Once Human: Evolution

El pasado musical fiero y con músculo de Logan está más que presente en este “Evolution”. Pero se torna a momentos más clásicos con un death metal muy agresivo e incluso con sonoridad (que no ejecución) del black metal más lúgubre y dañino.

El refranero español sirve de para explicar casi cualquier circunstancia. Logan Mader, antiguo guitarrista de SOULFLY y MACHINE HEAD, llevaba una buena temporada de su vida alejado de los escenarios, dedicado a la tranquila y vida salarial de la producción. Con gran éxito además, al trabajar con grupos del calibre GOJIRA, FEAR FACTORY y DEVILDRIVER entre otros. Pero “la cabra siempre tira al monte” y hace un par de años conoció a  la vocalista Lauren Hart, crearon ONCE HUMAN y publicaron «The Life I Remember». Parecía que iba a ser algo esporádico, un regreso al modus operandi de banda a modo de tanteo, pero regresan con un segundo trabajo bajo el brazo, y con un más que notable resultado.

El pasado musical fiero y con músculo de Logan está más que presente en este “Evolution”. Pero se torna a momentos más clásicos con un death metal muy agresivo e incluso con sonoridad (que no ejecución) del black metal más lúgubre y dañino. Hart es una cantante potente, con una voz gutural que abruma, aunque a lo largo de este disco dulcifica su voz en algunas partes como en canciones tipo “Gravity” y “Paragon”, obteniendo un resultado más variado al explotar su otro rango vocal.

Pero ONCE HUMAN es caña. Caña de la burra. El comienzo con “Flock Of Flesh” y “Eye Of Chaos” (uno de los singles de este trabajo) es vertiginoso, y nos muestra a una formación que tiene muy claro por dónde quieren caminar, y cómo ofrecer riffs aplastantes sin caer en la monotonía sin sentido. De la mano le va “Dark Matter”, otra de las canciones a las que les han dedicado video clip y que refleja a la perfección cómo suenan y cómo quieren sonar. El título de este trabajo les va al dedillo si lo comparamos con su debut, donde sin perder calidad ni buenas ideas, carecía un poco de hilaridad sónica.

“Evolution” es un disco rico en matices que tal vez no se perciba en unas primeras escuchas, ya que el muro sónico pasado de revoluciones es con lo que nos topamos de lleno en un principio. Pero tiempo al tiempo, y seguiremos esperando que Logan, aunque sólo sea de vez en cuando, pongas sus manos en su guitarra y deje de lado los cachivaches de los estudios de grabación.