Phil Campbell And The Bastard Sons: We’re The Bastards

Tal vez no hiciese falta que Phil Campbell reafirmase que su nuevo proyecto era mucho más que flor de un día, que una banda para pasarlo bien en directo y que ahora que esa posibilidad está en una situación delicada, iba a dejar en barbecho a sus "Bastard Sons" hasta que soplasen mejores vientos. Nada más lejos de la realidad.

Tras el éxito de su primer larga duración ‘The Age Of Absurdity’ (2018) que se llevó entre otros el premio al mejor disco de debut en los premios Metal Hammer Germany de ese mismo año, estaba claro que había que darle continuidad. Así nació ‘We’re The Bastards’ en el que Todd (guitarra) grabó e hizo de ingeniero dejando las mezclas y la masterización en manos de Soren Anderson (Glenn Hughes/ The Dead Daisies/ The Answer) para lograr un resultado que supera lo meramente aceptable.

Bienvenidos a la fiesta del rock and roll

El manifiesto de inicio que es la súper clásica “We’re The Bastards” engancha como el mejor de los cebos para lanzar al oyente por el vertiginoso descenso a las calderas del rock que es este disco, si no ahí están “Riding Straight To Hell” o “Animals” para demostrar como con aparente falta sencillez se pueden crear poderosas bofetadas que hagan mover el cuerpo sin posibilidad alguna de oposición.

La elección como single de adelanto de “Son Of A Gun” es totalmente acertada, refleja a la perfección lo que el disco contiene: buen rock de alto octanaje y bajas emisiones negativas, nada de oscurantismo ni negatividad, toda una oda a la parte más luminosa y brillante del rock en la que la familia Campbell muestra con orgullo sus genes de rock’n’roll y Neil Starr ejerce de excepcional hijo adoptivo.

Aún quedan muchas bazas para seguir la fiesta, pero dejando bien claro, que es una fiesta en la que la calidad de los temas va aparejada a la alegría y celebración: “Bite My Tongue” contiene un delicioso solo de guitarra mientras que los riffs de acompañamiento piden a gritos un air guitar y quedar cercanos al latigazo cervical.

Deliciosas sorpresas

Muy pronto ya Phil Campbell And The Bastard Sons enseñan otros dientes, igual de incisivos y poderosos, pero que se mueven por derroteros talo vez no tan festivos pero igual de efectivos: “Promises Are Poison”es un centellazo controlado y contenido, que marca sutiles diferencias con sus hermanas y sirve de puerta de acceso a “Born To Roam” todo un homenaje al sonido más americano del rock y que encierra mucho potencial para los directos.

Justo en la mitad del disco está “Desert Song”, continúa el paseo por América, pero por la más calurosa y azotada por el sol, no imaginarse en una de esas interminables carreteras sin curvas del interior de Estados Unidos mientras suena parece casi imposible, un ligero aire de balada, teñido de otras referencias bien notables, donde el ritmo, pausado y pesado, sirve de sustento a uno de los mejores momentos de Starr como cantante en este disco.

Había que volver a la furia y el ritmo imparable y para eso crearon estos tipos “Keep Your Jacket On” que sacude todo el polvo acumulado con la anterior canción para sustituirlo por olor a garito y cerveza. La zona más dura del rock también es visitada por Phil Campbell y su prole en “Lie To Me” uno de los temas que más resalta por sí solo además de postularse como de los más interesantes de este disco, los cambios de ritmo la hacen interesante al cien por cien.

Se acerca el momento en que la aguja deja los surcos comprimidos y hace una larga curva, pero “Hate Machine” aún tiene que pisar el acelerador para poner la revoluciones a tope y devolver el brillo rítmico al disco. Con las pulsaciones en todo lo alto llega el himno del disco, “Destroyed” un temazo de esos que lo mismo sirven para abrir o cerrar un show o levantar a una audiencia apática.

Quizá el cierre con “Waves” quede un poco soso al pegar un brutal frenazo en el ritmo, pero es un pequeño lujo que no desmerece la calidad global de ‘We’re The Bastards’ que llega para presentar su candidatura a un buen disco de este achacoso 2020.