Conocidos como los grandes adalides del power metal europeo, Hammerfall han vivido para convertirse en un referente ya no solo por sus temas clásicos y sus grandes directos, sino por ser una de las bandas más trabajadoras y cumplidoras en el estudio.

Pudiendo limitarse a vivir de las rentas de un pasado fructífero, los suecos han vuelto a lanzar un excelente trabajo de estudio destinado a convertirse en obligatorio entre los fans más fieles del género.

Power metal a martillazos

La encargada de dar el pistoletazo de salida es una “Brotherhood” llena de energía que recuerda a los mejores momentos de ‘Unbent, Unbowed, Unbroken’, aunando el clásico juego de riffs con los coros melódicos que han hecho célebres a Hammerfall. Y por supuesto, hay guiños a martillos cayendo y a templarios de acero, porqué al final la auto referencia es la mejor forma de homenaje.

El inicio propio de un himno grandilocuente de “Hammer Of Dawn” permite que el ritmo del trabajo no se pierda ni por un instante, algo especialmente importante cuándo con tu música buscas transmitir los niveles de épica y poder a los que aspira el quinteto. Se nota que es una canción pensada para los directos y para interactuar directamente con la audiencia, mostrando la absoluta confianza que tiene la banda en que su material nuevo funcionará en vivo, y a falta de confirmación, el retorno de las melodías de “Last Man Standing” hacen que una canción nueva tenga un hálito de poderosa nostalgia que la eleva por encima del resto. ¿Se trata de una suerte de secuela? Quiero pensar que sí.

En contraste, el lóbrego riff de “No Son of Odin” mantiene la caña con unos matices más oscuros que solo se vuelve más duro a medida que avanza la canción, pese a que en el estribillo recupera esos coros poderosos tan marca de la casa. Curiosamente, la estructura de la canción, principalmente por la forma en la que el riff principal hace cuajar el bridge con el resto de la canción, recuerda a los momentos más comerciales de Amon Amarth, en una canción que justamente posee una temática vikinga.

“Venerate Me” relega casi todo su peso resolutivo en la siempre cumplidora voz de Joacim Cans, al que los años no parecen haberle arrebatado ni un ápice de su gran registro vocal, culminando en una canción algo menos apabullante que sus predecesoras pero que no por ello pierde una pizca de fuerza. Los coros clericales de “Reveries” preceden a un riff que nos recuerda que las raíces de la banda están profundamente arraigadas en el heavy metal más clásico, al que adornan con unas melodías vocales que funcionan a la vez como estribillo y que hacen que el oyente promedio piense: “Vale, si, esto es Power Metal”.

Llegados a este punto de ‘Hammer Of Dawn’ es fácil darse cuenta de que la mayor virtud del trabajo es también su mayor debilidad; y es que, si bien las canciones son pegadizas y tienen mucha pegada, pueden llegar a sonar muy parecidas, incluso en recursos como los coros o los patrones de los riffs. Realmente se trata de una dualidad con la que Hammerfall han lidiado desde el día 1 de su existencia, y que a estas alturas de la película ya no debería pillar a nadie por sorpresa, pero es algo que, tras escuchar uno de sus discos de una sentada, se vuelve tan evidente que es difícil de ignorar.

 

Pese a todo, las guitarras duales y super clásicas de “Too Old To Die Young” desembocan en otro tema perfectamente equilibrado entre lo grandilocuentemente poderoso y lo melódicamente sesgado, con un doble pedal intenso que sostiene un juguetón juego de guitarras que se luce en una breve pero enérgica sección instrumental justo antes del desenlace. Para equilibrar un poco el tono, la oscuridad regresa con un “Not Today” que empieza con aires de balada lóbrega, y aunque es el corte más lento del trabajo, arranca lo suficiente como para ser algo más que tu típica power ballad de Power Metal.

“Live Free or Die” abraza una temática que no podría ser más tópica embriagándose con todos los tropos que uno podría esperar y desear de una cañera canción de heavy metal clásico: un estribillo sencillo y resultón, un riff directo y asesino y una base rítmica que no da un minuto de respiro. Sin duda se trata de otro de esos cortes que prueban la soltura con la que Hammerfall navega entre las aguas del power metal y el heavy más primigenio, todo en pos de crear una canción que se siente auténtica y un poco cheesy.

Una vez más, Hammerfall recurre a una breve introducción cantada para presentarnos “State of the W.I.L.D.”, en la que el juego de las dos guitarras resulta muy reminiscente de Judas Priest o de sus propios trabajos de los ’90. Finalmente, la intro de batería de “No Mercy” nos introduce a la canción más cañera del trabajo, que desde el segundo cero somete al oyente a una intensa lluvia de riffs y doble pedal al más puro estilo Speed Metal. No sé si es por su posición estratégica como final climático o que me recuerda mucho a “Child of the Damned” o “The Dragon Lies Bleeding”, pero en humilde opinión creo que es la gran ganadora de un trabajo que de por sí es bastante redondo.

Más melodías, los mismos Hammerfall

Como ya he comentado antes, el que podría considerarse el mayor defecto de ‘Hammer of Dawn’ es a la vez lo que hace que el grupo haya sido tan exitoso y querido tanto entre la comunidad más clásica como entre los adalides del Power Metal. Al final del día, escucharlos es como comprar una lata de cerveza. Cuando la abres no esperas un cóctel gourmet que vaya a sorprenderte, quieres eso: disfrutar de una cerveza porqué sabes que te gusta.

Si bien es cierto que la homogeneidad de su sonido se hace patente cuándo uno escucha uno de sus discos del tirón, éste en ningún momento se siente plano, contando siempre con una temática o una vuelta de tuerca en lo musical que hace que pese a todo se sientan como los distintos episodios de una misma aventura. Las canciones tienen el espíritu y el planteamiento de los himnos concebidos para ser interpretados en directo, con los ingredientes necesarios para lograr que la audiencia salte y coree hasta terminar agotada.

Mucho se comenta que en los últimos años han perdido algo de su caña, y aunque no es una observación errónea, hay que tener en cuenta que es algo que ocurre a la mayoría de las bandas del estilo llegada cierta edad. ¿Pesan los años? Puede ser, pero también supone un reflejo de la madurez de un grupo que entiende que es lo que funciona de su fórmula.

Al final del día, ‘Hammer of Dawn’ es todo lo que podrías esperar de un nuevo disco de Hammerfall, si, pero si te gusta el power metal y sus himnos de arrolladora intensidad, no necesitas otra cosa.

Marc Fernández

Grupo:Hammerfall

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Brotherhood
  2. Hammer of Dawn
  3. No son of Odin
  4. Venerate Me
  5. Reveries
  6. Too Old to Die Young
  7. Not Today
  8. Live Free or Die
  9. State of the W.I.L.D.
  10. No Mercy

Año:2022-02-25