Cuidado con lo que deseas porque igual se cumple… y tal vez no te gustará. Muchos seguidores estaban esperando con impaciencia este ‘Phanerozoic II: Mesozoic | Cenozoic’ después de quedar boquiabiertos con su antecesor. La pregunta es ¿estarían mejor sin haberlo tenido entre sus manos?

The Ocean son como ese amigo de verdad, que siempre está ahí, que nunca defrauda, que siempre avanza y que devuelve con creces todo lo que se le da. Con este nuevo trabajo, si es que quedaba alguno, sus detractores van a tener que retractarse y decir aquella frase de Valle-Inclán que tan bien retrata lo superlativo: “¡Cráneo Privilegiado!”.

Flotando en el futuro

Hay que reconocer que sus carencias lo hacen más grande. Es cierto que las tiene: le falta ampulosidad, algo tan de moda en la actualidad cuando de los confines del metal arriesgado hablamos, y por eso es más genial. No tiene atisbos de artificio, no hay ni una sola nota, ni una sola frase en exceso, superfluas. Fisuras tampoco aporta, intentar encontrar “ese tema de relleno tan habitual” es esforzarse para lograr nada.

La apertura del disco con “Triassic” ya demuestra todo eso: un gran tema que arranca con sencillez, con calma para arrojar de repente la furia y la rabia directamente a la cara del oyente. Y se agradece. Una joya calmante y estremecedora a la vez, con un final que provoca la inquietud del deseo de más de esta medicina.

“Jurassic-Cretaceous” en un es un demoledor ejemplo de cómo un grupo puede concebir un tema de larga duración, casi trece minutos y medio, en los que se podrá encontrar un vasto paisaje sonoro capaz de agarrarte en la primera nota, soltarte en la última y querer repetir sin pausa alguna. Quizá se convierta en el tema estrella  de este disco y de los setlists futuros del grupo. Valores para ello le sobran.

Tras estos dos temas, en los que la voz de Loïc está como nunca y las guitarras y los ritmos de Staps se salen, llega el turno de “Palaeocene” donde no hay tregua ni se hacen prisioneros. En cuatro minutos exactos son capaces de mostrar furia, parar en seco, calmarse, volver a henchirse de rabia y llegar al final con un espectacular frenazo sonoro que obliga a gritar “¡Más, más, mucho más!”.

Cercano en su comienzo casi al pop melódico, con una limpieza cristalina absoluta en las voces y una dulzura sedosa en la música, “Eocene” va creciendo en tensión hacia su mitad pero sin perder esa tranquilidad y calma tan arropadoras. Aquí es donde se demuestra esa innecesaridad de la ampulosidad que The Ocean tan bien manejan: todo está milimetrado de forma absoluta.

Casi como continuidad llega “Oligocene”, un instrumental cuyos sonidos se deslizan en los oídos como el agua de un iceberg en el océano: de forma fluida y natural, fundiéndose para siempre con quien la escuche. Corta pero con una intensidad intrínseca que, cuando termina, hace desear que durase el doble, ya que no se haría cansina.

Un final de infarto

“Miocene-Pliocene”. En Pie y Saluden. ¿Hay alguien que no sepa nada de quienes son The Ocean? Tras escuchar este tema todas sus preguntas tendrán cumplida respuesta. Toda la esencia de la banda está (casi) comprimida en estos 280 segundos: la voz gutural y rabiosa, las capas, las múltiples capas sonoras, el enrevesamiento musical  natural, los cambios de registro… ¿Hace falta más? Tal vez no, en otras bandas no, pero es que nos estamos enfrentando a The Ocean.

“Pleistonece” llega para rematar la jugada. Aquí de nuevo voces limpias, casi líricas, repetitivismo rítmico, un segundo plano espectacular, y de súbito, la bestia sale de su jaula y se hace con los mandos de las voces, mientras, la música trata de calmarla y vuelven a aflorar la tranquilidad vocal y unos sutiles coros, casi ocultos. Y el ciclo se repite dando un paso más hacia la furia, en lo musical. Una cima dentro de este disco.

De pronto el hecho de que todo tiene un final está presente. “Holocene” es el tema que cierra el disco. La cima casi insuperable del anterior tema sirve de campamento base para alcanzar esta otra cumbre. Demuestran cómo inseminar una base casi industrial, con unos ritmos cercanos al naïf mientras las voces, ajenas a toda furia, nos elevan hacia el nirvana emocional. Un final insuperable.

‘Phanerozoic II: Mesozoic | Cenozoic’ es uno de los discos más esperados de este atípico e inolvidable 2020. No sólo por ser obra de The Ocean, uno de los grupos más en forma, especiales, geniales e insuperables que actualmente están en activo, sino porque, una vez escuchado en profundidad, revela que es una creación que perdurará y se irá haciendo más y más grande con el paso del tiempo. Es su obra cumbre, su legado insuperable…

…hasta el momento porque ¿sabe alguien lo que puede traer el futuro de la banda? De momento se puede disfrutar con el Disco II, la versión instrumental, que refuerza la sensación de disco imprescindible e insuperable que tiene desde ya mismo este trabajo. Y de paso obliga al oyente a una escucha absolutamente concentrada para tratar de encontrar las diferencias que tiene con las versiones cantadas. O no.

Toni de Lola

Grupo:The Ocean

Discográfica:Pelagic Records/Metal Blade Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. Triassic
  2. Jurassic | Cretaceous
  3. Palaeocene
  4. Eocene
  5. Oligocene
  6. Miocene | Pliocene
  7. Pleistocene
  8. Holocene

Año:2020-09-25