Sincero y hablador como pocos, el Dave Mustaine de hoy en día dista mucho del Dave Mustaine que conocí hace doce años en una habitación del hotel Meridien de Barcelona. A la primera pregunta, mientras ojeaba el fanzine que hacía por entonces, ni se dignó a levantar la vista. Le hizo un gesto a su guitarra de entonces, Al Pitrelli, para que hablara él. Tiempo después, Mustaine es un tipo muy cambiado. Ya durante una entrevista en Londres en el 2009 me encontré a una persona fascinante y repleta de historias que enlazaba una tras otra en la conversación. Un tiempo después, cuando se realizó ésta entrevista, seguía viendo a ese mismo Mustaine cercano y necesitado de conversación. En ésta entrevista inédita que recuperamos de los archivos recientes de la web, Mustaine habla desde los camerinos de la sala Razzmatazz de Barcelona, el 1 de junio de 2010, en plena gira de presentación de “Endgame”. Años atrás, a finales de 2002, Mustaine había sufrido una parálisis del nervio radial de su brazo izquierdo, lo que le provocó un final abrupto de su carrera y de MEGADETH. Con extensiva terapia y determinación, consiguió recuperar su nivel de destreza como guitarrista. Cuando quien suscribe estas líneas llegó a la entrevista con la misma dolencia y los accesorios ortopédicos necesarios, Mustaine miró con simpatía, viéndose identificado. De ahí surgió una conversación espontánea que se comió la mitad del tiempo previsto de entrevista, sobre la dolencia, su recuperación y demás. Una de esas suertes extrañas e irónicas de dedicarse a este oficio fue que la única persona que conocí con la que poder hablar de la parálisis en igualdad de condiciones fue Mustaine. Lo más importante cuando llegué a aquella entrevista era saber como fue su recuperación, más que otra cosa, para poder saber más sobre la propia situación. Espontáneamente, tres días después de aquella charla con Mustaine, la parálisis de cuatro meses despertó de golpe, sin señales previas de mejora. Y aunque no tuviera nada que ver en la cura, tan solo puedo decir tras aquel día, “gracias Dave!”.

¿Cuál es el hecho que te motivó a convertirte en un guitarrista?

“Tenía una hermana que tocaba el piano y no lo tocaba muy bien. Me pidió que si podía tocar con ella y yo pensé que cualquier cosa sería útil para parar ese ruido (risas). Mi madre me dio una guitarra acústica para mi graduación de la educación básica y, teniendo solo 12 o 13 años, me puse a toquetearla para aprender como iba. Cuando me puse con ella, oficialmente a los 13 años, el aprendizaje se basaba básicamente en tocar acordes aquí y allá, pero no hubo una chispa que me motivara del todo. No tuve esa motivación hasta que vi a mi hermana con su novio. Su novio tocaba en una banda cualquiera y tenía una guitarra de color rojo, una Supra, que era otro pedazo de mierda. Nada especial. Pero cuando vi eso, algo hubo dentro de mi que dijo “has de tocar eso”.

“Era de color rojo sunburst, así que quizá el color me llamó la atención. Creo que fue más bien la idea de tener una guitarra eléctrica, sin más. Nunca había estado expuesto a una guitarra eléctrica previamente, solo al piano y a la guitarra acústica, así que fue todo un cambio. Vivía en una casa donde todo el mundo iba a la iglesia así que una guitarra como esa significaba para mí algo así como mi “vía de escape”. De hecho, terminó siendo mi entrada a la industria de la música, una vida de altos y bajos, una vida de peleas y de grandes relaciones y muchos cambios. Pero realmente la guitarra no fue mi escape de nada. Si fue algo fue lo que me abrió las puertas a otras cosas. La única manera en que he escapado de algo en la vida no ha sido gracias a la guitarra.”

Es decir, que la guitarra te empujó a todo lo demás.

“Bueno, no fue culpa de la guitarra. La guitarra es una de mis mejores amigas. Siempre se queda donde la dejo y cuando la quiero volver a tocar nunca me dice que no. Puedes tocarla con amor y responde, puedes darle caña y te responde… hay guitarristas que tocan la guitarra con una pluma prácticamente. Cuando veo eso pienso “eres una nenaza” (risas) porque no es la manera en que se debería tocar una guitarra. Esta hecha de acero y metal, por Dios. Golpéala, ahógala, úsala, hazla arder, llévala al límite. Y después de eso, quizá puedes tomar un break y tocarla con pasión y emoción. Pero cuando la gente toca suave me pone nervioso. La guitarra debe ser llevada al límite.”

“Si analizo mi estilo como guitarrista creo que no hay nada que se pueda hacer con una guitarra que yo no haya hecho hasta la fecha, a no ser que hablemos de tocar con un slide…y el slide no me gusta demasiado, porque no soy bueno. Si que lo he usado en la canción ‘ Secret Place’, pero eso fue todo. Pero no soy un experto como Joe Walsh o David…no recuerdo el nombre. Pues eso, que no hay nada que no haya hecho con la guitarra a día de hoy. La guitarra es una de esas cosas con las que puedes hacer sonidos que imiten a los de otros o hacer cosas que sean totalmente originales, como cuando escuché a DEVO por primera vez. Recuerdo que pensé ‘Por Dios, son ODIOSOS’. Era la época en que se establecieron los límites: o eras un punk de la New Wave o eras un fan del metal. Pronto me di cuenta de que todas las tías buenas iban hacia bandas como DEVO. El caso es que comencé a escucharlos y tras eso comencé a descubrir a bandas como SEX PISTOLS, los DEAD KENNEDYS y todo eso. DEVO fue una banda que me gustó, pero no era lo que yo quería hacer como músico. La energía y la brutalidad de los SEX PISTOLS  y los DEAD KENNEDYS me gustaba más. Especialmente me gustaban las letras. Lo que hacía Jello Biafra y lo que hacía Johnny Rotten eran grandes letras para un grupo de metal.”

“Recuerdo que los tíos de GUNS N’ ROSES hicieron una canción de FEAR llamada “I Love Living in the City”, me encantaba. Es curioso, pero en MEGADETH escuchábamos punk todo el tiempo al principio de nuestra carrera, especialmente antes de hacer la versión de ‘Anarchy in the UK’ en 1987. Por entonces escuchábamos a FEAR continuamente, especialmente cuando Gar Samuelson y Chris Poland estaban en la banda. Luego, cuando Jeff Young y Chuck Behler llegaron a la banda nos dedicamos a escuchar mucho a los SEX PISTOLS. Es divertido ver como el punk rock nos influyó, aunque mucha gente no se dio cuenta en su momento”.

La guitarra era, pues, tu manera de canalizar la agresividad adolescente. Ya sabes, con 18 años necesitas golpear cosas, personas, lo que sea…

“En ocasiones es necesario. Necesitas golpear a alguien, pero no tienes esa posibilidad. Yo me metí en las artes marciales para tener esa opción y es un sentimiento muy extraño el de golpear a otro ser humano, si no lo has hecho. Quizá le das un puñetazo en el brazo a tus amigos pero el hecho de pelear contra alguien, tal cual, aplastarles la cara…es un sentimiento extraño. No me gusta, ni con los guantes puestos. Cuando golpeas a alguien algo pasa en tu mente, a veces incluso lo disfrutas, especialmente si estás en esa zona mental, la de pelear por tu vida en una situación de peligro. Pero golpear a alguien y ver lo que sucede es escalofriante. Recuerdo cuando James y yo estábamos en un callejón de San Francisco una noche y un tío golpeó a una chica en la cara. El y yo salimos corriendo por el callejón intentando encontrar al tío que lo había hecho. Un tío salió de la nada y comenzó una pelea y tuve que defenderme. Comencé a golpearle y cuando acabé y me alejé, me sentí fatal.”

“Hay cierta gente que debe pelear, igual que yo necesitaba coger una guitarra. Muchos de mis amigos practican las artes marciales y conozco a mucha gente con la que he trabajado a lo largo de los años que…Mira, hice un video para ‘Headcrusher’ con un montón de luchadores y era impactante. Para nadie es un secreto que hice artes marciales desde joven y que eso tuvo un efecto en mi vida. La guitarra es una de esas cosas con las que he peleado realmente. Por ejemplo, si me comparan con alguien siempre suele ser en una situación de confrontación: yo soy el guitarra malo y el otro el bueno, y cosas así. Como lo que pasaba con Marty Friedman en su momento. El era el bueno y yo el malo.”

“Para serte sincero, estoy contento de haber recuperado mi vida a partir del 2002. Cuando fui salvado por Dios las cosas cambiaron mucho. Mi pelea es ahora conmigo mismo, para ser la persona que debo ser.”

“Hoy, sobre el escenario estamos trabajando con un nuevo procesador de guitarras llamado Fractal Audio, que es algo muy caro. Peleo conmigo mismo para poder conseguir el mejor sonido posible sobre el escenario, por ejemplo. Me estoy intentando centrar en cantar mejor, porque llevo 25 años cantando pero nunca lo he hecho todo lo bien que debo. Nunca lo he afrontado con la misma integridad que mi estilo como guitarrista, que ha sido lo más importante. Me he engañado a mi mismo y a los fans durante mucho tiempo como vocalista. Aprender a cantar me hará mejor y me hará ser mejor guitarrista. Es simplemente una continuación de mi pelea por ser un mejor músico profesional”.

“Tu me comentabas, hablando antes, que hasta que no tuviste tu parálisis radial no te pusiste a aprender cosas sobre el funcionamiento de tu brazo. A mi me pasa lo mismo con mi voz. Cuando yo comencé a tocar la guitarra sentí una chispa que me hizo sentir que mi vida ya tenía sentido, que la guitarra y yo seríamos amigos para siempre”.

Has sido el creador de un estilo como guitarrista. Sin embargo, asumes que tu voz no es todo lo fuerte que debería. ¿Afecta eso a tu confianza y tu capacidad como guitarrista?

“No realmente…me replanteo otras cosas, pero no lo que hago con la guitarra. Me replanteo por ejemplo que, si quiero comer pizza durante el dia, no puedo pedir la pizza con queso, porque cuando tienes que cantar no puedes comer productos lácteos como el queso, porque te arruinan la voz. Y una de mis cosas favoritas en el mundo es el chocolate con leche, créeme. Me encanta el helado. Estoy crucificado, en serio (risas).”

“Si quieres hacer algo has de ponerte a tope con ello. Si quieres conseguir algo, has de tomar acciones concretas. Lo mismo con tocar la guitarra. No practico mucho con mis manos…”

¿Nunca calientas antes del show?

“Si, si, si que caliento. Pero lo de tener una guitarra en mi habitación de hotel y ponerme a practicar tablaturas…no tengo tiempo para hacerlo. Una de las cosas que me gustan es escuchar algo que me sorprende e intentar sacarlo por mi cuenta, sin necesidad de leer la tablatura. Por otra parte, te sorprenderías de la cantidad de gente que sabe tocar música a la perfección pero no tiene ni idea de leerla.”

¿No lees música?

“Nada de nada. Ni tablaturas. Soy totalmente auto-didacta. Cuando David Ellefson y Chris Broderick se ponen a hablar en el camerino, se convierten en dos mujeres chinas. No se de qué están hablando la mitad del tiempo”.

¿Sueles grabar cuando estás en la carretera?

“Suelo llevar Pro Tools a cuestas, desde que salió al mercado. Desde que supe de la existencia de esto, lo uso. El concepto de las estaciones de trabajo digitales me parece perfecto para cualquier músico. Ahora mismo estoy trabajando en nuevo material y en la mezcla de un disco en directo que grabamos. Cuando acabemos con eso comenzaremos a trabajar en el próximo disco, para el que estamos ensamblando piezas. Un disco nuevo lleva tiempo, pero el proceso me gusta. Estoy muy excitado con ello”.

¿Tienes idea de cuando se editará el nuevo disco?

“Cuanto antes mejor, porque quiero pirarme de Roadrunner”.

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)