Healed By Metal

A grandes rasgos, las composiciones que integran "Healed By Metal", suenan a GRAVE DIGGER. Qué gran novedad ¿no? En este disco, encontraréis más de lo mismo, sobre todo si es que no sois fieles seguidores de los teutones. A excepción de cortes como “Free Forever”, con un rollete acústico que lo diferencia, el resto de temas no dejan de ser esos GRAVE DIGGER que ya hemos visto una y otra vez...

GRAVE DIGGER, es uno de los grupos más currantes y perseverantes de nuestro rollo. Ya puede haber crisis discográfica, cambios de componentes en sus filas, o cualquier otro desatino, que los de Boltendahl volverán cada dos años con nuevo material bajo el brazo. Así es como regresan este recién estrenado 2017, publicando «Healed By Metal», a la venta el 13 de enero, vía Napalm Records.

A grandes rasgos, las composiciones que integran «Healed By Metal», suenan a GRAVE DIGGER. Qué gran novedad ¿no? En este disco, encontraréis más de lo mismo, sobre todo si es que no sois fieles seguidores de los teutones. A excepción de cortes como “Free Forever”, con un rollete acústico que lo diferencia, el resto de temas no dejan de ser esos GRAVE DIGGER que ya hemos visto una y otra vez. “When Night Falls”, por ejemplo, nos trae a los tiempos de “Excalibur” (1999), así como “Call For War”, que bien podría ser todo un “Dark Of The Sun”, que ya compusieran para aquel exitoso “Tunes Of War” (1996). “The Hangman’s Eye”, por su parte, también tiene su gracia. Con una producción bastante moderna y unos arreglos de guitarra interesantes.

Como de costumbre, los temas están muy bien arreglados, con esa voz ruda de Chris, propia del inconfundible alma matter de la banda. Algunos suenan algo más novedosos, caso de “Hallelujah”, con un Ritt que se marca un tremendo solo, o “Laughing With The Dead”, que nos hace asomar una tímida sonrisa en el rostro, tras escuchar esas risotadas de Boltendahl. “Lawbreaker”, también deja patente lo gran solista que es Ritt, mientras que “Ten Commandments Of Metal” nos hace levantar el puño en alto. No cabe decir, entonces, que estos cavadores de tumbas siguen afilando sus guitarras como nadie.

Por otro lado, mientras la voz de Boltendahl siga quebrando de ese modo, puedo afirmar que tendremos GRAVE DIGGER para rato. Los teutones no pierden comba con el paso del tiempo: pueden estancarse, pero nunca aflojar, solo tenemos que echar un vistazo a este “Healed By Metal”. Stefan Arnold sigue aporreando la batería como bien sabe, Axl Ritt, que en su día marcó un punto y aparte en el devenir de la banda, ya está más que afianzado a las seis cuerdas, y Jens Becker sigue marcando el tempo como nadie.

Así es como han regresado los incombustibles GRAVE DIGGER a la palestra discográfica, con un álbum que no “mata”, pero que dará a sus fans lo que vienen buscan. ¡Qué lejos les queda la jubilación a estos tíos! Pocas bandas pueden presumir de llevar casi cuarenta años publicando material con un patrón compositivo tan característico, y que acredite tan fielmente lo que entendemos como HEAVY METAL en mayúsculas.