Vader: Tibi et Igni

Hay bandas que simplemente no defraudan. Si existiese una casa de apuestas del metal, estoy convencido de que un nuevo disco de Vader que no cumpliese las expectativas se pagaría muy alto, porque realmente, nadie se lo espera. «Tibi et Igni» es el decimoprimer larga duración de los polacos, y sigue siendo un destructor torbellino de sangre y fuego. Muchos los acusan de que su carrera se ha vuelto aburrida a estas alturas, pero considero que es de agradecer que una banda tan mítica de este estilo siga sacando trabajos al nivel que vemos. ¿O acaso preferís que hagan como Morbid Angel y nos publiquem un «Illud Divinum Insanus»? No, gracias. Cuando quiero evolución y experimentación, escucho otras cosas. Cuando quiero death metal del de siempre, el «good ole» que dirían los ingleses… pongo Vader.

Pese a que son garantía de calidad, en su trayectoria hemos podido ver altibajos, como en la carrera de cualquier banda. Evidentemente, no siempre nos van a publicar un «De Profundis», pero opino que actualmente se encuentran en muy buen estado. La formación actual, establecida entre 2010 y 2011 ya nos deleitó con un muy buen álbum como «Welcome to the Morbid Reich», y aquí incluso se han superado. «Tibi et Igni» es un disco plagado de buenos temas, y de momentos brillantes como el coqueteo con sonidos algo más actuales en el inicio de «Hexenkessel» (uno de los mejores cortes del redondo) o el lugar al desarrollo que se le da a su música en «The Eye of the Abyss»: pequeños destellos aquí y allá que aderezan su apuesta clásica y demoledora.

La voz de Peter se conserva de maravilla, y sigue siendo tan violenta como el rugido de un perro hambriento, el arsenal de riffs está tan afilado como siempre, y la batería parte piernas y muñecas en cañonazos de la talla de «Abandon All Hope» y «Worms of Eden», tanto como el primer día. Si quieres una buena dosis de lava en vena, no dudes en dedicarle menos de una hora a este disco como prueba. Aunque ya te advierto que vas a repetir.