Abbath: Dread Reaver

Abbath, banda de black metal con raíces en Noruega, presentó el pasado viernes 25 de marzo ‘Dread Reaver’, su tercera entrega discográfica desde la presentación en 2015 de ‘Count The Dead’, el primer EP de la banda desde su formación por parte de Olve Eikemo, más conocido como Abbath Doom Occulta.

La partida de Abbath de la cruzada con los dioses nórdicos materializados en Inmortal derivó en la confección de un proyecto homónimo digno de los mismísimos salones del Valhalla. Un trabajo de estudio cuidado que permite al oyente sumergirse de lleno en la glorificación desenfrenada de la guitarra y el caos del metal en toda su fuerza.

Más concretamente, la carrera en solitario nominal postuló como sinónimo de ruptura, permitiendo al frontman de dicha formación cortar las limitantes cuerdas de acero de Immortal para encontrar un corpus de nuevas voces que habitar y una excentricidad fuera de lo común, dotada, en esencia, de la actitud más característica del rock and roll

Manos arriba

“Acid Haze”, tema encargado de abrir el long-play en cuestión, constituye un clásico desvío hacia el epicentro del black metal, a través del empleo de riffs árticos que convulsionan sobre una percusión propulsora prolongada hasta la materialización de “Scarred Core”, un estruendo motorista en toda regla que constituye un guiño a la carrera de Abbath al frente de Bömbers, banda tributo a Motörhead.

A continuación, “Dream Cull” y “Mirmidon” se adentran en el páramo de lo inteligible con la empresa de encontrar un punto óptimo entre Bathory, Manowar, Kiss y los ya mencionados Motörhead, referencias declaradas y explícitas para la confección del presente álbum.

La consecución de dicho plano sonoro, ejecutada en la sala mandos de la mano de Endre Kirkesola, junto a Dag Erik Nygaard y el propio Olve Eikemo, contó con la participación en la sombra de Maor Appelbaum, productor de Faith No More y Halford, encargado de pulir el master en Los Ángeles. Por su parte, “The Deep Unbound” y “Septentrion” luchan contra la marea errante de los estigmas del género.

El hielo se deshace

“Trapped Under Ice”, cover de Metallica elegida por su relevancia temática, se abre paso en el minutaje del tracklist para confeccionar una práctica encapsulación de los puntos fuertes del álbum. Una sonoridad áspera y directa que agita al oyente sobre terreno conocido. En definitiva, llueve sobre mojado. 

El larga duración cierra con “The Book of Breath” y Dead Reaver”, temas crudos y notorios que catapultan la entrega discográfica hacia una nueva dirección que explora un amasijo de recursos sustanciales en el metal. Tracks que niegan la luz del sol a las almas invernales que se posan sobre el hielo. En síntesis, constituye un águila de sangre sonora que barre cualquier esbozo de suciedad artificiosa de sus pasados trabajos de estudio.