Bala son el grupo de moda, lo cual es un arma de doble filo. Desde que en 2014 el destino quiso juntar a Anxela Baltar (guitarra y voz) y a Violeta Mosquera (batería y voces), los acontecimientos en el seno de la banda se han precipitado para bien y su crecimiento ha sido exponencial.

Una rara avis al tratarse de una dupla femenina gallega que hace rock del siglo XXI sin ataduras formales, sin complejos y con altura de miras. Han conseguido mezclar en su particular coctelera el hoy en día casi olvidado stoner, el grunge ’90, los ramalazos punk y el metal sin apenas despeinarse, de una manera orgánica y natural, y todo bajo su muy particular tamiz, un filtro que las hace muy especiales. Derrochan actitud, buenas canciones y un brutal sonido al alcance de muy pocos combos.

En este escenario idílico, ¿dónde puede residir el problema? En que lo que hoy todo son ventajas y parabienes, se conviertan mañana en desdén y olvido, no olvidemos que vivimos en un país cainita donde el clavo que más sobresale es el que se lleva el martillazo, y donde el deporte favorito es denostar a los que ayer eran dioses. Bala tienen los mimbres para liderar con creces el rock nacional, mantienen una trayectoria muy sólida y, de momento, no se les aprecia ninguna costura.

Sororidad en el rock

El mundo del rock, como constructo cultural, no es más que otro reflejo del actual sistema de valores, del zeitgeist imperante. En ese sentido, la mayor presencia y normalización de la mujer en todos los ámbitos vitales, también tiene espejo en las bandas. Lo que antes antes podía considerarse singularidad, con el tiempo, debería ser lo habitual, el hecho de que cada vez haya más féminas que conformen grupos, para aportar su particular punto de vista.

Bala son punta de lanza, y, en esta ocasión, no han querido perder la oportunidad de rodearse de otras primeras espadas como Najwa Nimri; Lúa Mosquetera (poetisa, que aporta lírica); o la mismísima Bonnie Buitrago, actual bajista de Nashville Pussy. El resultado de este tercer impacto es un disco sólido, excelentemente producido, y perlado de grandes composiciones. La contra resulta ser su exigua duración y que peque, por momentos, de cierta linealidad.

La agresividad como denominador común

El primer proyectil (también primer single) es “Agitar”, primer gancho de izquierda, de una envidiable agresividad, musculoso, y lleno de testosterona (si se permite el término). Female power con guiños al stoner y al metal del siglo XXI, con susurrantes coros y una inmensa Anxela con los pulmones al límite en cada frase. Directo al centro de la diana.

“Hoy No” es un corte más desenfadado que reivindica en lo musical de forma más liviana y en lo lírico de forma menos aguerrida el puro disfrute, el escapismo en su máxima expresión. El clip que acompaña la canción es un fiel reflejo del espíritu que lo impregna.

Con “X” Bala vuelve al sonido mastodóntico, que además sirve para evidenciar algo que aún es visto con ciertos reparos por parte de la vieja guardia: el hecho de que se pueden combinar diferentes idiomas (hasta tres en este ‘Maleza’) con total naturalidad sin que el resultado final se resienta. “X” se convertirá sin duda en un auténtico rompecuellos vuelvan a los escenarios.

El stoner como referente

“Mi Orden” discurre con un riff sinuoso de clara inspiración Kyussiana (la sombra de este grupo es manifiesta en los surcos del redondo) y sirve para añadir, si cabe, más gasolina al fuego, en este momento ya descontrolado. “Cien Obstáculos” mantiene la adrenalina con pesada cadencia de beats más espaciados pero sin perder la intensidad marca de la casa. No destaca, pero tampoco desmerece.

“Quieres Entrar” nos evoca en su intro los sonidos noventeros de Seattle con una guitarra en oscuros arpegios sin distorsión y una voz insinuante que rápidamente muta a la ya habitual tormenta sónica de orientación cuasi doom con Sabbath de referencia. “Rituais” se conforma como un tema más ligero del que cabe destacar su final in crescendo que da pie a “Bessie”, mitad instrumental mitad cantada, con la misma frase en bucle ad infinitum para terminar con “Una Selva”, de intensidad contenida que funciona como perfecto corolario de lo escuchado hasta el momento.

Cómo Bala consiguen las sinergias a partir de una batería, una guitarra y las voces es digno de admirar. No hay ni un solo de guitarra en ‘Maleza’, es música basada en riffs que las hace parecer sonar como una auténtica orquesta metálica.

José Vilabrille

Grupo:Bala

Discográfica:Century Media Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Agitar
  2. Hoy no
  3. X
  4. Mi Orden
  5. Cien Obstáculos
  6. Quieres Entrar
  7. Rituais
  8. Bessie
  9. Una Selva

Año:2021-05-14