Loable la intención de Michael Schenker. Ha pasado de tocar fondo por enésima vez a renacer de sus cenizas cual fénix para regalarle a sus fans un disco en la onda de toda la vida, con el añadido de recuperar al vocalista más clásico del Michael Schenker Group, Mr. Gary Barden. No obstante, el proceso no ha estado excluido de cierto drama. Todos recordaréis como Schenker dijo que Glenn Hughes iba a ser parte de la formación como bajista y como Hughes desmintió después su implicación diciendo que el no estaba interesado en tocar únicamente el bajo, sino también en cantar. Pero nadie iba a cantar en éste CD si no era Gary Barden, porque esa era la verdadera intención de Schenker: volver a facturar un disco con el vocalista que todo el mundo recuerda y con el cuál se parieron los discos más grandes de la historia de la banda, como los dos primeros albumes de estudio o el directo “One Night At Budokan”. No sólo eso, sino que Schenker ha conseguido reunir bajo un mismo techo nuevamente a Don Airey y Simon Philipps, teclista y batería de aquellos míticos discos, lo cual añade más sentido histórico-nostálgico al asunto.

Michael Schenker, nunca ha sido un artista dado a la nostalgia. Lo han sido mucho más sus compañeros de UFO, mientras que Schenker siempre ha estado ofreciendo disco tras disco con material nuevo y canciones que pueden gustar más o menos pero reflejan el esfuerzo de un tipo que lleva casi cuarenta años en el negocio por seguir creando cosas nuevas que sorprendan ni que sea minimamente a quienes le siguen. Es ahí donde entra “In The midst Of Beauty”. Se trata de un disco que tiene un casting de protagonistas digno de una super-producción pero que, musical y creativamente, se queda en un buen intento, una de esas películas que dentro de diez años verás en la tele pero que nunca habrías ido a ver al cine. ¿Motivos? Obviamente, por mucho estilo propio que tenga Schenker, la factoría de riffs es finita y llega un momento en el que ésta se satura. Y no es que los riffs sean malos, en absoluto. Muchas bandas se darían con un canto en los dientes por crear riffs como el de “City Lights” , “End Of The Line” o “Come Closer”, pero en el caso de Schenker la cosa suena a deja vu constante, tanto que hace que el disco pierda el encanto que ganaba con semejante formación. Probablemente alguien me crucificará por exponer esta opinión, pero después de una semana repasando la discografía de Schenker, he llegado a la conclusión de que el alemán es uno de esos guitarristas que tocaron techo creativamente hace muchos años y que todo lo que hagan va a saber a poco, incluso a fans como un servidor. No niego que el disco posee buenos temas como “Cross of Crosses” o “I Want You”, pero no es un disco para escuchar del tirón y salir a hacer air-guitar al balcón de tu casa.

Sónicamente, el disco suena algo inferior a lo deseable. La mezcla es cruda, incluso parece que algunos fragmentos se hayan grabado totalmente en directo en el estudio, pero dudo ampliamente de eso en los tiempos que corren. No creo que ni Don Airey se haya movido de Inglaterra para grabar sus pistas de teclado, vamos. Un Airey, que para ser quien es, está tremendamente escondido en la mezcla. Más que escuchársele se le intuye vagamente, vamos. Barden también está a medio gas, lejos del titán que entonaba “Armed And Ready” con energía. Me temo mucho que es un disco que peca de cierta desgana y que se nota cuando uno lo escucha. Pero no se puede culpar a Schenker ni a los músicos que lo rodean. Solo se puede hacer lo mismo un número determinado de veces sin sonar cansino. Creo que sería mucho mejor que Schenker se dedicara a vivir de los clásicos, algo que hoy en dia ya no está tan mal visto. Se ahorraría dolores de cabeza y además, le daría a la gente lo que realmente quiere.

Sergi Ramos

Grupo:Michael Schenker Group

Discográfica:InAkustik

Puntuación:8.4

Canciones:

  1. City Lights
  2. Competition
  3. I Want You
  4. End Of The Line
  5. Summerdays
  6. Night To Remember
  7. Wings Of Emotion
  8. Come Closer
  9. Cross of Crosses
  10. Nana
  11. The One
  12. This Time

Año:2008