Diablo Blvd: Follow the Deadlights

Remarcable esfuerzo en el estudio. Hay mucho hype a su alrededor, pero son una buena banda.

Cuando una banda lo peta en algún sentido, es habitual ver a un montón de bandas saliendo de debajo de las piedras intentando capturar una parte de su éxito para proyectar sus carreras. Ese no es exactamente el caso de Diablo BLVD, quienes siguen mucho la estela de los daneses VOLBEAT en su sonido, especialmente en su nuevo trabajo, “Follow the Deadlights”. Estos belgas son un grupazo y llevan en activo desde 2005, bastante antes de que Volbeat fueran alguien en la escena europea, se mire por donde se mire. No obstante, las similitudes en enfoque musical y en las tonalidades vocales de Alex Agnew son bastante obvias. Les falta, obviamente, el toque rockabilly, pero cuando escuchéis el disco entenderéis a lo que me refiero.

En “Follow the Deadlights” la banda nos muestra su metal contemporáneo y potente, donde entremezclan las voces a lo Hetfield con guturales de impresión, riffs con muy mala baba y certera influencia de Corrosion of Conformity además de un trabajo de batería creativo y simple a partes iguales. El disco arranca con “Beyond the Veil” y a partir de ahí te enganchan, especialmente con el riff Sabbathiano que se sacan de la manga Dave Hubrechts y Andries Beckers. Hay un buen número de pasajes donde el baterista Kris Martens ejecuta patrones tribales con los toms, lo que le da un toque algo más exótico a las canciones. Lo que pasa es que en cuanto entra en la sala la voz de Alex Agnew uno no puede dejar de pensar en Volbeat. El parecido es grande, aunque si uno quiere podría irse a buscar referencias a The Cult y Glenn Danzig, que estarán encantados de que alguien se acuerde de ellos.

La producción del disco ha corrido a cargo de la propia banda, pero no cabe duda de que ha sido el trabajo de Jay Rustom y Paul Logus el que ha terminado de darle forma al asunto. Es un disco compacto, lleno de guitarras cortantes y batería de sonido muy definido. El tema título es un gran ejemplo de lo que la banda tiene que ofrecer, mientras que en “Son of Cain” es Agnew saca a relucir todo su genio y recursos. Remarcable esfuerzo en el estudio. Hay mucho hype a su alrededor, pero son una buena banda.