Hay cosas en el mundo del metal que sencillamente no se pueden explicar. Quizá sea eso precisamente lo que le añada a toda esta historia ese punto sorpresivo que crea adictos, pero el caso es que, por ejemplo, pocos nos explicamos como un bajista de la categoría de Jason Newsted pudo caerse de una banda como METALLICA para ingresar en las filas de un grupo de la calaña de ECHOBRAIN. De eso hace ya mucho tiempo, pero la mayoría de fans aún no han descolgado la diana con su cara por ello. Del mismo modo, no puedo sino apelar a la sinrazón para arrojar algo de luz sobre la situación musical de Mauser, sin lugar a dudas una de las guitarras más prestigiosas en cuanto a metal extremo en Polonia. Se cumplían 25 años del nacimiento de la que hoy es probablemente la banda de death metal más venerada de aquel país, VADER, cuando pocos días antes de la celebración de su show en conmemoración de sus bodas de plata, tanto él como el resto de miembros de la banda a excepción de Peter decidían poner fin a su andadura con el grupo, precisamente en el que quizá sea el mejor momento de su carrera, estando en boca de todo el mundo gracias a directos demoledores y discos de auténtico lujo. Meses antes el músico ya había perfilado las bases de su futuro profesional. UNSUN era entonces su proyecto paralelo y actualmente su prioridad número 1, una banda sacada de la nada, formada con miembros de grupos del orden de MASACHIST, VESANIA o INDUKTI, encabezada por él mismo y abanderada por una joven rubia de voz angelical y aspecto provocativo, inédita hasta ahora en esto de la música. Melodías, aires góticos y mujer despampanante, como nos contaba Duncan Patterson en una entrevista reciente, la fórmula es tan sencilla como efectiva pero, ¿dará resultado? “The End of Life” es, irónicamente, el inicio de esta nueva etapa en su vida, que ya comenzara a dar forma en 2006.

Y pese a que en un principio UNSUN se nos presenten como un grupo de influencias góticas, quizá sea conveniente ahondar más e intentar mirar más allá, prevenidos y a sabiendas de que frecuentemente esa etiqueta suela ser utilizada más con fines comerciales que con fines puramente descriptivos. Y no puedo evitar en este punto hacer memoria y sacar a colación un disco que en su momento me atrapó durante unas semanas y que hoy regresa a mi mente gracias a “The End of Life”. Se trata del “Wolves” de los alemanes DEADLOCK, una edición de Lifeforce Records que, mezclando electrónica con guturales, logró aportar un soplo de aire fresco en el estereotipado catálogo de formaciones del respetado sello francés. La voz de Sabine Wenger, con un serio tufazo a la típica línea vocal que “ameniza” ciertos temas de techno, encajaba curiosamente bien dentro de una música en la que guturales y guitarras suponían la parte importante del conjunto. Algo muy parecido a lo que hoy hacen SONIC SYNDICATE pero con dualidad vocal: femenina y masculina.

¿Por qué cuento esto? Sencillo. La frescura que entonces me transmitió DEADLOCK, la certeza de saber que realmente componen en pos de la innovación, de encontrar su identidad y de no ceñirse a ningún estereotipo, es la misma que hoy me evoca UNSUN. Cierto, es difícil de imaginar viendo las fotos promocionales, pero quizá sea esto producto de, como digo, las compañías discográficas, que necesiten unos mínimos elementos que les garanticen un número X de copias vendidas. Pero si saltamos por encima de todo esto, si además le dedicamos no una, sino unas cuantas sesiones de escucha a “The End of Life”, nos vamos a encontrar con algo muy distinto a lo que estamos acostumbrados a escuchar. No es fácil, ya que es un disco extremadamente centrado en la melodía, con escasa repercusión de la guitarra (si, además de dejar VADER, Mauser no es precisamente el que más peso específico cobra en UNSUN), y con una importancia crucial de los estribillos para el devenir de nuestra opinión. Sí, unas señas muy similares a las del grosso de bandas de música pop: estribillos accesibles, melodías… Sea como fuere, lo que al principio quizá pueda parecer un disco un tanto desangelado o soso, aviso que con las escuchas se puede convertir en una adicción real. Comprobado.

Obsesivo el estribillo de “Whispers”, repetido hasta la saciedad y envuelto en un aura oscura. Ya en ese, el primer tema y el que será single con vídeo incluido, se deja en evidencia que la voz de Aya está lejos de poder ser considerada una gran voz. El suyo es un registro dulce, pero se divisan grandes alardes ni demostraciones de ningún tipo. Sobre ella recae la mayor parte del peso musical del grupo pero cumple y poco más. Es el conjunto lo que hace de “The End of Life” algo adictivo. Buen tema también “Blinded by Hatred”, con algo más de repercusión guitarrera, y eso es algo que se agradece más teniendo en cuenta que en muchas partes del disco cuesta mucho agudizar el oído para distinguir los aportes de Mauser a las 6 cuerdas. Rescatar también cortes como “The Other Side” o la preciosa “Face the Truth”, un medio tiempo lleno de sentimiento de lo mejor del disco. Balada con todas las letras es "Memories", un tema intimista que, con piano, guitarra acústica y voz saca a relucir lo mejor de la voy de Aya. La otra canción "tierna" del disco. Para cerrar el disco, una canción que poco tiene que ver con el resto de cortes que lo componen, un tema como "Indifference", más cercano a los parámetros de la música disco que de no ser por las guitarras que se escuchan en momentos puntuales, pocas escusas podríamos poner para incluír dentro de una página de metal y rock. Destacable la sección rítmica, con momentos estelares por parte de Heinrich al bajo.

A estas alturas de la película probablemente muchos ni le den una oportunidad al disco. Teniendo en cuenta lo saturado que está el panorama de bandas que, al igual que ellos, centran su propuesta en un cuerpo bonito, quizá sea esto algo comprensible. Pero con eso y todo reto a todo el mundo a que se sacuda prejuicios y dedique tan solo unas escuchas al trabajo. Descubrirás que detrás de toda esa basura comercial que, entre otras cosas, hace que su vocalista parezca un bellezón cuando en realidad no lo es tanto (véanse imágenes de estudio), hay un trasfondo musical altamente adictivo. No vamos a llamarlo modern gothic ni pop metal, nada de eso, es un buen disco melódico, quizá algo repetitivo en cuanto a estribillos pero que engancha, aunque para ello haya que esperar un poco, pero un buen disco después de todo. Al fin y al cabo el cometido último de la música es hacer disfrutar a quien la oye, y en mi caso lo ha conseguido muy gratamente.

Raúl del Amo (rauldelamo@themetalcircus.com)

Grupo:Unsun

Discográfica:Century Media

Puntuación:7.8

Canciones:

  1. Whispers
  2. Lost Innocence
  3. Blinded by Hatred
  4. Face the Truth
  5. The Other Side
  6. Destinity
  7. Memories
  8. Bring Me to Heaven
  9. On the Edge
  10. Closer to Death
  11. Indifference

Año:2008