In Flames: REROUTE TO REMAIN

Con este disco de In Flames se repetirá la misma historia de siempre, ganarán multitud de fans, pero sus antiguos seguidores puede que se vean decepcionados y renieguen del grupo. Con Reroute to remain muestran su lado más accesible y su incesante evlución, que dista mucho de discos como Lunar strain o el laureado Jester race. Permanecen las señas de identidad propias del grupo en cortes como Drifter o Dysmiss the cynics pero se nota cierta evolución moderilla en System o la homónima Reroute to remain. La primera contiene unos teclados capaces de provocar urticaria a sus antiguos devotos, y la segunda un estribillo sin voces guturales, lleno de dramatismo y melodía. Los samplers de Trigger confirman que el miedo a la experimentación no tiene cabida en In Flames. Anders Friden muestra a lo largo de las catorce canciones su enorme capacidad de registros que abarcan desde la melodía distorsionada al desgarro gutural. Las acústicas se enfrentan a las voces sampleadas en Dawn of a new day, corte atractivo y alejado de sus raíces. Egonomic recupera la velocidad y nos trae el mejor estribillo del disco, juntamente con Black & White, en la que se firman unos tambores excepcionales. Son canciones aptas para los dos públicos que a partir de este trabajo van a tener los de Goteborg. Jesper Strömblad sigue demostrando su enorme calidad como compositor y músico en todos los terrenos, y la producción está a la altura de lo que debe suponer este punto de inflexión. Destacar los trallazos finales Free fall, Dark Signs y la sorprendente balada folk Metaphor, que aunque puede recordarte los momentos de brillantez acústica del Jester Race, aquí no viene acompañada del contrapunto agresivo dominante.
El look formal de su último tour, su gira con Slipknot y la evolución anunciada para dicho compacto, hicieron sonar las alarmas augurando su conversión al nu-metal. La respuesta a dicha alarma no es ni afirmativa ni negativa, pero cabe decir que Reroute to remain es uno de los mejores discos del presente año, pese a que no se pueden calificar ya como death melódico. No se pierde la identidad de In Flames pero ganan en amplitud de miras. El debate queda abierto…