Aprovechando que este año también se celebran las navidades Suaves, y por partida doble en Barcelona, algo me ha hecho desempolvar uno de sus trabajos más logrados, el “San Francisco Express” de 1997, uno de los mejores discos de los 90, y por ende, uno de los mejores discos de la historia musical en la lengua de Cervantes. Aclamado por la crítica, alabado por los fans y con la difícil papeleta de superar a todo un “Santa Compaña”, otra de sus grandes obras maestras.

El gato de Suaves es uno de los mejores recuerdos que poseo de los 90. La banda poseía un directo imbatible y la imagen del gato de Ourense asomaba en centenares de camisetas de chavales y no tan chavales. Incluso había pintadas a modo de graffittis haciendo referencia a una de las bandas claves de la escena rock de este país. El grupo estaba plenamente consolidado y a nivel instrumental habían alcanzado otro peldaño con la inclusión de Alberto Cereijo en sus filas. Las letras de Yosi eran brillantes (todavía lo son), pero bendito el día que quiso dedicarle un disco al cementerio de San Francisco, uniendo en él dos de sus temas literarios con los que siempre ha jugado, el tren y la muerte.

Sigo soñando en algún día poderle hacer una entrevista centrada totalmente en lo extramusical, sólo sobre su poesía y uso de recursos literarios, pero dudo que haya oportunidad. En fin, si hay letras logradas en algún disco de Suaves, éste es el que nos ocupa. La edición de salida llevaba un cartón a modo de funda y se acompañaba de una hebilla con el símbolo de la banda, el gato, que todavía poseo en algún cajón olvidado. Qué bonita estampa era la de ver en todas las tiendas de discos el trato preferencial que tenían los gallegos.

Lo dicho, el disco era una historia conceptual sobre las personas que yacían en el cementerio Ourensano, vidas anónimas que Yosi imaginó y dio forma en una historia. Restos humanos que convivían cerca y que ni siquiera se habían conocido en vida pero que quedarían en el imaginario colectivo de todo fan de los Suaves. Tomás, Lisa, Isaac, Luís… pregunta a cualquier fan y te contará la triste historia de sus desventuras.

Abre “San Francisco Express”, una apertura que ya es clásico mostrándonos a unos Suaves que optan directamente por el heavy metal, muy endurecidos y Yosi jugando con la asociación tren-cementerio. Uno de los temas más logrados de toda su carrera y un Cereijo que consigue un trabajo divino y unos solos melódicos y coreables. Todavía hoy el público canta de pe a pa letra y música.

“Hotel” es el índice, la presentación de los personajes de los que Yosi nos cuenta breves frases sobre ellos, pero pocas veces cuatro pinceladas dan tanta información. Un tema que ha quedado en el olvido pero que sigue siendo una de las maravillas del disco, sin lugar a dudas, y dotado de unas letras sobrecogedoras. Atención a las frase de “invitados a la cena pero ninguno a cenar”, aludiendo a que los gusanos serán los que degusten sus carnes muertas.

“Ourense-Bosnia” es un crescendo épico melodramático y la única historia real del disco. Alegato antibelicista con unas letras excepcionales y un inicio acústico que pone el vello de punta. “Su nombre era Isaac, sus cabellos largos…”. Hay frases que han quedado para el recuerdo y hay un final absolutamente eléctrico con un Cereijo sobreinspirado. Sigue siendo infaltable sobre las tablas.

Quizá ha quedado como gran balada “Lisa” (la continúan tocando), pero es para mi y para muchos “Sin techo” la composición que realmente llega. A acústica y armónica con las desventuras de un anónimo vagabundo en la jungla de asfalto madrileña. Pocas veces se ha hecho un retrato de la decadencia y la tristeza de un sintecho más descarnada. Sucesión de desventuras que pecan únicamente de alargarse demasiado. El tema es excesivamente largo y el estribillo se repite en exceso, pero toda la letra llega y mucho.

“Luís y su mujer” recupera la intensidad metalera, posee un gran riff y otra letra excepcional. Quizá es de las que ha quedado más relegadas por el tiempo, pero es una soberbia demostración de que la banda le daba una vuelta de tuerca más al deje Thin Lizzy que siempre ha atesorado y que el endurecimiento les quedaba espectacular. Hay que resaltar especialmente el gran trabajo de la base rítmica de Charly y Ángel Barrio (en todo el compacto). Letras como “Nos marchamos muy lejos, y nadie nos encontrará, en el juego de la vida, nunca estoy donde hay que estar…” llegan hondo.

“Preparados para el Rock and Roll” es otro himno de los definitivos para el combo norteño, muy metalero y que con el tiempo ha quedado como el chupinazo que da salida a la banda en directo. Otra dosis de metal y alegato al amor que sienten por esta música. “Antisocial” es una revisitación en castellano del clásico de Trust popularizado por Anthrax. La cosa caló y hoy en día también cae siempre en directo. Excepcional trabajo de adaptación de las letras por parte de Yosi.

“Lisa” es otra de las maravillas, canto triste en crescendo a la soledad de una joven de 26 años que, como reza en “Hotel”, “no corre, no tiene prisa, el río de sus horas contra el mar se estrelló”. Una de las letras más bonitas del compacto y un final eléctrico pero a la vez melancólico y tierno.

“Tomás el tendero” ha quedado como otra de las grandes olvidadas a pesar de poseer uno de esos estribillos absolutamente melódicos y con más gancho que han facturado los Suaves en toda su carrera. Un single clarísimo que quedó oculto ante el espectacular peso del resto de composiciones. La historia del tendero es otro de los grandes logros de la pluma de Yosi, la honradez del trabajador frente a los golpes de la burocracia y la mala suerte.

El “grand finale” lo pone la ampulosa “Dios es suave”, una extensa instrumental que suena siempre como despedida en sus conciertos, tan trabajada como lograda, y en definitiva, un clásico más con partes de las anteriores composiciones. Es orquestal y supone el epílogo perfecto a una obra tan sensible como majestuosa. Es como la banda sonora final que acompaña las letras de crédito de una gran película.

Poco más queda añadir, sólo recordar esos conciertos que realizó la banda en esa gira en la que dieron, acertadamente, mucha cancha al disco. Una de las obras capitales de los 90 que nos muestra a unos Suaves en la cresta de la ola, llegando a unos momentos de inspiración y sensibilidad que serían muy difíciles de volver a igualar. “Víspera de todos los Santos” fue una gran continuación, pero tanto habían subido con la locomotora que el vértigo a descarrilar era previsible. ¿El mejor disco de rock de los 90 en España? Quizá…

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Los Suaves

Discográfica:Polygram

Puntuación:9.5

Canciones:

  1. San Francisco Express
  2. Hotel
  3. Ourense-Bosnia
  4. Sin Techo
  5. Luís y su mujer
  6. Preparados paa el Rock and Roll
  7. Lisa
  8. Tomás el tendero
  9. Antisocial
  10. Dios es suave

Año:1997