Sôber: E-L-E-G-Í-A

La banda de Carlos Escobedo y compañía publica un nuevo trabajo con temas inéditos tres años después de la revisión sinfónica del disco que los lanzó a la fama.

Más de diez años han pasado ya desde el retorno de la banda madrileña y de ese giro musical hacia lo progresivo, con la inclusión del batería de noble linaje Manu Reyes. Durante este tiempo, Sôber no ha parado de trabajar, habiendo publicado en esta década tres discos de estudio (‘Superbia’ en 2011, ‘Letargo’ en 2014 y ‘Vulcano’ en 2016) y un disco en directo con acompañamiento orquestal.

Los planes iniciales de la banda fijaban la publicación de esta ‘E-L-E-G-Í-A’ a mediados de 2020, pero las circunstancias que todos conocemos (y que no vamos a repetir, ya por hastío) obligaron a posponer esos planes durante un año. Dadas las circunstancias, no era de esperar que una banda con una notable carrera a sus espaldas metiera el disco en el cajón y esperara a que las aguas volvieran a su cauce. ‘Elegía’ nos trae a los mejores Sôber posibles, tanto en su faceta moderna/actual/progresiva como en sus sonidos crujientes, en sus ritmos stoner y en sus atmósferas tenebrosas de antaño.

‘E-L-E-G-Í-A’ consta de 10 temas en los que se combinan todos los elementos mencionados anteriormente con un componente electrónico, especialmente presente en “El Día De La Liberación”, por ejemplo, que, sin quedar relegado a un papel meramente testimonial, tampoco peca de exceso y, en consecuencia, aporta un cierto toque cyber al sonido del disco sin hacerle perder sus señas de identidad. Mención aparte merece Carlos Escobedo, quien sabe usar su voz como quien usa sus propias manos para crear una herramienta versátil y expresiva.

Combinando lo nuevo con lo viejo…

Claro ejemplo de esta superposición de elementos la encontramos en “Verona”, un tema muy a lo ‘Paradÿsso’, pero que también recuerda a ‘Superbia’. En esta línea encontramos también a “Oasis”, que añade, rizando el rizo, elementos orientales a las guitarras crudas que dominan en todo el metraje del LP.

En otro orden de cosas, podemos mencionar a la melancolía acústica presente en la balada “Eclipse”, que recuerda indefectiblemente, tanto en la letra como en la música, al tema “Náufrago” presente en ‘Superbia’. De este tema se incluye, al final del disco, una versión en la que colabora La Bien Querida.

Y para cerrar a lo grande, al final del trabajo encontramos una pareja de temas de esos que te dejan con ganas de más. “Seda y plomo” es un tema que aúna a la perfección lo que es Sôber a día de hoy. Su contundencia, crudeza y a la vez su melancolía dan paso a “9 musas”, un corte de claras reminiscencias NWOBHM.

… y el resultado es inmejorable

El presente trabajo mejora, si cabe, a los tres trabajos anteriores. Está dotado de un amplio abanico de registros, de influencias y de matices que pocas bandas son capaces de manejar. A este buen hacer por parte de los tres miembros originales de la banda tenemos que añadir la inconmensurable maestría del amigo Manu (de casta le viene al galgo), que es capaz de hacer auténticas virguerías detrás de un set de percusión. No cabe duda que fue un gran fichaje.

Está claro que la pausa que la banda se tomó entre 2005 y 2010 sirvió para coger aire y, aunque esta no fuera la intención inicial, para volver con un sonido más rico, más ecléctico y mejor ejecutado. ‘E-L-E-G-Í-A’ es buena prueba del crecimiento de este cuarteto que, esperemos, nos ha de dar aún muchas satisfacciones como esta.