Cierto que Saxon son una leyenda, que tienen un directo excepcional pero también es cierto que es una banda algo quemada tanto en directo como en estudio. Sus continuas visitas, ya no sólo a nuestro país sino a todo festival que se precie, hacen que se hagan pesados como ninguna otra banda. Siempre comento que “de momento” la gran noticia del cartel del presente Wacken es que Saxon no estén.

Pero si en directo hoy en día marcan la hora de la cena, sus últimos trabajos en estudio no es que sean para lanzar cohetes. Cierto es que en cada disco hay un par de temas que valen mucho la pena y que incluso se meten, merecidamente, en los set lists. Pero esta vez la cosa se podría definir como el típico álbum de Saxon para cumplir expediente y con la discográfica.

Suena de maravilla, tiene potencia, buenos estribillos y temas que suenan a los Saxon más clásicos pero poco, muy poco más. Incluso me atrevería a decir que es de lo menos inspirado que han sacado en años. Puede que “Demon Sweeney Todd” sea lo más espectacular, con un ambiente algo tétrico y un trabajo de guitarras marca de la casa. Pero cortes como “Voice“ o “Hellcat” (cuidado, que ya está en los set-lists) son pobres, facilones y no pasan del correcto.

Puede que en su último concierto en Wacken y en la participación de Tobias Sammet algo se les pegara pues “Battalions of Steel” es absolutamente Edguy. Esperemos que sea algo puramente experimental y se quede en anécdota más que en posible futura vía compositiva.

Destacan también en positivo las clásicas “Live to Rock”, posible single y de sabor añejo, “Come Rock of Ages”, que le va a la zaga y que es posiblemente junto con la de Sweeney Todd lo mejor del disco (si bien esos títulos son muy herederos de Def Leppard).

Hay esa intro de escaso minuto de duración llamada “The Letter”, baladita tierna y conseguida que también merece ser reseñada. Instrumentalmente poco hay que añadir pues todo está en su sitio y los musicazos con los que cuenta Saxon cumplen como en todo disco que hayan realizado hasta la fecha.

“Valley of the Kings” tiene unos coros monumentales y un teclado que a pesar de estar en segundo plano toma protagonismo en el apoyo, correcto sin más. Más sorprendente es la versión con slide de “Coming Home” toda una rareza absolutamente fresca e interesante, de raíz blues y con un Biff saliéndose del guión.

Disco que sirve como una excusa más para lanzarse a la carretera y tocar en todos sitios. Todo fan de Saxon va a tener esa dosis de buen hacer y dudo que, si no es muy exigente, se sienta decepcionado. Pero la verdad es que un servidor esperaba algo más, ya no innovación, sino otro tema digno para el recuerdo para quedar in aeternum en sus directos. Quizá con más escuchas… pero lo dudo… Si de algo es símbolo el laberinto es de estar perdidos en él y no encontrar una vía que les saque del trabajo meramente estándar.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Saxon

Discográfica:SPV

Puntuación:6.5

Canciones:

  1. Battalions Of Steel
  2. Live To Rock
  3. Demon Sweeney Todd
  4. The Letter
  5. Valley Of The Kings
  6. Slow Lane Blues
  7. Crime Of Passion
  8. Premonition In D Minor
  9. Voice
  10. Protect Yourselves
  11. Hellcat
  12. Come Rock Of Ages (The Circle Is Complete)
  13. Coming Home (Bottleneck Version)

Año:2009