifras, de lo que Skye «Sever» Sweetnam es consciente, son mucho menores, y de hecho aprovecha para comparar algunos de sus shows más grandes en solitario en comparación a los de Sumo Cyco: “el concierto más grande que he hecho creo que fue en Boston un 4 de julio en el que abría para Ashley Simpson y creo que había unas 30.000 personas ahí. Aunque también toqué en el show de Jay Leno y había millones de personas viéndolo. A veces estas cosas te ponen nerviosa y otras sales sin más a tocar.

Como adolescente creo que no es igual tener este tipo de experiencias comparado con ahora que me doy cuenta de lo difícil que es oportunidades de ese calado. Si eso ocurriese ahora estaría más ilusionada, porque en aquel momento parecía que este tipo de cosas venían de cara como si nada, y con el tiempo te das cuenta de que no.

Sumo Cyco (Foto: Francesca Ludika)

La cantidad más pequeña de gente en un concierto probablemente han sido unas 25-30 personas en Viena con Sumo Cyco. Lo que hicimos al final es que todo el mundo se subiera al escenario y fue un momento único con la gente saltando alrededor. Hay que dar lo mejor de ti en cada situación. No hay malos conciertos si no permites que los haya. He tenido momentos geniales de este tipo con una audiencia más pequeña que se hacen más íntimos y que haya menos gente no es negativo para mí. Son cosas que pasan.

Estuve girando con Britney Spears y en el siguiente tour estaba tocando en los parkings de Wallmart a las 15:00h cuando todo el mundo estaba en el colegio. No había gente para la que tocar, solo personas que iban a comprar… padres que iban al supermercado. Era una idea ridícula hacer una gira por completo con este tipo de conciertos asquerosos y al mismo tiempo tienes que tener la mentalidad de que las cosas están yendo bien. La siguiente vez que tocas en un gran recinto te das cuenta del fracaso que era lo otro y de lo genial que es.

Una vez escuché una historia sobre Dolly Parton en la que tuvo las peores ventas en una gira jamás en la que no habían conseguido vender lo suficiente en algunos teatros, y más adelante su siguiente gira fue la más grande que había hecho nunca. A veces no trata del éxito de una banda, en ocasiones es por la planificación, agentes que no se dan cuenta del mercado de un grupo de la manera adecuada… muchas cosas pueden suceder y hay que tirar para adelante”.

Dani Bueno