Los Barones han cogido el repertorio clásico de Barón Rojo y le han insuflado nueva vida. Hablamos largo y tendido con un Sherpa cansado del duelo del Oeste con los hermanos de Castro pero que tiene claro que es tan dueño de esas canciones como el que más.

Los Barones no deja de ser una marca nueva para algo que ya llevaba sucediendo hace años pero, como testamento al poder del nombre y a la longevidad vocal de un Sherpa en estado de gracia, el grupo está ahora llenando salas por toda la geografía del país. Tras llenar en Madrid hace pocas semanas, ahora vienen a Barcelona para un concierto de dos horas de duración en Razzmatazz 2 el próximo día 15 de noviembre. Sergi Ramos habla largo y tendido con el vocalista y bajista sobre la puesta en marcha de un proyecto que ha levantado ampollas con la otra mitad de la mítica formación. 

Visto el éxito y la acogida ¿te arrepientes de no haber dado el paso de poner en marcha Los Barones antes?

Siempre se puede uno lamentar por no haber tomado una decisión cuando debería haberla tomado, pero las cosas vienen como vienen en la vida. Mi naturaleza siempre ha sido la de guerrero pasivo. Tengo una filosofía un poco oriental, de esperar el momento. Creo que el momento adecuado ha sido este. No hemos maquinado nada. No es el resultado de estar maquinando durante meses y años a ver cuando podemos poner en marcha esta aventura. Las cosas han sucedido rápidamente y aquí estamos.  Estamos contentos por un lado y un poco sumidos en la responsabilidad de quedar bien ante nuestra gente. 

¿Crees que todo se basaba en el nombre y en la marca? Tú llevabas años defendiendo estas canciones bajo tu propio nombre en salas de todo el país.

El nombre de la banda ha sido fundamentalísimo para que esto suceda como está sucediendo. Sin la marca, la parte de los hermanos de Castro no habría hecho ni un 1% de los conciertos que han hecho en los últimos años. Conciertos que, por otra parte, han sido muchas veces bochornosos. Eso no está dicho por mí, sino por la mayoría de la gente. Lo que pasa es que el nombre sigue siendo el nombre. El problema es que el nombre ya no tiene ningún crédito. Se han cargado una herencia formidable de una manera horrible.

Barón Rojo anunciaron su despedida para el año que viene pero eso es solo una parte de Barón Rojo. Queda la parte tuya y de Hermes que al final canaliza el deseo de mucha gente de escuchar esas canciones clásicas con una voz que rinde en directo. ¿Crees que la despedida de Barón Rojo es una simple operación mercantil?

Hablar sobre este tema es algo que no merece la pena. No merece la pena seguir opinando. Todo lo que han hecho los hermanos con la marca en este tiempo me ha parecido deleznable y más deleznable me parece lo que están haciendo ahora con la despedida. Y espérate a que sea una despedida de verdad porque no lo tengo muy seguro. A lo mejor se pasan cinco años despidiéndose. 

Una banda a por todas

¿Tenías algún tipo de duda de la viabilidad de este proyecto?

Yo pienso que si esto funciona está por ver. Estamos empezando y no queremos echar las campanas al vuelo. Hay que pisar tierra firme. Eso sí, cuando decidimos lanzarnos, lo hicimos sin ningún miedo. Cuando te tiras en paracaídas no puedes dudar de si se va a abrir.

Cuando hubo la gira de reunión de la formación clásica de Barón Rojo el máximo atractivo era escuchar las canciones clásicas con la voz original. Tienes la voz en bastantes buenas condiciones respecto a muchos de tus coetáneos ¿es la responsabilidad ahora que aguante una gira más intensa como la que tenéis por delante? La gente espera que si canta Sherpa, cante mejor que lo que pasa hoy en Barón Rojo.

Lo que la gente debería saber es que cantar cansa mucho, más que tocar la batería. Se hace una cantidad de ejercicio con músculos internos que es agotadora. Entra en juego desde las pantorillas hasta los músculos de la frente (risas). De lo que me lamento es de no haber encontrado mi voz para este tipo de música hasta hace relativamente poco, porque ahora la estoy encontrando. Y he llorado lagrimas. Me encontré cantando unas canciones en unas tesituras altísimas y no estaba acostumbrado y tenía muchos vicios en mi estilo de cantar. He pasado por hasta siete profesores vocales en mi vida y ninguno me supo enseñar a quitarme los defectos que tenía cantando. Me los he tenido que ir puliendo yo poco a poco a base de sufrir, de quedarme afónico, de maldecir y de llorar. Ahora, como premio del cielo, he encontrado mi manera de cantar, mi técnica. Ahora he podido sacar una voz que no entiendo como sigue ahí después de años de hacer burradas, cantar varios bolos seguidos y quedarme afónico. Tengo las cuerdas vocales bastante bien. Sin roces, sin nódulos ni nada. Me ha costado pero ahora es mi momento, con 69 años. 

¿De qué modo habéis planteado los conciertos? ¿Sólo queríais tirar del repertorio clásico o queríais meter rarezas para los más veteranos?

Si, estamos metiendo canciones que nunca hicimos con la formación original como “No ver, No hablar, No oír”, que suena increíble. También tocamos “Por vez Primera”, que habla de amor. También hay una canción que solo tocamos una vez con Barón como “Paraíso Terrenal”. “Breakthoven” también la tocamos muy pocas veces. También hemos recuperado canciones de los hermanos, bueno, de Armando. Son las únicas buenas. No hay muchas pero “Cuerdas de Acero” y “Larga Vida al Rock and Roll” son temazos. El repertorio es extenso: hay para dos horas.

Sherpa Los Barones Madrid

Los Barones (Foto: Edu Crespo)

El futuro y los impedimentos

Hermes parece que aguanta los shows llegando al límite. ¿Te preocupa un poco su rendimiento en una gira más exigente como esta?

La gente se confunde. Hermes anda con cuidado porque tiene problemas de vista. Luego se sienta tras la batería y es un toro. Tiene un andar muy parsimonioso y es porque el pobre tiene problemas de visión. La edad se va notando pero cuando toca, machaca la batería. El que termina agotado soy yo. Cantarse ese repertorio durante dos horas te deja hecho polvo. Parece que ha dado una paliza Tyson.

¿Os apetece hacer un nuevo disco de estudio bajo el nombre de Los Barones?

Cuando pase esta primera etapa, a principios de 2020, querríamos hacer al menos cuatro o cinco temas nuevos, un EP. Estamos abiertos a lo que sea. Hasta que el destino diga ‘se acabó’. 

¿Ha habido intención por parte de los hermanos para paralizar esto a nivel legal?

Ellos se tiraron un farol amenazándonos y llamando a todos los promotores que iban a trabajar con nosotros. Bullying de libro, como siempre me habían hecho cuando yo actuaba como Sherpa y como ellos mismos han reconocido. Mandaban faxes a los promotores y les ha salido el tiro por la culata. Les han mandado todos a freir espárragos. Nosotros también hicimos un comunicado que se cagaron vivos. 

Desde la perspectiva del fan ¿crees que hay cierto hartazgo de la eterna pelea entre las facciones de Barón Rojo?

La vida es una lucha. El espíritu, como diría Carlos Castaneda, te pone rivales para que te realices como guerrero. Los rivales son los que te hacen pelear y afrontar las batallas para demostrar tu valía. A mi no me han faltado rivales.

¿Crees que a veces se ha sobrevalorado la tensión entre las dos facciones de Barón como artífice de la grandeza compositiva de la banda?

No lo sé. Lo único que te puedo decir es que yo lo que no soporto es la innobleza. La pelea cara a cara la asumo, pero la innobleza y lo miserable, como rival, es terrible. No me refiero a nadie en concreto. Hablo en teoría. 

¿Tenéis planes de hacer algún directo con los conciertos grandes de Barcelona y Madrid?

Todavía no. Tenemos otras muchas fechas por España pero aún no nos hemos planteado un directo. Estamos en etapa de rodaje. Lo demás ya vendrá. La idea es que el año que viene, si todo va bien, aceleremos. 

Sergi Ramos