Bourbon Kings: Performance

Con los tiempos que corren me sorprende mucho que no haya más bandas como los Bourbon Kings. Mientras la sociedad recula décadas atrás, la música, que tiempo ha era un reflejo de los tiempos, parece domesticada, o peor, reflejando en lo que nos hemos convertido. Pero no está todo perdido pues los navarros Bourbon Kings ponen los puntos sobre las íes denunciando los tiempos “pasados” actuales.

Con los tiempos que corren me sorprende mucho que no haya más bandas como los Bourbon Kings. Mientras la sociedad recula décadas atrás, la música, que tiempo ha era un reflejo de los tiempos, parece domesticada, o peor, reflejando en lo que nos hemos convertido. Pero no está todo perdido pues los navarros Bourbon Kings ponen los puntos sobre las íes denunciando los tiempos “pasados” actuales. Tras su debut con “40º” asaltan la primera línea con la discográfica Dromedario y ofrecen una completísima obra de inspiración nu metal muy 90, con raíces en Linkin Park, Korn o Limp Bizkit. También pueden recordarte por momentos a Def Con Dos y a Narco como referentes más próximos. No parece que esté la escena actual para lanzarse con este estilo, pero ya se han colado en todo un Rock Fest, y hay ganas de verles.

Los integrantes del grupo vienen de la escena hip hop rapera pero hay la adición de guitarras metal y la contundente base rítmica bañada con loops y samplers sobre los que rapean Aaron da Boozer y Jon Bourb On. Engancha y tiene su gracia más allá de que no te vaya mucho el estilo. Tras una intro asaltan “Una sola oportunidad” al grito de “Esto es Bourbon Kings”. Reparten estopa sin miedo apuntando a los males de la sociedad con buenas letras, duras y faltonas, eso sí. En “Tienes mucho que callar” se explayan a gusto con la derecha política española en uno de los temas estrellas del disco. Moderan la contundencia en la suave “Vergüenza” aunque no en el mensaje, con aires más Linkin Park tirando de melodía en el estribillo, y en “Rómpelo” samplean el glorioso inicio de la banda sonora de “Ironside”. En “Otra vez” atacan el tema del alcoholismo con muy buenas maneras. Destacan las bases de DJ Paick en “No soy real” pero definitivamente es la gran producción y la enorme base rítmica lo que más brilla en este disco.

Recuerdan vagamente a A.N.I.M.A.L en “Todo el mundo lo sabe” despachándose a gusto y en la que mezclan con muy buenas maneras el rap agresivo a golpe de riff con un final melódico a lo nu metal con un solo de guitarra muy trabajado y atractivo gentileza de Julen Bread. Vuelta de tuerca en “Reír llorando” indagando en sonoridades más suaves. Armados con acústicas rapean in crescendo dotando al tema de coros melódicos. Mantienen el nivel en “(Siempre) en la mierda” mostrando su cara más melódica y tirando de loops y dando guitarrazos mientras que en “La ley del más fuerte” dejan entrever una base a lo Hamlet para jugar con melodías y rapeos efectivos, dotados de unas letras críticas y duras. Incluso hay momentos que se acercan a Sepultura en el riffeado y la batería en “La ley del más fuerte”. Juegos de atmósferas de inicio y contundencia melódica con letras críticas muy bien trabajadas. Incluyen los clásicos gruñidos que tanto dominaron en su día Korn.

Bourbon Kings han venido para quedarse y como decían Soziedad Alkohólika nos traen letras duras para tiempos duros. Si el estilo te gusta son de obligada escucha y si eres reticente a esas sonoridades creo que hay que darle una oportunidad, pues están destinados a hacerse un nombre en la escena. Variedad estilística y el metal como base, con múltiples ingredientes atractivos y coloridos. Una producción y sonido impresionantes terminan de dar forma a “Performance” que va para disco de culto. El tiempo lo dirá, pero esta obra tiene que ser punto de inflexión en la trayectoria del combo navarro.