Batushka: Царю Небесный (Carju Niebiesnyj)

El “culebrón” Batushka suma un nuevo e interesante capítulo con la edición del nuevo trabajo de la versión Bartłomiej Krysiuk en el sello Witching Hour Productions, como no podía ser de otro modo, siendo él su propietario.

Podría pensarse, con razón y fundamento por ciertos sectores de los aficionados, en nepotismo musical descarado, teniendo en cuenta que Krzysztof Drabikowski tenía el aura de ser la cabeza pensante de la Batushka unida y Krysiuk poco más que un acompañante. ¿Destroza ‘Carju Niebiesnyj’ esta concepción?

Llega el Padre Celestial

Más o menos esa podría ser la traducción el título de este nuevo trabajo (EP) de la factoría Krysiuk que está con una actividad febril, casi toda ella en WHP, pero actividad al fin y al cabo. Además hay que reconocer que si tienes un medio que te permita lanzar toda tu creatividad sin cortapisas hay que ser un poco inconsciente para no aprovecharlo y Bart puede ser cualquier otra cosa, pero su inteligencia no está en duda.

Para quienes no quedaron satisfechos con la decisión de la justicia polaca de fallar a su favor, llamar ‘Padre Celestial’ a este nuevo trabajo puede sentar más que un guiño a la tradición Ortodoxa Oriental y al histórico de títulos del grupo, a un acto de arrogancia y egoísmo sin respaldo musical. Pero hay que arrojar el disfraz de los prejuicios al suelo y sentarse a escuchar ‘Carju Niebiesnyj’ (‘Heavenly King’ en inglés) antes de afirmar tal cosa.

Articulado en seis partes llamadas “Pismo” (que podría traducirse como “Escritura” en el sentido religioso del término) numeradas del I al VI forman un conjunto cuya parte culminante es “Pismo V”, tema absoluto que hace dudar si no sería mejor cerrar el círculo con él sin la existencia del “VI”.

“Pismo VI” es el cierre elegido por Krysiuk sin embargo, colocado entre “I” y “III” alcanza un plenitud insospechada, reforzando la idea de puente lírico, pero sobre todo musical, entre los temas mencionados. En sí todo el trabajo tiene una cuidada linea vocal y musical, que hacen generar buenas esperanzas de esta versión de Batushka

Un trabajo de extremos

Está claro que si se odia esta versión del grupo nada de lo que publiquen va a estar a “la altura de lo esperado” y si se ama por encima de todas las cosas será “el referendo de la grandeza de Krysiuk”. Ni lo uno ni lo otro. Es un trabajo que si se prescinde de él, la cultura musical del que lo haga no se va a resentir en gran medida, pero a la vez si se hace el esfuerzo de acercarse y tratar de paladearlo saboreará un rugoso, grandioso, brutal e intenso ejercicio del sonido Batushka, con independencia de quién esté tras ese nombre.

Hay tres grandes grupos de temas en ‘Carju Niebiesnyj’, por un lado “II” y “IV” que podrían pasar como los hermanos menores, como los convidados para no desequilibrar, siendo esto todo un acierto y no un error, por la dificultad que entraña encajar temas que a simple vista pueden parecer de relleno sin que chirríen de tal modo que cada vez que se escuche el disco obligue a saltarlos. “Pismo II” peca tal vez de exceso de monotonía y cotidianidad, aunque en directo, suelto, puede llegar a dar buenos golpes, y sobre “Pismo VI” hay que insistir que funcionaría mejor como puente que como cierre.

El otro gran grupo de temas son “I”, “III” y “IV”, el core business del disco, ese bloque que hace pensar seriamente en Bartłomiej Krysiuk como en un artista capaz de llevar a cabo su proyecto musical sin sospechas de que está editando discos como venganza y amparado en el confort de tener su propio sello musical. Programarlos para que suenen seguidos dará al oyente la verdadera sensación y nivel de este disco.

Acercarse a ‘Carju Niebiesnyj’ comenzando por “Pismo V” es la decisión acertada: quietud, introspección, atmósferas de recogimiento… el absoluto contrapunto al anterior bloque y que ahonda en lo que en “Pismo I” tan solo se atisba. Sin darle una oportunidad, seria y objetiva, ‘Царю Небесный-Carju Niebiesnyj’ quedará como una anécdota y tampoco merece tal desprecio.