Thy Art Is Murder: Holy War

Aun cuando el disco es realmente bueno para los amantes de los sonidos extremos, lo cierto es que el disco necesita de una segunda e incluso tercera escucha para apreciarlo, pues puede resultar algo monótono y plano, por lo que la primera reproducción de “Holy War” puede hacer que se pasen desapercibidos temas excepcionales.

Los australianos THY ART IS MURDER, después de tres años desde “Hate” (2012), atacan las listas de ventas internacionales con “Holy war”, un disco de potente Deathcore en el que confluyen influencias de otras ramas del metal, como pasaremos a detallar a continuación.

La producción de este nuevo disco ha corrido a cargo de Will Putney (Suicide Silence, The Acacia Strain, Molotov Solution) en el que se sabe balancear a la perfección la mezcla de las frecuencias graves de los instrumentos barítonos, que son seña de identidad de este disco, con la voz de Chris «CJ» McMahon y los punteos de acompañamiento y los solos de guitarra.

La calidad técnica de la banda es increíble, sobre todo el trabajo de Lee Stanton a la batería, fusionando pasajes de Black metal en los que el doble bombo llega a velocidades de vértigo con momentos Metalcore. Por su parte, la voz de Chris “CJ” McMahon suena agresiva y potente en todos los temas, tanto en los registros graves como en los guturales en los que el pitch es más agudo. Las guitarras de Andy Marsh y Sean Delander generan momentos de auténtico desenfreno de riffs que podrían casar perfectamente con el disco L’Enfant Sauvage de GOJIRA, como ocurre en el tema “Fur and Claw” o en el tema que da nombre al disco “Holy War”.

En las líneas de guitarra se pueden ver matices que serían propios del Djent metal al estilo MESSHUGAH, o incluso del Black metal como puede pasar en “Naked and Cold” o “Emptiness”, si bien el resultado final poco tiene que ver con ese subgénero ya que cuenta con una agresividad y contundencia que es más propia del Metalcore.

Aun cuando el disco es realmente bueno para los amantes de los sonidos extremos, lo cierto es que el disco necesita de una segunda e incluso tercera escucha para apreciarlo, pues puede resultar algo monótono y plano, por lo que la primera reproducción de “Holy War” puede hacer que se pasen desapercibidos temas excepcionales como “Violent Reckoning”, “Light Bearer”, “Child Of Sorrow” o buenísmos riffs como el de “Coffin Dragger”.

“Holy War” es un disco en el que THY ART IS MURDER mezclan diversas vertientes del metal extremo contemporáneo proyectando una potente dosis de furia en los oídos de los amantes del Deathcore que les dejará más que satisfechos.